24 de septiembre 2024
La dictadura de Daniel Ortega fracasó por segunda vez en su intento de imponer a Valdrack Jaentschke, como secretario general del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), el 28 de agosto de 2024. Nueve días después, el régimen lo nombró como el nuevo canciller de Nicaragua, como premio de consolación.
Jaentschke era la principal ficha propuesta por Ortega tras la renuncia anómala de Werner Vargas, el 16 de noviembre de 2023, pero solo tuvo el respaldo de Honduras y Nicaragua, explicó a CONFIDENCIAL una fuente vinculada al SICA.
Hasta la fecha el régimen sigue sin explicar los motivos que tuvo Vargas para renunciar al cargo, al que fue electo a mediados de 2022 y que puso fin al impasse de un año en la elección del secretario general, provocado por los reiterados intentos del régimen de colocar fichas políticas sin experiencia diplomática regional en la dirección de SICA.
La dictadura volvió a generar un nuevo impasse con los intentos de imponer a Jaentschke, uno de los hombres más leales al régimen dentro del cuerpo diplomático, que aunque parece haber caído en desgracia varias veces, ha resurgido y ocupado diversos cargos.
Tras su designación como canciller, los medios de propaganda de la dictadura lo entrevistaron y publicaron felicitaciones de los cancilleres de Rusia, Venezuela y Cuba, los tres principales aliados políticos de Ortega. Los inusuales elogios, por el nombramiento de un funcionario público, destacan que Jaentschke “es el primer afrodescendiente” que ocupa el cargo de ministro de Relaciones Exteriores.
Antes del fracaso en su intento por elegirlo como secretario general del SICA, la Concertación Democrática Nicaragüense Monteverde advirtió en una carta pública a los siete cancilleres del SICA sobre el riesgo que implicaba Valdrack Jaentschke, a quien señalan de haber sido “por años un vocero internacional que respalda y justifica las políticas represivas y la violación a los derechos humanos de los nicaragüenses” por parte de la dictadura.
En su primera declaración pública, tras presentarse como nuevo canciller ante el cuerpo diplomático acreditado en Managua, Jaentschke dijo que “seguirá denunciando las medidas coercitivas unilaterales o las mal llamadas sanciones que no son más que agresiones en contra de los pueblos que se resisten a la dominación hegemónica y a la injerencia en sus asuntos internos”.
De la caída en desgracia al funcionario con más cargos
El 23 de febrero de 2021 Valdrack Jaentschke fue destronado de su poder en la Cancillería de Nicaragua después de 14 años como viceministro de Relaciones Exteriores y de ocupar, de manera simultánea, 15 cargos en el escalafón diplomático. Su salida fue una decisión inapelable de Rosario Murillo, vicepresidenta, vocera del régimen y esposa de Ortega.
Seis meses después, cuando algunos de sus adversarios en el Gobierno lo creyeron caído en desgracia, Jaentschke reapareció como operador político del régimen en Centroamérica, ocupando puestos en varias embajadas.
De viceministro, miembro del gabinete económico financiero, y representante ante la Asociación de Estados del Caribe, Jaentschke pasó a ser nombrado el 21 de septiembre de 2021 como “ministro consejero con funciones consulares” en Guatemala.
Ese año fue el funcionario con más movimientos en las funciones diplomáticas asignadas, con 22 cargos diplomáticos en total, según un recuento del diario La Prensa.
A Honduras llegó en diciembre de 2021, nombrado el mismo mes, primero como ministro consejero con funciones consulares y luego embajador de Nicaragua, antes que asumiera el poder Xiomara Castro, una aliada que se mantiene al lado de Ortega. En marzo de 2022 fue destituido de ambos cargos.
El 7 de julio de 2022, fue designado nuevamente como “ministro consejero” en Costa Rica, ante el nuevo Gobierno de Rodrigo Chaves.
Valdrack Jaentschke: “Hábil”, pero “siniestro”
Jaentschke, nacido el 22 de agosto de 1959, en Corn Island, es hijo único de una familia de clase media formada por un contador, Valdrack Jaentschke Hall, quien trabajó en la autoridad portuaria de Corinto y en la embajada de Estados Unidos en Managua, y de Zelda Whitaker Campbell, una señora que “se resistía a hablar en español”, a pesar de “vivir gran parte de su vida en la capital”, según una nota biográfica, publicada en la revista internacional Kreole en mayo de 2019.
Graduado de Sociología en la confiscada Universidad Centroamericana (UCA) y gracias al apoyo del rector Xabier Gorostiaga (q.e.p.d.) gestionó una beca para seguir su formación en Estados Unidos, obteniendo una maestría en Administración Pública y Asuntos Internacionales en la Universidad de Pittsburg, en 1994.
