9 de mayo 2019
El procurador general de la república, Hernán Estrada Santamaría, renunció al cargo que desempeñaba desde el año 2007, alegando motivos de salud. La dimisión del alto funcionario del régimen de Daniel Ortega se conoció este miércoles cuando se encuentra fuera del país; sin embargo, la renuncia habría sido presentada el pasado siete de mayo.
En la carta de renuncia Estrada señala: "He conducido esta entidad con el mayor empeño, compromiso y disciplina hasta el umbral de mis capacidades y esfuerzo físico y mental que mi energía no escatimó: hasta el delicado accidente que sufrí sobre la Carretera Sur regresando a mi casa. Como es de su conocimiento, desde entonces estoy en la lucha diaria para recuperarme de graves secuelas y lesiones que espero superar".
"Los médicos que me atienden me han dicho que es imposible poder optar a una recuperación con las características de mis actuales responsabilidades, y ciertamente en vez de mejorar, mi salud ha empeorado. Ante esta situación, pongo a disposición suya mi cargo, por no estar en capacidades de ejercer a plenitud la variedad y multiplicidad de tareas que implica", continúa el escrito.
Minutos después que trascendiera la información el Gobierno de Ortega emitió una nota que dice: “Cumplimos con informar a nuestro pueblo que en días recientes puso a disposición su cargo ante el presidente de la república, por razones de salud, el compañero Hernán Estrada Santamaría, quien hasta la fecha de su carta fungió como Procurador de la República”.
“El presidente de la República, comandante Daniel Ortega, aceptó su renuncia y agradeció al doctor Hernán Estrada Santamaría, por su trabajo dedicado y eficiente desde la responsabilidad que ocupó con nuestro Gobierno”, agrega el escrito.
Régimen de Daniel Ortega confirma la renuncia del procurador Hernan Estrada. pic.twitter.com/d4baXX7BPZ
— Yader Luna (@Lunacero) 9 de mayo de 2019
Una fuente consultada por CONFIDENCIAL dijo que la renuncia de Estrada era algo que se rumoraba desde hace algún tiempo en los pasillos de la PGR, ya que “con la (Ley Global) Magnistky y la Nica Act a la vuelta de la esquina es mal momento para ser Procurador”, comentó la fuente.
“No quedaría piedra sobre piedra”
En los últimos años Estrada optó por mantener un perfil bajo; sin embargo, su carrera política ha estado matizada de exabruptos y la utilización del cargo, de forma incondicional, para favorecer a Ortega en el poder.
En el año 2008 el abogado del Estado afirmó a los periodistas que “bastaría un llamado del jefe del Estado, del líder político del FSLN, Daniel Ortega, y no quedaría piedra sobre piedra sobre ningún medio de comunicación que fuera adversario”, dijo.
“Si el comandante Daniel Ortega dispusiera llamar a las calles, no quedaría piedra sobre piedra sobre este país y sobre ninguna emisora y sobre ningún canal de este país, pero, gracias a Dios no lo ha hecho por la sabiduría y serenidad del gobernante que tenemos”, afirmó Estrada entonces.
En 2009 la Policía Nacional desmintió un supuesto atentado contra su persona.
A Estrada también se le recuerda por ser quien legalizó la piñata de la Distribuidora Nicaragüense de Petróleo (DNP). Las operaciones de esta distribuidora de carburantes fueron compradas a sus antiguos arrendatarios, una empresa suiza llamada Glencore, usando fondos del acuerdo petrolero con Venezuela. En enero del 2012 descubrió que las operaciones de la DNP no pertenecían al Estado, sino que estaba bajo control de personeros y miembros de la familia presidencial.
El otrora procurador también fue señalado de legalizar despojos de propiedad a ciudadanos particulares, con tal de favorecer ya sea al Gobierno o a sus allegados.
Arrogante...y sonriente
Aunque en su carta Estrada reitera su fidelidad con Ortega, un cable diplomático emitido el 23 de noviembre de 2009 por el entonces embajador de Estados Unidos en Nicaragua, Robert Callahan, filtrado por Wikileaks mostraba el descontento del ahora exfuncionario orteguista por no haber sido nombrado embajador en Washington.
“Al procurador Hernán Estrada le gustaría ser embajador en Estados Unidos (…) Durante una reciente reunión con el Embajador (Callahan), Estrada intentó demostrar su conocimiento de las cuestiones bilaterales y su dominio del inglés. Como exembajador en Alemania y Austria en la década de 1980, Estrada tiene la experiencia para dirigir una misión diplomática, pero sigue siendo un leal sandinista de la línea dura, que sigue las órdenes de Ortega y la primera dama Rosario Murillo”, detallaba el documento.
“Aunque Estrada se enorgullece de ser de la élite intelectual del partido sandinista, es un descarado soldado de a pie del FSLN que aplica y defiende las políticas de Ortega. Estrada también sirve como uno de los portavoces no oficiales del Gobierno. Estrada puede ser una persona arrogante, difícil, y evasiva un minuto; y sonriente, efusiva, y encantador al siguiente”, escribió el diplomático estadounidense.