El médico forense que examinó el cadáver de Vilma Trujillo García, quemada en una hoguera por fanáticos religiosos en la lejana comunidad de El Cortezal, en el Caribe Norte de Nicaragua, aseguró durante el juicio que la víctima no se lanzó al fuego por su propia voluntad, tal y como alegó el acusado de homicidio, sino que fue quemada a una temperatura de 400 grados celsius por el grupo de imputados, miembros de una iglesia evangélica que supuestamente pretendía sacarle a Trujillo unos demonios.
El forense Ricardo Larios dijo durante la audiencia que la joven no padecía trastornos mentales y que si tomó un machete, como se relata durante el juicio, fue como un acto de supervivencia, debido a que antes de ser lanzada a la hoguera, fue atada de pies y manos a un tronco de un árbol y golpeada.
Los religiosos son acusados de causar la muerte de la campesina en febrero tras lanzarla a una hoguera durante un ritual en la comunidad de El Cortezal, municipio de Rosita, en el Caribe norte de Nicaragua.
La Fiscalía sostuvo que el pastor evangélico Juan Gregorio Rocha Romero, de 23 años, planificó la muerte de Trujillo, junto con otros cuatro religiosos. Junto con Rocha, son juzgados sus supuestos colaboradores Esmeyda del Socorro Orozco Téllez, de 25 años; Tomasa Rocha Romero, de 24; Franklin Jarquín Hernández, de 28, y Pedro José Rocha Romero, de 26, todos miembros de la iglesia Visión Celestial, asociada a las Asambleas de Dios, cuyos representantes en Managua negaron el vínculo, pero cuyo presbítero en Rosita confirmó a Confidencial que la congregación forma parte de esta comunidad religiosa.
Según la Fiscalía, la víctima estuvo expuesta al fuego desde las 01.00 hasta las 05.00 horas, amarrada de pies y manos a un tronco, en contra de su voluntad. Después de esa hora, el grupo de religiosos regresó y oró por la mujer, y uno de ellos dijo que había tenido la revelación de lanzar el cuerpo de la víctima a la hoguera para sacar los "demonios", lo cual hicieron, aunque ella pedía auxilio, de acuerdo con el Ministerio Público.
Trujillo falleció en el hospital Lenin Fonseca, de Managua, a causa de quemaduras en el 80 % de su cuerpo, como resultado del ritual religioso practicado la madrugada del 21 de febrero.
Previo a la reanudación del juicio, un grupo de mujeres se plantó frente a los Juzgados de Managua solicitando justicia en el caso. "No son revelaciones, fue femicidio", gritaban, entre otras consignas, las mujeres que cargaban pancartas, megáfonos y exigían justicia. "Vilma fue víctima de la religión, del patriarcado que la juzgó porque tenía otro hombre", dijo la dirigente de la Red de Mujeres Contra la Violencia, Elia Palacios, durante la manifestación.
El juicio se desarrolla en el Juzgado Quinto del Distrito Penal de Juicio de Managua. Durante el primer día la fiscal Fabiola Mendoza dedicó su intervención para señalar la falta de humanismo de los acusados en contra de la víctima. Destacó que Trujillo permaneció por cuatro horas en la hoguera, tiempo suficiente para que el 80 por ciento de su cuerpo se quemara, y agregó que la joven pasó siete días en el hospital, teniendo así una muerte lenta y agónica.
“Por eso en su momento pediré un veredicto de culpabilidad, porque esta muerte no puede quedar impune cuando los actores están plenamente identificados”, dijo la fiscal al jurado de conciencia.
Los abogados defensores Isidro Trujillo y Maryuri Cabrera, apelaron al vacío legal de la acusación realizada por la fiscal Mendoza, y aseguraron que no se podía culpar a alguien por ser devoto a la religión cuando se está en un lugar alejado.
Testigo clave
Durante el segundo día del juicio, el pasado 25 de abril, la hermana menor de Vilma Trujillo, nombró en constantes ocasiones a Maritza Ramos, habitante de El Cortezal, quien presuntamente vio cuando estaban quemando en la hoguera a la joven.
La fiscal solicitó al juez Silva, llamar a Ramos para que estuviera en la audiencia del dos de mayo, fecha en que continuará el juicio. Mendoza agregó que la presencia de esta nueva testigo, es clave para todo el proceso.
Ese mismo día Roberto Trujillo, primo de la joven quemada en la hoguera, afirmó en su declaración que el pastor Gregorio Rocha dijo que iban a quemar a su familiar porque era el diablo y que debía “quemarse hasta que solo quedara la cabeza”. Continuó narrando que cuando llegaron a traer a la joven, esta se encontraba semidesnuda y en el suelo.
Catalino López Trujillo, padre de la víctima, declaró al juez Silva que al solicitar una explicación al pastor de por qué su hija estaba quemada, este le respondió que su familiar lo había hecho por espontánea voluntad.
“Ella estaba solita, con una camisita nada más, todo el cuerpo quemado, acostada en un brasero de ceniza y me dijo que le diera agua. Le di dos vasos y se quedó sin hablar”, contó el padre de Vilma.
Otro testigo que declaró fue Miguel Zamora, quien estuvo durante el ritual religioso y fue quien sacó a Vilma de la hoguera. “Le dije al pastor que le diera su cama y asistencia médica, pero él dijo que si lo obligaban a darle su cama, se iba a ir”, confesó Zamora.
Dentro de los testigos que ofreció la fiscalía también estaba Richard Larios, médico forense que realizó autopsia a Vilma. El galeno explicó que la joven fue expuesta al calor del fuego y que las quemaduras eran de segundo y tercer grado en diferentes partes del cuerpo, además que las probabilidades de vida eran pocas.
El juicio en contra de los religiosos continuará este martes dos de mayo.