Logo de Confidencial Digital

PUBLICIDAD 4D

PUBLICIDAD 5D

El regreso de Charles E. Magoon

La escena del viaje de Hegseth y la declaración censurada es como un ingreso a la máquina del tiempo en el canal de Panamá, 120 años atrás

Peter Hegseth en el canal de Panamá

El secretario de Defensa de los Estados Unidos, Pete Hegseth (d), junto al almirante Alvin Holsey (i), jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, y el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez Morales (c). // Foto: Oficina de Comunicación e Imagen Corporativa del Canal de Panamá

Rafael Rojas

14 de abril 2025

AA
Share

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Peter Hegseth, viajó a Panamá, recorrió la zona del canal y firmó con el ministro de Seguridad de ese país, Frank Ábrego, un convenio para que militares y contratistas del Ejército y la Marina de Estados Unidos operen en el istmo. La idea de recuperar las funciones militares del canal responde al escalamiento del conflicto comercial con China.

El gobierno panameño aprovechó el convenio para insertar, en el comunicado conjunto, una línea en que se reiteraba que Estados Unidos reconocía la “autoridad y la soberanía” de Panamá sobre el canal. Es algo en lo que ha estado insistiendo en los últimos meses el presidente panameño, José Raúl Mulino, quien varias veces ha refutado públicamente a Donald Trump en sus dichos sobre la recuperación estadounidense del canal. Sin embargo, en la versión en inglés del comunicado conjunto de Ábrego y Hegseth, Estados Unidos eliminó la frase que aludía a la soberanía panameña sobre el canal.

La escena del viaje de Hegseth y la declaración censurada es como un ingreso a la máquina del tiempo que nos transporta al mismo lugar, el canal de Panamá, ciento veinte años atrás. En 1905 llegaba como gobernador y administrador del canal un abogado y diplomático de Minnesota, llamado Charles E. Magoon. El funcionario había sido empleado del Departamento de Guerra durante las intervenciones de Estados Unidos en Cuba, Puerto Rico y Filipinas, en 1898, al final de las guerras separatistas de los cubanos y los filipinos contra España.

Magoon elaboró para el gobierno de William McKinley una serie de informes sobre la utilidad para Washington de posesiones territoriales en las antiguas colonias de España, que fueron muy útiles tanto para aquella administración como para la siguiente, la de Theodore Roosevelt. Fue este presidente quien nombraría a Magoon como segundo gobernador del canal, en sustitución del general George Davis.


Magoon codificó las leyes del canal, que regirían durante la mayor parte del siglo XX. Dio especial importancia a la desecación de pantanos para evitar la reproducción de mosquitos causantes de la fiebre amarilla y otras epidemias. También intentó facilitar el empleo de migrantes en la zona, bajo un régimen abusivo de explotación del trabajo, si bien prohibió contratar a menores de edad, como era habitual antes de su administración.

También promovió Magoon un celoso respeto a los términos del Tratado Herrán-Hay de 1903, que el presidente colombiano José Manuel Marroquín respaldó, pero que fue objetado por el importante líder conservador Miguel Antonio Caro y el congreso de la nación suramericana. Desde Panamá, Magoon se convirtió en uno de los paladines del llamado “corolario Roosevelt de la doctrina Monroe”.

El eje de la gestión de Magoon en el canal de Panamá fue ampliar la capacidad de Washington de disponer del istmo como una zona estratégica para la hegemonía militar y la expansión territorial de Estados Unidos. Aquel objetivo sería consistente con toda la política de Washington en Centroamérica y el Caribe durante las primeras décadas del siglo XX.

Después de su misión en el canal de Panamá, Magoon fue premiado con el gobierno provisional de Cuba, durante la segunda intervención estadounidense de 1906 a 1909. En la isla encontró, tras la renuncia del presidente Tomás Estrada Palma, quien solicitó la ocupación, buena cantidad de fondos públicos, acumulados por la eficaz gestión económica del primer gobierno republicano.

Magoon utilizó esos fondos para premiar a empresarios estadounidenses como el cónsul Frank Steinhart y Henry W. Taft, hermano del presidente sucesor de Roosevelt, dueños de la firma Speyer and Company y del Havana Electric Rail-way. El gobernador también usó fondos públicos para comprar a políticos liberales, de la corriente del caudillo José Miguel Gómez, quien se convertiría en el nuevo presidente de Cuba en 1909.

*Este artículo se publicó originalmente en La Razón, de México.

PUBLICIDAD 3M


Tu aporte es anónimo y seguro.

Apóyanos para que podamos seguir haciendo periodismo independiente en el exilio. Tu contribución económica garantiza que todas las personas tengan acceso gratuito a nuestras publicaciones.



Rafael Rojas

Rafael Rojas

Historiador y ensayista cubano, residente en México. Es licenciado en Filosofía y doctor en Historia. Profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) de la Ciudad de México y profesor visitante en las universidades de Princeton, Yale, Columbia y Austin. Es autor de más de veinte libros sobre América Latina, México y Cuba.

PUBLICIDAD 3D