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Juan Sebastián Chamorro: “Confiscación a Piero Coen es un ataque a la libre empresa”

“Inversionistas ven que no solamente confiscan a personas involucradas en política o las oenegés, sino que también están atacando a empresarios”

Juan Sebastián Chamorro

Juan Sebastián Chamorro, exdirector de Funides y exprecandidato presidencial. Foto: EFE

Carlos F. Chamorro

26 de junio 2023

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La confiscación ilegal del empresario Piero Coen Ubilla, presidente ejecutivo del Grupo Coen, tendrá “una repercusión negativa en el sector privado empresarial, pequeño, mediano y grande, y en la economía nacional”, considera el economista Juan Sebastián Chamorro, exdirector de Funides y exprecandidato presidencial.

El también exreo de conciencia durante casi 600 días en la cárcel de El Chipote, estima que la confiscación a uno de los principales empresarios del país, es una pasada de cuentas políticas, por la posición que Coen expresó durante las protestas de 2018, pero también “forma parte de un proyecto absolutista de Ortega de controlar el poder económico del sector privado”.


“A veces los empresarios tienden a ver el mundo político separado del económico y mientras puedan hacer negocios no pasa nada. Pero aquí están viendo que esto no se trata solamente de una represión a personas involucradas en la política o las oenegés, sino que también están atacando a empresarios, es un ataque a la libre empresa”, comentó Chamorro. 

La confiscación de propiedades, que está prohibida por la Constitución, se había enfocado hasta ahora en tres medios de comunicación, decenas de propiedades de organizaciones no gubernamentales y la finca de la familia Healy, el expresidente del Cosep, pero este viernes se conoció la confiscación ilegal a Piero Coen Ubilla, uno de los grandes empresarios del país. ¿Qué significa esta nueva confiscación?

Significa el avance del proyecto totalitario de Daniel Ortega, en controlar todo el poder posible en Nicaragua. La estrategia absolutista de Ortega va avanzando. Primero, tomarse todos los poderes políticos con la eliminación de los partidos, el ataque a la Iglesia católica, la destrucción de todas las oenegés, más de 3000,  el control de todas las alcaldías y la eliminación de todo tipo de participación civil. Y ahora le queda el poder económico del sector privado, y lo que estamos viendo es la consolidación de este proyecto absolutista, quiere meter mano al sector privado, y lo está haciendo, alimentado además con un discurso de odio hacia los empresarios, hacia los ricos, y un discurso (de odio de clases) hacia su base, tratando de justificar estas acciones ilegales.

El poder económico que tienen los empresarios es significativo, el 80% de la producción total de Nicaragua está en manos del sector privado, no solamente los empresarios grandes del país sino del sector privado en su conjunto, pequeñas, medianas y grandes empresas que son los principales empleadores del país. No es casualidad de que están confiscando a Piero Coen, en este momento; el grupo Coen, controla a través de la concesionaria que tienen en su poder todavía, el mayor flujo de recurso económico a través de las remesas, tal vez el 80% de la de las remesas que entran al país y que son significativas y que aumentaron el 60% el año pasado. 

Hasta este momento, Piero Coen, dice: “no he tenido ninguna notificación, ni he conocido ninguna sentencia”, pero al parecer o hubo un juicio en secreto o simplemente por la vía de facto, todas sus propiedades y su participación accionaria en sociedades ya ha sido intervenida por el Estado. ¿Esta confiscación es un acto político de venganza personal contra Piero Coen, o puede amenazar a las empresas de este grupo, que son muy diversas y además incluyen empresas agropecuarias, y de empresas de bienes raíces?

Creo que hay parte de ambos. Piero (Coen), efectivamente, tuvo una posición bastante marcada en 2018, con un discurso muy fuerte en su momento, hay una pasada de cuentas por eso, pero creo que esto obedece a un proyecto más amplio. Un proyecto absolutista que trata de quitar de los empresarios el poder económico que todavía ostentan. Esto va más allá de una pasada de cuentas de orden político, empieza con este Grupo, pero no descartaría que se estén dando otras acciones hacia otros sectores. 

Es interesante ver, por ejemplo, que curiosamente en estos días ha salido en los medios oficialistas una nota periodística de un supuesto nuevo negocio en el mercado Oriental, que se asemeja mucho a lo que vende PriceSmart, y ya sabemos que PriceSmart y Walmart están en serias dificultades por el acoso fiscal, y sale el vicealcalde de Managua elogiando a un sector privado afín de su proyecto político. Esto hay que verlo desde un punto de vista mucho más siniestro. Básicamente es la continuación de un proyecto. Lo dijo también muy recientemente el vocero oficioso (William) Grigsby, diciendo que Nicaragua se va a convertir a un país marxista-leninista, todo esto es parte de un plan orquestado para tener el control absoluto de los medios de producción.  

El empresario nicaragüense Piero Coen Ubilla, presidente ejecutivo del Grupo Coen. Foto: Grupo Coen

¿Qué impacto tiene esta confiscación en el sector privado, empresarial, nacional e internacional? Los sectores inversionistas, algunos que todavía contemplan y otros que tienen una presencia en el país.

