19 de diciembre 2024
“Me quitaron la ropa y me mantuvieron desnuda y arrodillada”, relató al Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, una expolicía que desertó en 2018, aunque meses después fue detenida ilegalmente y violada en una delegación policial.
“Me decían que se desquitaban el tiempo que no estuvieron con sus mujeres por culpa de nosotros, y que me iba a arrepentir hasta de haber nacido”, recordó la mujer, quien fue postrada sobre una mesa para ser violada por los mismos colegas de la institución a la que perteneció.
Aunque su caso ocurrió entre 2018 y 2019 —no se revela la fecha exacta para proteger su identidad—, su testimonio fue recuperado recientemente y se incluyó en el noveno informe “Observatorio Nicaragüense Contra la Tortura”, publicado por el Colectivo en diciembre de 2024.
En el documento, además, se registra una serie de torturas sexuales cometidas por agentes de la Policía Nacional, el brazo represor de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Los abusos contra los presos políticos van desde amenazas hacia sus familiares, desnudez forzada, descargas eléctricas en los testículos, abusos sexuales y la violación, la forma más grave forma de agresión sexual.
“De las 229 personas documentadas durante estos seis años, al menos 131 de ellas han denunciado ser víctimas de desnudez forzada y a 19 de ellas les tomaron fotos desnudas, incluso en múltiples momentos y centros de detención”, reveló el Colectivo.
Violaciones sexuales entre 2018 y 2019
Además han documentado 19 casos de personas amenazadas de ser violadas, mientras otras 18 han sido víctimas de abusos sexuales y amenazas, y 13 han sido violadas, incluidos hombres.
“El sufrimiento que llegan a sentir las víctimas de violación es tal que al menos una víctima se suicidó estando en el exilio y otra se ha intentado suicidar posterior a este crimen”, denunciaron.
Los casos de violación documentados ocurrieron, entre 2018 y 2019, en las instalaciones antiguas del “Chipote” en Managua, la estación policial de Masaya, y también algunos centros clandestinos o irregulares de detención.
“En su mayoría estas violaciones fueron realizadas múltiples veces contra las personas presas políticas, afectando principalmente a las mujeres, ya que al menos diez denunciaron este crimen en su contra”, subrayó el Colectivo.
Agresiones contra hombres
Los hombres también han sido víctimas de torturas sexuales. En 2023, el Colectivo conoció de dos presos políticos que fueron quemados con choques eléctricos y hasta con un asador caliente en los testículos.
“Me bajaron los pantalones y me pasaron un asador caliente por los testículos. Me arrancaron los pelos (vellos púbicos) con las manos”, denunció un preso político.
Otro reo de conciencia dijo que dentro de la cárcel “La Modelo” le pusieron un táser en sus genitales. “Recibí muchos golpes y descargas”, aseguró.
Imponen la desnudez forzada
La Policía impuso la desnudez forzada como parte de los procedimientos de ingreso tanto al Distrito III de la Policía en Managua como al Centro Penitenciario “Jorge Navarro”, conocido como “La Modelo”. En ambas prisiones, destacó el Colectivo, los presos políticos fueron desnudados indistintamente ante funcionarios del mismo sexo o del sexo opuesto.
“Les exigían hacer varias sentadillas o flexiones y en algunos casos les tomaron fotografías estando desnudas”, señaló el Colectivo.
Una de las presas políticas denunció que durante una consulta médica, una mujer (no especifican si fue la doctora o alguna funcionaria del penal) la obligó a desnudarse y sin explicación ni consentimiento le tomó fotos de su ano.
Del grupo de desterrados a Guatemala, el Colectivo entrevistó a 37 y de estos al menos 22 denunciaron que fueron víctimas de desnudez forzada y a siete mujeres las fotografiaron estando desnudas y a dos les amenazaron con violarle a sus hijas.
“En el interrogatorio en Managua no me agredieron físicamente, lo atribuyo a la fe, ahí había cubanos, usaban unas chaquetas negras, mi agresión fue psicológica, me amenazaron con secuestrar y violar a mis hijas, yo sabía que lo podían hacer, hubiera preferido golpes a escuchar eso”, dijo la excarcelada.
Otros presos políticos dijeron que fueron tocados en sus genitales y que incluso sus mamá y abuela, ambas mayores de 60 años, fueron tocadas en su partes intimas cuando fueron a visitarlos a “La Modelo”.