Fue asesor en Desarrollo Institucional del Ministerio de Defensa durante el Gobierno de Enrique Bolaños (2002-2007). En los años noventa, dirigió un consorcio de organizaciones no gubernamentales con financiamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Es señalado como un operador político “hábil e inteligente”, pero también como “peligroso”, sostiene una fuente del sector de la sociedad civil que lo conoce desde hace más de dos décadas.
Otras personas que conocen de cerca su trayectoria, y que aceptaron hablar bajo condición de anonimato con CONFIDENCIAL para un reportaje publicado en 2022, describen a Jaentschke como: bailarín y chistoso, pero también como siniestro y conspirativo.
Su paso por el espionaje
Trabajó en la Dirección General de la Seguridad del Estado (DGSE) en los años ochenta, donde realizó actividades de inteligencia y espionaje. Una fuente que estuvo vinculada al FSLN, describió a Jaentschke como “un militante que se suele subir a la ola para sacar provecho al máximo posible adonde llega”.
Aunque ingresó como oficial en la DGSE del Ministerio del Interior, en el área de “lucha contra bandas” en las zonas rurales de Nicaragua, en 1983, tiempo después formó parte de la estructura de espionaje instalada en el país bajo asesoramiento cubano.
Luego fue enviado a la Embajada de Honduras, donde recababa información sobre los contras y los somocistas. “Siempre ha estado dispuesto a hacer cualquier chanchada para cumplirle a sus jefes”, indicó la fuente.
Administró fondos millonarios de USAID
A mediados de los noventa, Jaentschke inició su carrera como consultor y dirigió el Centro de Estudios Estratégicos (CEEN), cuyo objetivo era fomentar el debate cívico-castrense y contribuir al profesionalismo de las Fuerzas Armadas, uno de los grandes temas de Nicaragua después de la guerra civil de los ochenta.
El ahora alto funcionario de un régimen que ataca la cooperación internacional y condena a las organizaciones de la sociedad civil como “agentes extranjeros”, del “intervencionismo”, a finales de los años noventa se destacó como un interlocutor de la sociedad civil para gestionar el financiamiento de proyectos con fondos estadounidenses.
En 1999, Jaentschke y su entonces esposa Patricia Gómez asumieron la dirección de la oenegé Nicaraguan for Development Center (NDC), una organización paraguas para canalizar fondos de USAID para promover el desarrollo de organizaciones de la sociedad civil con un presupuesto de ocho millones de dólares.
Según un reporte del 1 de junio de 2000, sobre el programa de participación, fortalecimiento institucional y ciudadano para la Asamblea Nacional, alojado en la página oficial de la agencia estadounidense, NDC fue una “unidad gestora” de un programa para fortalecer las oenegés de derechos humanos y la sociedad civil en Nicaragua.
Promotor de sociedad civil en PNUD
Después del descalabro del NDC, en 2003, Jaentschke trabajó en el programa de formación de líderes de gobernabilidad del Programa de las Naciones Unidas (PNUD).
Bajo la dirección de Alfredo Missair, en 2006, es promovido como coordinador del área Costa Caribe, hasta que en enero de 2007, después de las elecciones presidenciales que ganó el FSLN, se integró al Gobierno de Ortega como vicecanciller y desde entonces justificó la política del régimen para cerrar los espacios de participación de la sociedad civil.
A raíz del estallido de la Rebelión de Abril, en 2018, Jaentschke se destacó por sostener una línea de defensa de Ortega en los foros internacionales, justificando la represión que dejó 355 muertos, 2000 heridos, centenares de presos políticos, y centenares de miles de exiliados.
Jaentschke, a pesar de constantes nombramientos y aparentes caídas en desgracia, forma parte de un equipo de funcionarios y ministros originarios de la Costa Caribe que corresponden a una cuota de poder para el magistrado electoral sandinista Lumberto Campbell.
“Su padrino político en el Gobierno de Ortega ha sido siempre Lumberto Campbell”, dijo la fuente del FSLN a CONFIDENCIAL en el reportaje “Valdrack Jaentschke: El perseguidor de oenegés que manejó fondos millonarios de USAID”.
En su discurso ante los embajadores acreditados en Nicaragua, el 11 de septiembre de 2024, Jaentschke aseguró que seguirá trabajando “por terminar de construir un mundo multipolar, en el que las naciones se reconocen como iguales por el bienestar e inclusión de toda la humanidad”.
Prometió que “mantendrá los canales de comunicación establecidos, ya que es importante para la construcción de una amistad sólida y duradera”. Sin embargo, la política de relaciones internacionales del régimen de Ortega ha sido de discursos virulentos y de aislamiento internacional.