13 de enero 2024
El Ministerio de Salud (Minsa) cumplió un año sin actualizar el Mapa de Salud de Nicaragua, la plataforma estadística que incluye datos sobre las hospitalizaciones, las defunciones, los pacientes crónicos, las epidemias y otra información que permite monitorear la situación de salud del país.
El Mapa solía actualizarse dos o tres veces al año desde 2020. Esto permitió que durante la pandemia se conociera el exceso de mortalidad en Nicaragua relacionado a la covid-19, los departamentos más afectados y el avance de la vacunación por regiones.
Así como el aumento sustancial de la población crónica y de las hospitalizaciones en los tres años de pandemia. También permitía monitorear el impacto de las epidemias a nivel nacional porque incluye información de los 19 Silais. Sin embargo, en 2023 no hubo ninguna información.
“Es lamentable que se haya decidido mantener el pueblo a oscuras por falta de información, pero esta es una característica que se ha implantado del sistema de gobierno que hay en Nicaragua. Entre más se maneja el secretismo y con la falta de información es mejor para que el Gobierno maneje las situaciones a su voluntad como pasó con la covid-19”, opina el epidemiólogo Álvaro Ramírez.
Sin estadísticas vitales
La información sobre temas de Salud tampoco ha sido actualizada a través del compendio de estadísticas vitales que publica el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide). El último anuario que publicó esta institución cubre hasta 2021. Mientras, los boletines epidemiológicos se han publicado con varias semanas o meses de desfase.
El vacío de información tampoco fue evadido a pesar que en 2023, Nicaragua registró el segundo brote de dengue más alto de los últimos 20 años y fue por las estadísticas publicadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que se supo que hubo cuatro fallecidos y 173 131 contagios.
También se conoció que, en 2023, Nicaragua tuvo la tasa de incidencia por 100 000 habitantes de dengue más alta de América, mientras el Minsa manejó el brote en silencio. El Mapa de Salud también permitió identificar el incremento de casos psiquiátricos y cardíacos tras la pandemia.
“Probablemente como notaron que cada vez que publicaban el Mapa de Salud se hacían comentarios sobre el incremento de enfermedades y la sobremortalidad que era parte de la negación que el Gobierno, así que es lamentable y creo que esto va para largo”, valora Ramírez, quien fue director de epidemiología del Minsa en los años 90.
La última información que se tiene sobre la Salud en Nicaragua es que la población crónica pasó de 422 982 que tenía en 2019 a 711 627 en 2022; el tumor de hígado ahora ocupa la primera causa de defunción de cáncer en el país, antes era el de estómago; los casos nuevos de VIH han incrementado desde 2020, así como la tuberculosis.
Avance en Salud reducido a infraestructura
Mientras, el régimen de Ortega impone el sigilo en la información de Salud del país, sus funcionarios reducen los avances en la construcción de infraestructura. “En esta segunda etapa de la Revolución se ha construido la red de hospitales públicos más grande de Centroamérica con 75 unidades de salud”, destaca la propaganda oficialista.
En 2023, se ejecutaron 203 obras que incluyen el mejoramiento de 11 hospitales departamentales, regionales y nacionales, la construcción de un laboratorio epidemiológico y dos centros especializados. La mayoría de estas obras públicas pertenecen a donaciones extranjeras, según se evidencia en los informes de cooperación externa.
Para 2024 anuncian que será entregado el Hospital Departamental de Ocotal construido con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), también entregarán el Hospital Regional Nuevo Amanecer de Bilwi financiado con un crédito del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).