27 de diciembre 2023
Tras un éxodo sin precedentes en 2022, con más de 300 000 nicas que se fueron del país, en 2023 la migración continuó y salieron unos 115 000 ciudadanos más de Nicaragua, sobre todo hacia Estados Unidos y Costa Rica, según datos recopilados por el especialista en temas migratorios y remesas e investigador de Diálogo Interamericano, Manuel Orozco.
El descenso del flujo migratorio, en particular hacia los dos principales países destino, se dio, en parte, porque los Gobiernos establecieron restricciones para solicitantes de asilo ante el pico registrado en 2022.
Según datos de la División de Estadística de las Naciones Unidas y proyecciones de Orozco, en 2023 ya hay 1.5 millones de nicaragüenses viviendo en el exterior, equivalente al 22% del total de la población. En los últimos cinco años se ha registrado un incremento en más del doble de la población migrante, a partir del estallido de la crisis sociopolítica en Nicaragua y la radicalización del régimen Ortega Murillo.
El experto advierte que la disminución del flujo en 2023 también se debe a que ya han salido 600 000 personas en los años anteriores. “La intención de emigrar no cambia. El porcentaje de personas en los hogares que dice que va a emigrar se mantiene en un 50% a lo largo del 2023”, explica.
Unos 55 000 llegan vía parole a EE. UU.
El parole humanitario, un mecanismo de migración regular ofrecido por Estados Unidos a nicaragüenses a partir de enero de 2023, cambió la vida de aproximadamente 55 000 ciudadanos que pudieron tramitar a lo largo de este año esta categoría migratoria que les permite vivir y trabajar en ese país por dos años.
El Gobierno del presidente Joe Biden anunció la extensión de este programa especial —que inicialmente se enfocó en venezolanos—, para nicaragüenses, cubanos y haitianos. Los interesados deben contar con un patrocinador en Estados Unidos, llegar por la vía aérea y cumplir con el proceso de selección. A la vez, Estados Unidos restringió la posibilidad de pedir asilo en sus fronteras terrestres a los migrantes nicas y de otras nacionalidades.
Ese cambio en la política migratoria estadounidense disminuyó la intensidad del flujo migratorio nica hacia el norte, pues quienes se dispusieron a emigrar de forma regular debían buscar a un patrocinador primero. Algunos nicaragüenses continuaron saliendo de forma irregular y vía terrestre hacia México para solicitar asilo a través de una aplicación móvil llamada CBP One, pero se trata de una cantidad mucho menor en comparación con quienes llegaron por tierra en 2022.
Parole cambia perfil del migrante nica
El perfil del nicaragüense que abandonó el país este año se vio fuertemente influenciado por parole estadounidense. Quien se benefició de este mecanismo es aquella persona que tiene a un familiar en Estados Unidos con recursos para patrocinarle. Es alguien que está por encima de la pobreza, posiblemente de clase media o media alta, explica el investigador. Es, por lo general, una persona entre 20 y 30 años y con estudios técnicos o universitarios.
“Al terminar este año vamos a tener cerca de 80 000 nicaragüenses que llegaron a Estados Unidos, de los cuales unos 55 000 lo hicieron bajo parole, unos 10 000 llegaron por tierra, con la cita a través de CBP One. El resto es gente que cruza la frontera sin ser detectada”, detalla Orozco.
La continuidad del parole en 2024 dependerá de la decisión a la que llegue el Poder Judicial de EE. UU., ya que hay un juicio pendiente de resolución en que se plantea su eliminación, aunque también está a expensas de la Administración del presidente Biden, por lo que su existencia en 2024 no puede darse por sentado.
“Ellos van a sopesar si la cuota de 30 000 personas (seleccionadas) por mes no se está cumpliendo o si la capacidad de administración de ese proceso es pesada, podrían decidir eliminarlo y buscar otras alternativas (de categoría migratorias), como el aumento de las visas H2B de trabajo laboral no calificado”, estima Orozco.
Migrantes nicas prefieren irse a EE. UU.
Costa Rica, que por décadas se posicionó como el primer destino de los nicas, experimentó también un descenso en la cantidad de nicas que llegaron en 2023.
Según datos de la Dirección de Migración y Extranjería de Costa Rica (DGME), de enero hasta octubre de 2023 recibieron 25 451 peticiones de refugio por parte de nicaragüenses. El número total de nicas que se fueron a Costa Rica durante 2023, Orozco lo calcula en menos de 40 000.
“Esa disminución fue producto de las restricciones que puso el Gobierno del presidente Rodrigo Chaves para solicitar refugio, en combinación con que la gente miró como mejor opción seguir yendo a Estados Unidos”, explica el especialista y agrega que esa tendencia se ve desde 2022.
Sin embargo, existe un acumulado de 222 511 solicitudes de refugio presentadas por nicaragüenses entre 2018 y octubre de 2023. Entre 2019 y octubre de 2023, las autoridades migratorias han resuelto solamente 12 678, de las cuales 8159 han sido aprobadas y 4519 han sido rechazadas. Un cambio significativo en el sistema de refugio costarricenses es que, a partir de diciembre de 2022, hay un máximo de 70 cupos diarios para solicitar asilo.
Para los solicitantes de refugio en Costa Rica, este fue un año en que debieron lidiar con las nuevas trabas para contar con un permiso laboral y otros obstáculos, a raíz de unos decretos firmados por el presidente Chaves, aunque algunos de esos impedimentos fueron revertidos por la Sala Constitucional, por ser violatorios de los derechos humanos.
