18 de febrero 2025

Trump y Milei los “Presidentes Trolls”: ¿de qué depende su éxito o fracaso?

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Ramón Jáuregui: “En Europa hay una profunda preocupación, Trump ha roto con el multilateralismo y se comporta como un nuevo imperio”
Collage con las imágenes de los presidentes Donald Trump, de Estados Unidos (izq.), y Vladímir Putin, de Rusia. // Foto: EFE
El presidente Donald Trump anunció que iniciará este martes 18 de febrero de 2025 negociaciones bilaterales con Vladímir Putin de Rusia, para terminar con la guerra en Ucrania, y adelantó algunas de las condiciones que pretende imponer para lograr la paz: la cesión de los territorios ucranianos ocupados por Rusia, la no participación de Ucrania en la OTAN, nuevas elecciones en Ucrania, y el control norteamericano de las “tierras raras” de Ucrania para extraer minerales por 500 mil millones de dólares, para resarcir el costo de la ayuda militar brindada en los últimos tres años.
“Europa está alucinando sobre lo que está representando la acción de Trump en relación con el futuro de Europa y la negociación con Rusia”, afirma el exeurodiputado español Ramón Jáuregui, quien describe el estado actual de “humillación”, como una profunda preocupación en las naciones democráticas europeas.
“La sensación que tenemos es que Trump busca un arreglo fácil, haciendo unas concesiones a Rusia que responden a esa concepción totalmente imperialista que tiene Putin sobre Europa, porque sus ideólogos están reivindicando que Europa tiene que ser compartida y que los países que ya se independizaron de la vieja Unión Soviética están en el juego”, dice Jáuregui presidente de la Fundación EuroAmérica.
En una entrevista en el programa Esta Semana que se transmite en el canal de YouTube de CONFIDENCIAL, debido a la censura televisiva en Nicaragua, Jáuregui lamentó la ruptura del multilateralismo y la imposición de una presidencia imperial de Donald Trump. “Europa debe ser un protagonista”, remarcó Jáuregui, pero “hay un síntoma de división muy profundo en el seno de la propia Unión Europea, que es lo que más me preocupa sobre la capacidad de reacción que tengamos”. En la víspera de las elecciones en Alemania el próximo domingo 23 de febrero de 2025, amenazadas por el fortalecimiento del partido de ultraderecha Alianza por Alemania (AFD), Jáuregui confía que surgirá “un Gobierno de coalición” para defender a Europa.
¿Qué impacto está teniendo la nueva política de la presidencia imperial de Donald Trump en las relaciones con la Unión Europea? ¿Cómo ha reaccionado Europa a la propuesta de Trump de negociar con Putin de forma bilateral el fin de la guerra en Ucrania que, entre otras condiciones, adelanta la cesión de los territorios ocupados a Ucrania por Rusia y el no ingreso de Ucrania en la OTAN?
En Europa hay una enorme preocupación. Nos hemos sentido muy humillados por las formas, pero también por los contenidos de una propuesta de negociación que va en contra de todas las ideas, valores, que hemos defendido hasta el momento.
Primero, nos ha dicho (el vicepresidente) Vance y también lo hizo el secretario de Defensa Hedgseth, quien señaló que las negociaciones las iban a llevar los americanos con los rusos, que Europa no iba a estar en ellas, que Europa tendría que encargarse, en su caso, de las fuerzas de control de paz que en su día pudieran crearse para asegurar el alto el fuego y la neutralidad de la zona que se contemple como zona de separación entre Ucrania y Rusia, que tenemos que gastar más en defensa porque ellos van a dejar de ser la fuerza militar en la OTAN, y en esencia nos vino a decir, al mismo tiempo, que ellos van a negociar con Ucrania como se llevan las “tierras raras”, que son esos productos minerales que les interesan a los americanos.
