2 de noviembre 2024
“Me obligaron a orinarme en la sala de interrogatorios y luego me exigieron que limpiara los orines con mi camiseta, y estando así de sucia me la tuve que volver a poner”, narró uno los de 14 presos políticos religiosos y laicos excarcelados que brindaron su testimonio al Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
El colectivo recopiló los testimonios de siete religiosos y siete laicos, incluyendo a trabajadores de organizaciones religiosas canceladas, que fueron presos políticos de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en 2023. Los presos políticos describieron los golpes, las amenazas, las humillaciones y las privaciones que vivieron desde que fueron detenidos hasta su destierro.
“Luego de ser detenido por haber participado en la judea, lo iban golpeando en reiteradas ocasiones, le decían que lo iban a matar mientras lo pateaban y golpeaban en la espalda con la tonfa, en este traslado lo amenazaron diciéndole que lo iban a violar”, describe el Colectivo en el boletín: “Crímenes De Lesa Humanidad Contra Las Personas Religiosas En Nicaragua”.
Siete de los 14 exreos políticos religiosos y laicos afirmaron que fueron golpeados con puños, tonfas y también recibieron patadas. A otros tres se les amenazó de muerte a ellos y a sus familiares y en al menos en un caso golpearon a su progenitor durante la detención.
“Los laicos fueron agredidos verbalmente durante los interrogatorios, cuestionándolos de cuánto les pagó la Iglesia, principalmente católica, incluso llegando a decirles: ‘¿no sabes que las procesiones están prohibidas?’”, apunta el documento.
El Colectivo incluyó en el informe algunos fragmentos de los testimonios, sin embargo, el nombre de los excarcelados fue reemplazado por un código en un intento por proteger su identidad.
“Les dije que me pegaran un tiro”
A uno de los presos lo tuvieron en interrogatorio por más de siete horas y durante ese tiempo lo privaron hasta de tomar agua. Les dije que “me estaba muriendo de sed y que tenía seca la garganta. El oficial se levantó y apareció con otro oficial y con una botella de agua. Se la tomaron los dos y no me dejaron ni una gota”, contó.
Después, prosiguió, “me preguntó: ‘¿tenés sed?’ Y me dijo: ‘ya vamos a terminar’. Como a las 2:30 (de la madrugada) me llevaron a tomar las huellas, me retorcía la mano, y me dijo ‘si no la ponés bien, te voy a quebrar la mano’. Le dije que me estaba lastimando, y me dijo que colaborara si no quería que me lastimara. Me tomaron medidas, peso, y me fotografiaron”, describió el exreo.
El excarcelado político identificado con el código código HDU6541-8580 pidió ir al baño, pero no lo dejaron. “Eran como las 3:30 de la madrugada, le dije que no miraba, que me iba a desmayar, él quería que siguiera hablando, le dije que me pegara un tiro, que yo no aguantaba. Me llevó a la celda y me dijo que ahí había agua, pero era mentira, ahí sólo había una pila de agua para el inodoro”, recuerda.
"Me quebraron un diente y apuntaron con el arma en la cabeza"
“Cuando me entrevistaban me golpeaban en la cabeza. Cargaban el arma y la ponían en la mesa” para que contestara, recordó el exreo político laico identificado por el Colectivo con el código ZUT0507-2905.
El laico contó que los golpes aumentaban en cada interrogatorio. “Me golpeaban en la cara, me quebraron un diente, me golpearon con un AK. Un policía me puso el arma cargada en la frente y me decía que hablara”.
“Lloré en ese momento y después me puso el arma en la espalda. Me golpeó el estómago y dijo que me sacaran. Me llamó payaso”, agregó.
A uno de los exreos políticos religiosos lo colgaron por varias horas, por lo que se le inflamó todo el cuerpo. Las torturas llevaron al punto de pensar en la muerte a una de las laicas identificada con el código KQB2910-0902. “Si supieran lo que pasé. Yo quería matarme esa vez”, dijo. Otro de los presos confesó que “antes de mi liberación mi cuerpo ya no aguantaba más”.
La Policía intentó que los presos políticos laicos declararan en contra de los sacerdotes. Mientras, que los reos religiosos les cuestionaban su fe. Les decían que de la Biblia “comen un montón de mentirosos”.
Desnudez forzada
Al menos nueve de los 14 presos políticos aseguraron que fueron victimas de violencia sexual, caracterizada por desnudez forzada. “Las víctimas fueron obligadas a hacer sentadillas cuando estaban desnudas y en ocasiones estas eran realizadas frente a agentes de policías del sexo contrario”, detalla el Colectivo.
“Eran agresivos, siempre usaban la violencia psicológica”, dijo uno de los laicos, identificado con el código IJR1368-9610, quien fue obligado a permanecer con las manos hacia arriba durante hora y media.
Los presos políticos también fueron privados de atención médica y de sus medicinas. El reo de conciencia identificado con el código WCO9937-0484 contó que no le brindaron medicinas para la diabetes y la próstata, dos afecciones que él informó desde que fue detenido.
“Mi cuerpo se dormía de cansancio y sudaba bastante y me daban ataques de pánico y cero apetito, la ansiedad me da por no comer y lloraba todo el día”, dijo otro excarcelados políticos, a quien lo privaron de sus medicinas.
Al menos dos laicos, producto de las condiciones en las que se encontraban y no poder tener acceso a revisión médica, desarrollaron hipertensión arterial, afirma el Colectivo Nicaragua Nunca Más.
Las víctimas se sentían en un estado de indefensión total, reitera el Colectivo. Una de las laicas encarceladas le pidió a uno de los oficiales que no le gritara, que recordarán los derechos de la mujer y este respondió:
“¿Y qué? ¿Vas a poner la denuncia? ¿Dónde? ¿En los Derechos Humanos? Si los derechos humanos no existen en Nicaragua”, le respondió.
Extorsionaron a familia: les pidieron tres mil dólares por su libertad
Los familiares de los presos políticos también fueron extorsionados. Una de las excarceladas contó que su hija pagó 1000 dólares a cambio de que le dejaran ver a su mamá. “Ella desesperada pagó y después le llevaron un papelito para que llamara por mi caso", describió la excarcelada y agregó que después "le pidieron 3000 dólares por mi libertad”, pero no los pagó.
“Hay funcionarios del Gobierno que tienen esta información empiezan a pedir dinero para decir que porque pagaron ese dinero nos liberaron, eso fue en abril y acercándose julio (2024) le dijeron que diera lo que tuviera”, agregó.
A otra familia de otra rea también le pidieron 3000 dólares y le dijeron “llega mañana a las seis que allí te la van a entregar”.
La prisión te "desbarata el alma"
Entre febrero de 2019 y septiembre de 2024, han ocurrido 14 excarcelaciones de presos políticos, según un conteo de CONFIDENCIAL. Los patrones de estas liberaciones han cambiado, en principio a los reos de conciencia se les permitió quedarse en Nicaragua, pero desde 2023 son expulsados y desnacionalizados.
La lista de presos políticos incluye activistas, opositores, feligreses, ciudadanos, militantes FSLN y sacerdotes. Todos admiten sufrir daños físicos y emocionales por las condiciones carcelarias y de represión que vivieron.
“Quien entra a esa prisión se le desbarata el alma. Cuando me liberaron me costó procesar estar en un lugar digno, el daño psicológico me hizo sentir que estaba en un lugar indigno que era la cama limpia, comencé a llorar y darme cuenta de lo incómodo que es la prisión y la vida”, dijo uno de los laicos desterrados.