Orozco apunta que el uso de puntos ciegos, es decir, el cruce irregular de migrantes entre Nicaragua y Costa Rica, se ha reducido y ha quedado predominantemente para usos de emergencia.
La migración nica hacia España
Orozco calcula que, en los últimos dos años, cerca de 10 000 ciudadanos han salido de Nicaragua hacia España, que se ha convertido en el tercer principal destino de los nicaragüenses. Gracias a esfuerzos para asistir a refugiados y solicitantes de asilo por parte de organizaciones como Acnur (la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados) y OIM (la Organización Internacional para las Migraciones), decenas de nicas llegaron a España como parte de un programa de reasentamiento llamado Movilidad Segura.
En el caso de México, el especialista asegura que los nicas están quedándose más tiempo en su afán por llegar a Estados Unidos, en parte para esperar la notificación de su cita de solicitud de asilo vía la aplicación CBP One. Otros se quedan para intentar de nuevo, si en el primer intento fueron detenidos y devueltos por la patrulla fronteriza estadounidense, pero no es un sitio de acogida para los migrantes nicas.
Flujo migratorio nicaragüense seguirá abierto en 2024
Orozco proyecta que la migración no se detendrá en 2024, y que otros 120 000 nicaragüenses saldrán. El efecto más importante de este flujo que no se detiene es el envío de dinero de los migrantes a sus familias en Nicaragua.
Las remesas en 2023 representaron el 30% del producto interno bruto nacional, significaron una inyección de cerca de 5000 millones de dólares a la economía nacional, disparando el consumo.
“Se han convertido en un alivio económico para los nicaragüenses. Eso no significa que la crisis política haya desaparecido del imaginario político, la gente vive con la cultura del miedo, por la represión, extorsión, intimidación, pero el alivio económico hace que comás mejor”, explica el experto sobre la situación de al menos el 60% de los 1.6 millones de familias nicaragüenses.
Sin embargo, el costo de la vida no dará tregua y el precio de la canasta básica seguirá subiendo por lo que para algunos la solución será llevarse a la familia. “Lo que veremos es una tendencia parecida a lo que ha ocurrido desde 2018 en el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras, El Salvador), que prácticamente la mitad de la migración es de grupos familiares”, estima.
Régimen propicia el uso de Nicaragua como “trampolín”
El año 2023 estuvo marcado también por un fuerte flujo de personas de Cuba, Haití, Venezuela e, inclusive, migrantes extracontinentales que pasaron por Nicaragua como parte de su travesía para llegar a Estados Unidos.
Por un lado, se mantuvo el paso de quienes viajaron desde el sur del continente, atravesaron la Selva del Darién y llegaron al istmo centroamericano. Al tratarse, en ciertos momentos, de unas 2000 personas diarias, Costa Rica reportó dificultades para lidiar con la asistencia humanitaria para estas personas, declaró emergencia y optó por coordinar buses que salieran desde el sur del país directo hasta la frontera con Nicaragua para impedir que los migrantes se quedaran varados en territorio costarricense.
Al llegar a Nicaragua, los migrantes, principalmente venezolanos, denunciaron ser víctimas de autoridades nicaragüenses que les cobraban hasta 150 dólares por un salvoconducto para atravesar el país.
Orozco proyecta que la migración venezolana va a disminuir, pero no porque haya elecciones, ni porque la economía esté mejor, sino porque ya ha salido una gran cantidad de gente. “Este año salieron 750 000 venezolanos, el año pasado también. Ya son casi ocho millones de venezolanos que han emigrado. La gente que se está quedando es porque no puede irse”, apunta.
El aeropuerto internacional Augusto C. Sandino en Managua fue escala de decenas de miles de cubanos y haitianos, gracias a que el régimen propició nuevas rutas aéreas desde el Caribe, principalmente desde La Habana, Cuba; y Puerto Príncipe, Haití, al ver la demanda de migrantes que podían pagar un tiquete aéreo de vuelos chárter para acortar su ruta rumbo a EE. UU.
Según los cálculos de Orozco, entre agosto y octubre de 2023, unos 268 vuelos procedentes de Puerto Príncipe aterrizaron en Nicaragua con más de 30 000 pasajeros que luego siguieron su viaje hasta la frontera entre México y Estados Unidos.
Sin embargo, en noviembre, el Gobierno estadounidense anunció sanciones para empresas que incentivaran la migración irregular hacia EE. UU., por lo que los vuelos chárter disminuyeron considerablemente casi de forma inmediata.
“La ruta Haití-Nicaragua prácticamente se ha eliminado. Los vuelos cubanos a Managua se han reducido sustancialmente, desde Providenciales (Islas Turcas y Caicos) todavía ocurren, pero en menor intensidad. Creo que el uso de Nicaragua como un trampolín ha sido al menos temporalmente detenido. No quiere decir que las migraciones cubana y haitiana se vayan a detener, sino que buscan nuevas rutas. Puede que se formalice una trayectoria de vuelos comerciales entre Cuba y Nicaragua con más vuelos, en vez de vuelos chárter, pero no va a tener la magnitud que tuvo hasta ahora”, explica.
Por otro lado, en el país destino de todas estas migraciones, la Administración Biden seguirá intentando contener la entrada de personas, máxime que 2024 será año electoral. Orozco destaca que tres millones de personas llegaron a la frontera estadounidense en 2023, prácticamente el 1% de la población de Estados Unidos.
“Eso ha creado un debate político muy grande sobre la ineficiencia del Gobierno de Biden, por lo que —estima el experto— creará más controles lo cual aumentará la tasa de expulsión de migrantes”.