Fue una humillación absoluta. ¿Cómo reaccionará Europa? Pues no lo sabemos todavía porque en Europa desgraciadamente hay muchos países que están todavía pendientes de lo que diga Estados Unidos, solo dependen de él, no tienen otra referencia, no creen en una Europa unida capaz de hacer frente a esta circunstancia y por lo tanto hay un síntoma de división muy profundo en el seno de la propia Unión Europea, que es lo que a mí más me preocupa sobre la capacidad de reacción que tengamos como unión.
¿Cómo valora la capacidad de Zelenski, de resistir ante esta negociación bilateral Estados Unidos-Rusia? ¿Puede ser Ucrania el primer gran perdedor de esta nueva política de Trump o la Unión Europea podría ser algún contrapeso en esta alianza en ciernes entre Trump y Putin?
Zelensky está realmente esperando que la negociación que Trump establezca con Rusia no sea en detrimento de los valores que ellos han defendido con su vid, está prudente, y está esperando, pero también está temeroso ante los planteamientos americanos que están siendo ya muy proclives a Rusia. Primero, Trump ha reconocido a Rusia como un interlocutor único; segundo, no ha hecho ningún reproche ni sobre lo que fue la invasión, la ruptura del derecho internacional, todo lo que ha significado estos casi tres años de guerra por parte de Rusia, que ha sido una guerra terrorista contra la población civil ucraniana, ni una palabra.
Pero es más, las propuestas de negociación que se han ido señalando, el propio Secretario de Defensa lo hizo ya, van concediendo cosas que en una negociación siempre se dejan para el final. Pero de entrada, por ejemplo, los americanos ya han dicho que no se puede contemplar la posibilidad de que Ucrania entre en la OTAN. Esto quizás sea el final de la negociación, pero si tú ya lo dices desde el principio, ya lo has entregado. Lo mismo pasa con Crimea, que ya se ha dicho de antemano que esto es ruso. Y por supuesto, en la misma línea va el territorio que la invasión rusa ha conquistado en el Donetsk y en el Donbass, si ya de entrada vas a una negociación haciendo esas concesiones, no sé qué más vas a negocia, hay razones para que Zelensky esté muy preocupado.
Europa tiene que ser un protagonista clave. Porque esta es una historia que surge cuando cuando Ucrania quiere hacer un Acuerdo de Asociación con Europa para integrarse en Europa. Esto es lo que Putin no admitió, Europa tiene que formar parte del desenlace político y desde luego económico de esta situación. Pero tenemos que participar en ello. Entonces, la sensación que tenemos es que Trump busca un arreglo fácil, haciendo unas concesiones a Rusia que responden a esa concepción totalmente imperialista que tiene Putin sobre Europa, porque sus teóricos, sus ideólogos están reivindicando que Europa tiene que ser compartida y que los países que ya se independizaron de la vieja Unión Soviética están en el juego.
Hablo de las repúblicas bálticas y los países del Este, Entonces esta idea de que hay que remover Yalta para que los países europeos que ahora son Europa puedan ser objeto de una nueva negociación con Rusia, en Europa es sencillamente inadmisible, y para las poblaciones bálticas, para los estonios, para los letones, para los lituanos, para los checos, para los eslovacos, es inadmisible para los polacos. Entonces, realmente Europa está alucinando sobre lo que está representando la acción de Trump en relación con el futuro de Europa y la negociación con Rusia.
¿Se podría decir que esta es una crisis de la Alianza que se ha mantenido después de la Segunda Guerra Mundial entre Europa y Estados Unidos y la OTAN? ¿Está sorprendida la Unión Europea o estaban preparados para prever esta segunda presidencia de Trump? Porque Trump está haciendo todo lo que había anunciado.
Es verdad, seguramente nunca llegamos a creer que sería capaz de hacer lo que está haciendo, tampoco en la guerra comercial, los aranceles, con el mundo entero, pero en el fondo está mostrando una concepción profundamente unilateral. Ha roto con el multilateralismo, con los principios del derecho internacional, con el orden global y se comporta como un nuevo imperio que configura el futuro en base a la potencia del fuerte y exigiendo a los débiles que acepten lo que el fuerte hace.
