26 de marzo 2025

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Reserva Militar Patriótica estará integrada por militares retirados y civiles dispuestos a la lucha armada, según reforma al Código Militar
La Comandancia General del Ejército junto a los codictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, durante un acto en Managua, el 21 de febrero de 2025. // Foto: CCC
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo aprobó la creación de una “Reserva Militar Patriótica” en el Ejército de Nicaragua, que permitirá una especie de fuerza “paramilitar” en las Fuerzas Armadas del país. La instancia se creó a través de la reforma al Código de Organización, Jurisdicción y Previsión Social Militar, conocido también como Código Militar o Ley 181, aprobada el miércoles 26 de marzo de 2025 por la Asamblea Nacional, bajo control de la dictadura. Al aprobar esa “Reserva Militar Patriótica” dentro de la reforma, la dictadura intenta darle una aparente legalidad, pese a la preocupación que causa, según expertos en seguridad nacional.
Las Fuerzas Militares de la Reserva Patriótica “estarán integradas voluntariamente por oficiales, funcionarios, suboficiales, clases, soldados y marineros que han pasado a la honrosa condición de retiro o licenciamiento del Ejército de Nicaragua, así como cualquier ciudadano o ciudadana que desee participar en la defensa armada de la nación”, se lee en el segundo párrafo del artículo 17 de la reforma aprobada.
En la reforma también se incorpora un artículo 21 bis, el cual indica que la función primordial de esa Reserva Militar será “la defensa armada de la nación, para garantizar la estabilidad, la seguridad y la paz”.
En el siguiente párrafo del artículo 21 bis agregan que estas Fuerzas Militares de la Reserva Militar Patriótica están integradas por “tropas terrestres, navales y aéreas y se organizarán en pequeñas y grandes unidades, según lo establezca la normativa interna militar del Ejército de Nicaragua”.
Analistas en temas de seguridad nacional, consultados por CONFIDENCIAL, advierten que el propósito real de esta Reserva Militar Patriótica es “intimidar a la población”. Debido a que es algo similar a lo que hizo la Policía Nacional cuando juramentó a 76 887 encapuchados como “policías voluntarios”.
Los supuestos policías voluntarios, juramentados por la Policía Nacional, son en su mayoría trabajadores públicos obligados, aunque también la integran paramilitares que en 2018 reprimieron a la población nicaragüense. Con la aprobación de la reforma constitucional “Chamuca”, que se terminó de aprobar en enero de 2025, y se publicó en febrero, estos cuerpos armados obtuvieron un carácter legal, pero su actuación sigue siendo ilegítima, valoran los especialistas.
“En el caso de esta fuerza de reserva veo la misma tónica que tuvieron los ‘policías voluntarios’, que además se destaca en términos mediáticos precisamente para atemorizar a la población y hacerle creer que todo está completamente vigilado y que ellos (el régimen) tienen el control de todo lo que sucede en el país”, subrayó uno de los especialistas.
Agregó que, en términos prácticos, esta Reserva Militar Patriótica no tiene ningún sentido, ya que “las tareas del Ejército no son de orden interior sino que tienen que ver con la defensa de la soberanía y el territorio nacional” y —además— “no se avizora en el horizonte de mediano plazo ninguna amenaza de conflicto bélico en el que Nicaragua vaya a participar”.
Otro analista consultado valoró que, el hecho de abrir la puerta a todos los ciudadanos para que se unan a las Fuerzas Militares de Reserva Patriótica, allana el camino hacia la instauración de una especie de “servicio militar”, como se hizo durante la década de los años ochenta, aunque por ahora no sería de carácter obligatorio.
Aunque en este momento la afiliación a las Fuerzas Militares de Reserva Patriótica es “voluntaria”, las personas que la integren deben someterse al “control, entrenamiento y educación militar que dará el Ejército”, comentó el analista.
Además, consideró que estas Fuerzas Militares de Reserva Patriótica, a la que se integrarían civiles, “amplía el número, naturaleza y carácter del paramilitarismo en Nicaragua”.
“Ya no solo la Policía tendrán sus paramilitares, ahora también el Ejército de Nicaragua. Podríamos estar en el umbral de una militarización de la población”, subrayó el analista.
Ambos expertos coinciden en que la creación de estas Fuerzas Militares de Reserva Patriótica “daría al régimen un mayor control social”, debido a que pueden establecerse sanciones, “incluso de tipo penal militar”, para los desertores.
Otro cambio significativo aparece en artículo 7 de la reforma al Código Militar, que incorpora la Dirección de Educación Patriótica a los altos mandos del Ejército de Nicaragua.
Sobre la educación patriótica, el artículo 1 bis indica que es “el eje transversal de la formación del militar nicaragüense” y establece entre sus principios el nacionalismo, patriotismo, libertad, solidaridad, democracia, defensa de la soberanía y justicia social.
Por otro lado, en el artículo 34 de la reforma, se amplía de 40 a 45 años el tiempo de servicio militar activo de los oficiales. Agregan que “por interés institucional el tiempo de la presentación del servicio militar podría ser extendido” para los oficiales generales.
La ampliación del tiempo de servicio activo de los militares fortalece el “tapón institucional” en la comandancia general de Ejército, donde unos 26 generales que ocupan los principales cargos de la cúpula se han entronizado a sus sillas. Entre ellos el general Julio César Avilés y los mayores generales Bayardo Rodríguez y Marvin Corrales, jefe del Estado Mayor General e inspector general, respectivamente.
Con esta reforma también se incorporan al Código Militar los cambios establecidos en la última reforma constitucional, aprobada en febrero de 2025. Entre ellos la subordinación del Ejército a la Copresidencia de la República, que ahora es compartida por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
“El Ejército estará subordinado a la autoridad civil que será ejercida por la Presidencia de la República como Jefatura Suprema del Ejército de Nicaragua, que le corresponde constitucionalmente”, señala el texto de la ley reformada.
La reforma, sin embargo, no esclarece cuál de los dos copresidentes manda en el Ejército y cómo se resolverán los desacuerdos entre ambos.
De igual forma, se amplía de cinco a seis años el periodo del jefe del Ejército, se eliminan las trabas que tenía el Ejército para intervenir en asuntos de orden nacional y se agrega la bandera del Frente Sandinista a la lista de los símbolos patrios.
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Confidencial es un diario digital nicaragüense, de formato multimedia, fundado por Carlos F. Chamorro en junio de 1996. Inició como un semanario impreso y hoy es un medio de referencia regional con información, análisis, entrevistas, perfiles, reportajes e investigaciones sobre Nicaragua, informando desde el exilio por la persecución política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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