23 de marzo 2023
Los exaspirantes presidenciales y presos políticos excarcelados, Juan Sebastián Chamorro y Félix Maradiaga, denunciaron ante dos subcomités de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos los constantes ataques a la Iglesia católica en Nicaragua, en particular el encarcelamiento de monseñor Rolando Álvarez y solicitaron más presión para el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
"Después de encarcelar a los dirigentes de la oposición y reprimir todas las formas de protesta, el dictador tenía que lidiar con la única voz que se mantenía activa en defensa de la libertad, la paz y la dignidad humana. Ortega quiso silenciar la voz de la Iglesia para imponer su mensaje de odio y violencia", manifestó Chamorro.
"A lo largo de mi vida he aprendido a través de una experiencia personal dolorosa que las dictaduras no se pueden desmantelar con métodos tímidos. Es hora de pasar a una nueva etapa de mayor presión donde todas las herramientas de la diplomacia se utilicen con todo su poder, incluido el cierre de canales financieros directos", expresó Maradiaga.
En esa misma línea, Chamorro enfatizó: "Muchos de nosotros pagamos con nuestra libertad la resistencia contra la tiranía y opresión. Necesitamos que la comunidad internacional nos ayude a los nicaragüenses en nuestra lucha. Es fundamental mantener la presión contra los responsables de delitos, muertes y abusos".
Agregó que "la justicia prevalecerá", pero solo si hay una "fuerza unida" y si reciben el apoyo necesario "para el resto de este viaje".
Chamorro y Maradiaga fueron excarcelados y expulsados a Estados Unidos el pasado 9 de febrero junto a otros 220 presos políticos nicaragüenses. El régimen además les retiró la nacionalidad después de haberlos condenado en juicios ilegales por supuestamente conspirar para menoscabar la integridad nacional en perjuicio del Estado de Nicaragua y la sociedad.
Ambos ofrecieron su testimonio en una sesión conjunta de los subcomités del Hemisferio Oeste y de Salud Global, Derechos Humanos y Organizaciones Internacionales de la Cámara Baja, titulada "La Guerra del Régimen Ortega-Murillo Contra la Iglesia Católica y la Sociedad Civil en Nicaragua: Obispo Álvarez, Presos Políticos y Presos de Conciencia”.
#Nicaragua Es crucial mantener la presión sobre los responsables de los crímenes, las muertes y los abusos. Estoy seguro que la justicia prevalecerá, pero solamente si nos mantenemos como una fuerza unida en la lucha contra la opresión. #AudienciadelSubcomite pic.twitter.com/5R5mYWs3MZ
— Juan Sebastián Chamorro (@Jschamorrog) March 22, 2023
En la audiencia también participaron la directora regional de programas para América Latina y el Caribe del Instituto Nacional Demócrata (IND), Deborah Ullmer, y la defensora Bianca Jagger, directora de la fundación que lleva su mismo nombre; ambas brindaron una descripción detallada sobre las graves violaciones a los derechos humanos de los nicaragüenses. Las que advirtieron han ido evolucionando en los últimos años.
Las opciones que quedan
Ullmer afirmó que las sanciones de la comunidad internacional son "las únicas opciones" que le quedan a los nicaragüenses ante las embestidas del régimen de Ortega Murillo. Las mismas deben "enfocarse en el oro, la madera y energía, así como las pensiones del Ejército invertidas en Estados Unidos", continuó.
"Cuando las personas tienen la opción, eligen la democracia. Sin embargo, no siempre tienen opción. Desafortunadamente, es el caso en Nicaragua", enfatizó la directora regional de programas para América Latina y el Caribe del IND.
Aseguró que "a medida que Nicaragua se vuelva más autocrática" y profundiza sus lazos con China y la Federación Rusa, "el régimen Ortega-Murillo no solo representa un reto moral y de derechos humanos, también una amenaza a la seguridad de EE. UU."
Por su parte, Maradiaga lamentó que, pese a todos los esfuerzos de la comunidad internacional, el Gobierno de Ortega "solo se haya vuelto más despiadado" y que sus vínculos con China, Irán y Rusia sean "más fuertes".
"Ortega constituye un claro peligro no solo para la gente de Nicaragua, sino también para el hemisferio. Es una reliquia de la Guerra Fría y encarna un legado de opresión contra la humanidad", sostuvo Maradiaga parafraseando su propio testimonio de 2019 ante el Congreso estadounidense.
La Casa Blanca otorgó a los excarcelados un permiso temporal que les permite permanecer en el país dos años, y tanto Maradiaga como Chamorro utilizaron hoy su comparecencia para reclamar que se les amplíe la protección, que puedan pedir asilo y que el resto de presos políticos, como el obispo Rolando Álvarez, sean liberados.
Chamorro añadió que su propia historia es "la de miles de nicaragüenses que decidieron defender la libertad, la justicia y la democracia" e incidió en que la ayuda de Washington será crucial.
La persecución a la Iglesia
Mientras tanto, Bianca Jagger enfatizó en la escalada represiva contra la Iglesia católica y demandó una prueba de vida por monseñor Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa, quien fue encarcelado y condenado a más de 26 años de prisión, debido a que se negó a ser desterrado por Daniel Ortega junto con 222 opositores excarcelados.
Para la defensora de derechos humanos los ataques a la Iglesia en Nicaragua son "de una gran seriedad" y la comunidad internacional "no puede realmente aceptarlo sin imponer más sanciones".
La guerra contra la Iglesia en Nicaragua alcanzó un punto de inflexión en 2022, cuando el régimen de Ortega encarceló a sacerdotes, expulsó del país a líderes religiosos —entre ellos el nuncio Waldemar Sommertag— y canceló emisoras y fundaciones católicas. Finalmente en marzo de 2023 el régimen suspendió las relaciones diplomáticas con el Estado Vaticano y fue cerrada la nunciatura en Managua.
Ante este panorama hostil, Chamorro reiteró que la violencia de Ortega no es únicamente contra la jerarquía católica, va más allá de los representantes de la Iglesia. Al prohibir las tradicionales procesiones de Semana Santa, Ortega reprime también a millones de nicaragüenses que cada año, durante cada viernes de Cuaresma y cada Viernes Santo, expresan su fe con devoción.
Sesión refleja el apoyo de EE. UU.
El congresista republicano Chris Smith, presidente del subcomité de Salud Global, Derechos Humanos y Organizaciones Internacionales, recalcó que la sesión refleja el apoyo de EE.UU. al país y a los exreos.
Más categórica se mostró la legisladora del mismo partido María Elvira Salazar, de origen cubano: "Le haría muy bien a usted, dictador Ortega, recordar que la Iglesia Católica a lo largo de la historia ha vencido a demonios muchísimo más grandes que usted y que su esposa, la satánica Rosario Murillo", apuntó en castellano.
"Debe ser humillante que todos sepan que, a pesar de su título de presidente, ella (Murillo) es la que tiene el verdadero poder. Por eso no sorprenderá a nadie que usted sea un hombre demasiado pequeño para acabar con una institución tan grande y legendaria, de dos mil años, como es la Iglesia católica", continuó.
Finalmente Salazar señaló que la Casa Blanca debe seguir aumentando las sanciones establecidas en la Ley RENACER, y comunicar a los inversionistas "el peligro de hacer negocios con el régimen" nicaragüense.