En el Canal de Panamá, en Groenlandia, en Canadá, en Europa, si es con Rusia. Y esto coincide demasiado, desgraciadamente, con una teoría que en el Kremlin vienen alimentando desde hace mucho tiempo, una teoría contra la democracia y al mismo tiempo, y en la reclamación de cuatro grandes imperios en el mundo que configuran el orden internacional, yo diría, el desorden. Estados Unidos, Rusia, China e India, ese es el mundo que viene.
Y desgraciadamente Trump está alimentando esto considerando a Putin como uno de los grandes interlocutores de esa reordenación del mundo en una perspectiva en la que todos los demás somos peones de una partida del ajedrez que juegan los grandes imperios. Esto realmente es inadmisible. Esto rompe con todas nuestras convicciones, rompe con lo que habíamos construido después de la Segunda Guerra Mundial, un orden internacional, un multilateralismo, unas normas de derecho internacional, un reconocimiento a las soberanías nacionales.
Ese tablero está saltando por los aires, es así de grave lo que está pasando. Si le añadimos que el ataque a las democracias está surgiendo desde una concepción muy cercana al señor Trump, esta reivindicación de un monarca moderno, de un jefe de empresa, de un CEO de compañía, para gobernar el país, que pasa de la democracia y de los filtros y de las complejidades que la democracia impone, para poder gobernar rápidamente de una manera autoritaria, con esas firmas de esos decretos y se cargan los repartos de poderes, el Legislativo, el Judicial, etcétera. Esto es lo que está en el fondo ocurriendo. Y es por eso gravísimo, porque está rompiendo literalmente todos los principios y todas las bases de nuestra convivencia democrática e internacional.
Decías que no está clara la cohesión dentro del liderazgo de la Unión Europea, que hay diferentes fuerzas. El vicepresidente Vance apeló abiertamente a los sectores de ultraderecha de distintos países de Europa. Incluso descalificó al Gobierno de Alemania. ¿Qué impacto tiene ese mensaje? ¿Trump tiene aliados fuertes dentro de la Unión Europea?. ¿Cuál es el equilibrio que hay dentro de la Unión Europea?
Este es el problema que tenemos los europeos, nos falta una unidad interna capaz de hacer frente a este tipo de desafíos. La presencia de Vance y el discurso en Munich va apelando a las fuerzas de ultraderecha que no sean apartadas, el famoso “cordón sanitario” que los europeos tenemos frente a la ultraderecha porque defiende valores antidemocráticos o porque no comparte con nosotros los criterios básicos de convivencia, tolerancia, de respeto, de derechos humanos, de contrapoderes a la democracia.
Entonces, las fuerzas políticas democráticas han decidido hacer un “cordón sanitario” y en Alemania, por ejemplo, es consecuencia de su propia historia. Y entonces se presenta Vance en plena campaña electoral de Alemania y les dice a los alemanes que ese “cordón sanitario”, es antidemocrático, interviene de una manera manifiestamente agresiva en los delicados equilibrios políticos de ese país para apoyar abiertamente a la AfD, al partido de la extrema derecha.
Es verdad también que tenemos partidos que gobiernan, por ejemplo en Hungría, que no consideran que Putin sea un invasor y quieren ser amigos de ellos, como es el caso de Hungría, o puede ser el de Meloni en Italia. O puede ser el caso de mañana de LePen en Francia. Esas opiniones públicas, en gran parte motivadas por la cultura contra la inmigración, especialmente contra la inmigración islámica, está creando un caldo de cultivo, unas opiniones políticas de ultraderecha que también son euroescépticas o antieuropeas. Y todo eso ayuda a que el proyecto de Vance y de Trump en relación con Europa, que es desintegrarla, deconstruirla, esté siendo un peligro evidente. Sinceramente, a pesar de que llevamos 70 años construyendo una unión supranacional maravillosa como nadie en el mundo ha hecho igual, sin embargo, hay serios peligros de que la Unión Europea pueda seguir avanzando como lo habíamos construido y habíamos pretendido desde hace muchos años.