En primer lugar, es una pésima señal para cualquier empresario, que el Gobierno de manera arbitraria está confiscando a un empresario que tiene ramificaciones en la agroindustria, en la ganadería, en Zona Franca, en el sector financiero. Esto tiene muy preocupados a inversionistas con los que hemos hablado en los últimos días sobre lo que está pasando en Nicaragua y la arbitrariedad, porque a veces los empresarios tienden a ver el mundo político separado del económico y mientras puedan hacer negocios no pasa nada. Pero aquí están viendo que esto no se trata solamente de una represión expresada en confiscaciones a personas involucradas en la política o las oenegés, sino que también están atacando a empresarios. Esto va a tener consecuencias serias sobre la inversión futura, sobre desinversión, empresarios van a decidir vender algunos de sus activos, en un ambiente en el cual no hay seguridad jurídica, ahora este problema se viene a que acrecentar porque lo que tenemos es un empresario en (Centroamérica) o en Estados Unidos viendo por las redes sociales cómo patrullas policiales se le meten a la casa de un empresario. Obviamente, se ponen en sus zapatos y dicen: este no es un lugar seguro para invertir.

Hay una reacción de silencio en el sector empresarial. Es cierto, que todos los gremios empresariales han sido cancelados, pero hemos intentado hablar con los principales empresarios del país y no hay reacciones. De forma anónima, sin embargo, hay una reacción de rechazo generalizado a esta confiscación contra Piero Coen.

Este miedo, este silencio es generalizado a la sociedad nicaragüense, cuando los niveles de represión han llegado a los niveles que están, la gente ni siquiera quiere hablar de temas políticos con los propios miembros de su familia. Entonces, es obvio y sobre todo empresarios que tienen tanto que perder. Es natural y esperable de que lo más que te puedan dar son declaraciones en el anonimato, porque cualquier cosa que hagan pública les va a caer la DGI al día siguiente, eso parte del plan de represión. Ahora están echándole mano a ese poder que todavía no lo han podido eliminar, porque Nicaragua es todavía una economía donde funciona el sector privado. Y con esto, reitero, no estamos hablando de cinco o seis grandes empresarios, sino de miles de emprendedores que comienzan desde un tramo en el mercado, de una municipalidad hasta la empresa más grande.

Este es un ataque a la libre empresa, esto es un ataque al sistema que debe de existir, de comercio y de capitalismo, en cualquier economía para poder desarrollarse. Lo que Ortega está queriendo hacer aquí es convertir esto en un proyecto estatizante donde el Gobierno, o su familia y sus allegados, tengan mayor participación de los medios de producción a través del chantaje, del acoso fiscal y de cualquier otra tipo de acción que le permita tener control de los medios de producción para acaparar más poder.

Hay una presión muy fuerte de parte de la Dirección General de Ingresos y de la Dirección de Aduanas sobre las empresas importadoras. Se está viendo ya en el desabastecimiento de PriceSmart. Pero, ¿esta confiscación es una operación política para arrodillar al sector privado en ese esquema de extorsión o tiene acaso un fin económico? ¿Puede Daniel Ortega, con su grupo privado empresarial y con el Estado, sustituir al sector económico empresarial?

Creo que Ortega está tratando de darle a sus allegados y a sus familiares, más poderes económicos y participación de empresas, y no descartaría de que este fuera una presión también para poderle echar mano a la concesionaria de las remesas que controla el grupo Coen. De tal manera, de que si hay un interés de tener poder económico, irle ganando terreno al sector privado tradicional a favor, en este caso, de sus familiares y allegados. Hay también, no hay que descartarlo, una revancha política detrás de todo esto, pero yo creo que hay que enmarcarlo dentro de un proyecto más amplio de eliminar fuentes de poder y en la fuente de poder, tener la capacidad económica de transferir las remesas de un país. Esa es una fuente de poder económico, en este caso muy valiosa, que estoy seguro que Ortega también está interesado en echarle la mano. Ortega entendió el sector privado como algo más general que simplemente cinco empresarios, tratan de reducir el poder que el empresariado puede tener en Nicaragua.

Las proyecciones económicas del Economist Intelligence Unit dicen que Nicaragua va a tener un crecimiento mediocre, 1.5% en los próximos dos, tres, cuatro años. Este cambio en el esquema político y económico, ¿qué incidencia puede tener en las proyecciones del país?

Debería de tenerla porque cuando alteras el ambiente de negocio de un país, como lo estás haciendo aquí, con una brutalidad ilegal como es la confiscación a un grupo económico importante, tenés una reducción en los flujos de inversión. Podés tener incluso salida de capitales, empresarios que estén decidiendo mejor liquidar activos en un ambiente poco seguro. Ciertamente, no invertir o reinvertir en la planta industrial o en los negocios existentes y sacar plata y reducir las inversiones. Eso no se visibiliza hasta en el crecimiento económico de los futuros años porque la inversión del día de hoy, empieza a rendir al año siguiente o a los dos, tres o cuatro años. Entonces, definitivamente esa senda ya mediocre de crecimiento económico que el Economist Intelligence Unit había pronosticado, debería de ser revisada hacia la baja. No se me ocurre por qué debería ser revisada hacia la alza, ya que esto es una pésima noticia para las inversiones del país.

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Carlos F. Chamorro

Carlos F. Chamorro

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Fundador y director de Confidencial y Esta Semana. Miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo. Ha sido Knight Fellow en la Universidad de Stanford (1997-1998) y profesor visitante en la Maestría de Periodismo de la Universidad de Berkeley, California (1998-1999). En mayo 2009, obtuvo el Premio a la Libertad de Expresión en Iberoamérica, de Casa América Cataluña (España). En octubre de 2010 recibió el Premio Maria Moors Cabot de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York. En 2021 obtuvo el Premio Ortega y Gasset por su trayectoria periodística.

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