22 de junio 2023
Autoridades de la Dirección General de Servicios Aduaneros (DGA), retienen entre 25 y 30 contenedores con mercadería propiedad de la transnacional PriceSmart, revelaron a CONFIDENCIAL al menos cinco ejecutivos de empresas comerciales y agentes aduaneros de Nicaragua, que pidieron mantenerse en el anonimato. Las imágenes de estantes vacíos en PriceSmart circularon por redes sociales y mensajería instantánea y fueron verificadas nuestro equipo periodístico.
La cadena de hipermercados, denominada “club de compras”, que tiene dos sedes en Managua, una en Plaza España y otra en Carretera a Masaya con 360 trabajadores, no respondió una solicitud de información de CONFIDENCIAL.
Una fuente del sector importador relató que hasta el martes 20 de junio de 2023 “le tenían aplicadas dudas de valor a las importaciones de PriceSmart que ingresan por Peñas Blancas”, con lo que la empresa ya tiene al menos un mes que no logra internar sus productos al país, “porque están debatiendo con Aduana los reparos impuestos a sus importaciones en meses pasados”.
La consecuencia de esto es que ha dejado de pasar por Peñas Blancas más de una veintena larga de contenedores en las últimas cuatro semanas, con productos procedentes de Puerto Caldera, (Costa Rica), de Panamá, o de industrias costarricenses que proveen a esa empresa.
El resultado es una cantidad de estantes inusualmente vacíos en PriceSmart de Carretera a Masaya, en las áreas de artículos eléctricos y enseres del hogar, mientras en el sector de alimentos no hay desabastecimiento aunque sí carencias de algunos productos como latas de atún en agua, huevos y algunos chips.
A lo largo de los últimos años y de forma consistente, empresarios han denunciado la campaña de extorsión que implementa la DGA, en la que también están la Dirección General de Ingresos (DGI) y las alcaldías, en especial la de Managua, destinada a aumentar ilegalmente las recaudaciones tributarias; a pedirles dinero para no imponerles multas.
La “certeza” de que habrá una duda de valor
La “estrategia” para retener mercadería de PriceSmart (o de cualquier empresa grande que tenga capacidad para pagar grandes sumas de dinero), se basa fundamentalmente en dictarle “dudas de valor”, lo que en buena ley ocurre cuando la administración aduanera tiene razones legítimas para suponer que el verdadero precio de compra de la mercancía adquirida en el extranjero es mayor que la que declara el importador, pero en el caso de Nicaragua no suele ser más que una forma de extorsionar a las empresas.
“Las dudas de valor ya son normales”, dijo la fuente. “Casi nada entra sin dudas de valor, porque se las imponen a todo, pero hay un protocolo para sacar los productos. Lo anómalo es que no hayan podido desaduanar” su mercadería, comentó.
Sin embargo, una fuente del sector comercial no descartó que PriceSmart y otras empresas importadoras estén siendo objeto de una auditoría por sus importaciones en los últimos años, y enfrentan fuertes presiones de la DGI por la imposición de un nuevo sistema de cálculo del anticipo del Impuesto sobre la Renta (IR).
Otras dos fuentes con amplia experiencia en el sector, admitieron tanto lo “normal” que es la imposición de dudas de valor, como lo fácil que es recuperar la mercancía mientras se sigue un proceso administrativo.
“No le sabría decir qué tipo de problemas tienen ellos, pero si fuesen casos de duda de valor, para solicitar levante se allanan al proceso o piden levante con depósito en garantía. Si son reparos, no sé a qué obedecen los reparos”, dijo una ejecutiva aduanera, mientras que un colega suyo dijo saber que “a PriceSmart… le están haciendo cobros por dudas de valor, pero solo las agencias que los atienden a ellos saben con exactitud de qué se trata”.
Un experto del sector que también pidió el anonimato, reconoció que “últimamente, las dudas de valor se han incrementado de forma considerable, pero las empresas rinden garantía, y pueden desaduanar y disponer de la mercancía”.