¿Cuál es la dimensión económica de esta tensión? Esta semana Estados Unidos ya impuso aranceles al acero y aluminio provenientes de Europa. ¿Qué impacto esto tendría en las economías europeas, se puede desatar una guerra comercial o este es el preludio de una negociación?
Es un preludio de una negociación, seguro. Porque los anuncios todavía no se han materializado, excepto el del acero y el del aluminio, pero con la entrada en vigor aplazado. Se sabe que Trump negocia de esta manera, te mete el rejón y dice ahora vamos a hablar.
Europa sabe esto y muy probablemente la única respuesta que le quede sea una proporcionadamente semejante. Europa tendrá que establecer también aranceles a los productos americanos. Es verdad que Europa vende más a Estados Unidos que lo que Estados Unidos vende a Europa, pero en todo caso no habrá más remedio que aplicar las proporcionales sanciones a la exportación norteamericana a Europa y eso va a ocurrir con el mundo entero va a entrar en una guerra comercial.
Lo que habíamos construido en los últimos 40 o 50 años de una organización del comercio internacional regulada, que permitiera inclusive asegurar las inversiones, establecer órganos arbitrales para resolver los conflictos, todo ha saltado por los aires.
No hay una Organización Mundial del Comercio a la que poder acudir, porque Estados Unidos no nombra árbitros y al mismo tiempo porque ha roto abierta y unilateralmente los principios y los artículos establecidos en los acuerdos de comercio internacional. Ese es el mundo al que vamos.
Tenemos que ser conscientes de que Trump está literalmente destruyendo el marco multilateral que el mundo necesita. Porque sí hay que abordar el cambio climático, o la protección de los océanos, o los principios de los derechos humanos, o el Tribunal Penal Internacional, o tantas cosas que el mundo ha ido construyendo poco a poco en lo que llamamos multilateralismo. Eso todo se ha tirado por los aires y Trump está representando abiertamente una vulneración de esos principios y una vuelta a un mundo selvático en el que el más fuerte puede más y el más débil sufre más.
¿Qué está en juego en las elecciones del próximo domingo 23 de febrero en Alemania? ¿Pueden estas elecciones emerger algún contrapeso para fortalecer la Unión Europea o un nuevo aliado para Donald Trump?
Todo depende de cómo vayan los resultados, pero todo el mundo está pensando que la fuerza ganadora va a ser los cristiano demócratas, la derecha tradicional en torno al 30%. Es muy probable que la segunda fuerza sean sea la AfD, el partido de la ultraderecha, que puede andar rondando el 18%; y en torno al 15% o 16% estarán los socialdemócratas y luego los verdes con 13 o 14%.
¿Qué puede ocurrir después? Yo creo que en Alemania no va a haber un acuerdo de Gobierno entre los cristiano demócratas y AfD. No lo creo. Yo creo que la historia y la cultura alemana es profundamente contraria a incluir en el Gobierno a expresiones que tienen una conexión con la historia alemana tan directa. Es muy probable que pueda haber un Gobierno de los cristiano demócratas con los socialdemócratas en una coalición, eso en mi opinión será bueno para Europa en la línea de fortalecer una Alemania potente con criterios europeístas, para defender Europa frente a todo este mundo hostil. Es muy pronto para decirlo, pero yo creo que el camino va a ir más por ahí que por otro lado.
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Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Fundador y director de Confidencial y Esta Semana. Miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo. Ha sido Knight Fellow en la Universidad de Stanford (1997-1998) y profesor visitante en la Maestría de Periodismo de la Universidad de Berkeley, California (1998-1999). En mayo 2009, obtuvo el Premio a la Libertad de Expresión en Iberoamérica, de Casa América Cataluña (España). En octubre de 2010 recibió el Premio Maria Moors Cabot de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York. En 2021 obtuvo el Premio Ortega y Gasset por su trayectoria periodística.
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