3 de diciembre 2016
Durante tres años y tras ochenta y dos protestas, el movimiento campesino anticanal no ha logrado que algún funcionario del gobierno de Daniel Ortega escuche sus demandas contra Ley 840, que establece la onerosa concesión de sus tierras para la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua. Del gobierno, lo único que han conseguido son burlas, hostigamiento y represión.
Sin embargo, el obispo de Chontales, René Sándigo, desacreditó este viernes al movimiento al afirmar que este “quizá” no ha agotado la vía del diálogo con el gobierno y lamentó que a su juicio, los campesinos “son manipulados y conducidos” y puestos “en medio del sándwich, de intereses y de un trasfondo político”, por el cual culpó al Movimiento Renovador Sandinista (MRS) y a organizaciones no gubernamentales que no identificó.
“El MRS siempre ha estado presente ahí, manipulando a nuestros campesinos, y organizaciones no gubernamentales que cogen a nuestros campesinos por aquellas demandas tal vez justas, o justas, y los lanzan como punta de lanza para ser maltratados y encarcelados”, opinó Sándigo.
Sus declaraciones se produjeron a la salida del encuentro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro. El mismo en el que el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, aseguró que los obispos expresaron su condena a las “agresiones que no veíamos desde el tiempo de la dictadura de Somoza”.
En contraste con el obispo de Chontales, el obispo Báez expresó en su cuenta de Twitter su “solidaridad con el movimiento campesino en defensa de la tierra, el lago y la soberanía”, que calificó como “¡El movimiento social más auténtico del país!”.
La líder del movimiento campesino anticanal, Francisca Ramírez, respondió a Sándigo que “los campesinos somos gente progresista” que ha decidido “luchar y alzar la voz porque somos gente pensante, inteligente, que no está interesada en el dinero”.
“Sándigo nunca ha escuchado a doña Chica”
La presidenta nacional del MRS, Ana Margarita Vijil, aseguró que le “extraña una respuesta así de un sacerdote sobre su pueblo”.
“Conozco personalmente a muchos de los campesinos que han protestado beligerante y valientemente estos años por sus tierras y sus derechos. Personas inteligentes, con liderazgo, credibilidad y criterio propio para tomar sus decisiones. Decir que alguien los puede manipular solo demuestra, en el mejor de los casos, desconocimiento”.
Vijil agregó que como nicaragüense se siente “muy orgullosa del talante de las y los campesinos que nos han dado un ejemplo de valor a todo el país” y de manera particular a doña “Chica” Ramírez.
Por su parte, la abogada del movimiento campesino anticanal, Mónica López Baltodano, comentó que “las palabras de Sándigo evidencian un profundo menosprecio clasista por el campesinado de Nicaragua”.
“Está claro que su postura también expone abiertamente su desobediencia a la máxima autoridad de su propia Iglesia, pues mientras el papa Francisco se reúne con respeto y admiración por los movimientos sociales que luchan por la justicia, Sándigo se dedica en Nicaragua a menospreciarlos, sustituyendo su deber pastoral por una vergonzosa sumisión al régimen”, criticó López Baltodano.
El abogado y exdiputado liberal Eliseo Núñez, miembro del Frente Amplio por la Democracia (FAD), también escribió en Twitter que “el obispo Sándigo nunca ha escuchado a doña Chica, si lo hubiese hecho, ni se le ocurriría pensar que alguien así de digna es manipulable”.