20 de noviembre 2023
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El bono de 3000 córdobas que recibirán, entre el 20 y 24 de noviembre, los más de 63 000 estudiantes que culminarán su secundaria en 2023 no es gratis. A cambio, los próximos bachilleres deben posar para una foto oficial, agradecer “al comandante (Daniel Ortega) y a la compañera (Rosario Murillo)” por su “generosidad”, y festejar cómo el “buen Gobierno” se interesa por la educación, aunque este es el mismo que cerró y confiscó 27 universidades en un año y medio, y que oculta de dónde provienen los recursos para ese bono que representa un gasto superior a los 190 millones de córdobas.
“Los estudiantes y padres deben agradecer al Gobierno”, asegura Karla, una docente de secundaria que relató a CONFIDENCIAL las instrucciones que reciben desde la dirección del centro educativo para el cual trabaja.
En los días de la entrega del bono, también deben garantizar la cobertura mediática o de redes sociales, e insistir a los jóvenes que el bono es parte del “cumplimiento del buen Gobierno por la calidad educativa de los más pobres en las escuelas públicas”, indica la docente.
Además, el director del instituto debe posar en el “acto especial”, en un escenario adornado de globos rojos y negros, y fotografías de la pareja presidencial.
A Mario, otro docente de secundaria, las instrucciones que le han dado es que los estudiantes deben tomarse selfies y que algunos bachilleres serán seleccionados para dar declaraciones a plataformas de la propaganda orteguista.
La escena ya ocurrió en 2022, cuando varios colegios tuvieron cobertura de los medios de comunicación afines al régimen, que luego publicaron fotografías de estudiantes exhibiendo su cheque en un ambiente totalmente partidario.
“Este bono es un reconocimiento y estímulo. Ningún otro Gobierno promovía esto, y ver que el Gobierno de tu país se interesa por el estudiante y te da un reconocimiento por culminar tu bachillerato es algo muy grato”, dijo un joven ese año, tras recibir el bono.
Más de 128 millones de córdobas extras para cubrir los bonos
Desde 2011, el régimen entrega a los estudiantes que se bachilleran un bono de 1000 córdobas para subsidiar los gastos de graduación. Pero en 2023, ese bono se incrementará a 3000 córdobas.
En 2022, el bono de graduación fue entregado a 63 000 bachilleres, representando un gasto total de 63 millones de córdobas. Con el incremento de 2023, el gasto total para los 63 717 bachilleres, previstos para este año, se eleva a 191.1 millones de córdobas. Son 128.1 millones de córdobas más que el año anterior, pero el régimen sigue sin revelar el origen de los fondos.
Especialistas en educación cuestionan la transparencia de los bonos, ya que no hay detalle de estos en ningún programa del Ministerio de Educación (Mined), donde, en teoría, deberían contemplarse.
Además, critican que el incremento sorpresivo del bono ocurre a unos meses de que la dictadura consolidó el control de las universidades privadas en Nicaragua, con el cierre y confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA), en agosto de 2023.
Los estudiantes, reclaman los especialistas y académicos, no gozan de la libertad de elegir dónde iniciar su formación profesional, porque el régimen controla las universidades públicas y ahora, también, las cinco “nuevas” universidades estatales creadas a partir de la confiscación.
El bono y los gastos de graduación en la economía familiar
El aumento de 2000 córdobas en el bono tiene un impacto diferenciado en las familias nicaragüenses, valora el economista Marco Aurelio Peña. Los padres que decidan que sus hijos usarán el uniforme de todos los días sentirán un mayor alivio, que aquellos con hijos que vestirán de toga y birrete.
Para Rafael, el bono cubre el 75% de los 4000 córdobas que ha gastado en la graduación de su hija. Él los esperaba cubrir con el apoyo de otros familiares, porque “no ajusta” con el salario de 12 000 córdobas que gana como cobrador.
CONFIDENCIAL conversó con padres y madres de familia, docentes, compradores y comerciantes para estimar los costos de graduación en Nicaragua. El gasto mínimo es de 1000 córdobas, únicamente por el alquiler de toga y birrete (unos 500 córdobas) y la elaboración de la estola (unos 200 córdobas). Este pago fácilmente se duplica si el estudiante opta por una toga y birretes nuevos.
Otros gastos incluyen renovación de uniformes y zapatos, cuyo valor depende de las posibilidades económicas de cada familia. Algunos invierten en peinado y maquillaje (con un mínimo de 500 córdobas), y también se estima el costo de fotografías (con un mínimo de 400 córdobas).
Estos costos no incluyen los gastos de los familiares: la madre, padre o tutor que desfilará con el estudiante; las cuotas del colegio por cuota de asistencia; decoración y ceremonia de graduación; ni la posible recepción o traslados.
Incremento ayuda, pero sigue siendo insuficiente
La maestra Karla asegura que los 1000 córdobas, que asignaban hasta 2022, no cubrían ni la mitad del gasto de graduación. Al tipo de cambio actual –que quedará fijo en el 0% a partir de enero de 2024– los 1000 córdobas equivalen a unos 27 dólares. El bono de 2023, incrementado a 3000 córdobas, equivale ahora a unos 82 dólares, y la compensación es mayor, pese a la inflación y el incremento en la carestía de la vida.
Peña cuestiona que el bono es una acción “clientelar”, en vez de una solución real al costo de graduación de bachilleres, y mucho más, en las familias donde más un joven está terminando el ciclo académico.
“3000 córdobas son menos de cien dólares. No es una gran cantidad de dinero. Le tendría mucho más respeto a un programa de esta índole sí es manejado, correctamente, por un Ministerio de Educación, o por la misma escuela, y sujeto a rendición de cuentas, pero no estamos en esas condiciones”, comenta el economista.
“Más bien, es darle ese complemento con fines populistas, y que en el fondo, lo que se va buscando es enajenación, alienación, adoctrinamiento, dominación, control”, subraya.
Peña es director ejecutivo de la iniciativa Puentes por los Estudiantes de Nicaragua (IPEN), que apoya a estudiantes exiliados a retomar sus estudios en el extranjero. Peña
No se pueden reprobar estudiantes
El 20 de octubre de 2023 la vicepresidenta y vocera del régimen, Rosario Murillo, anunció el incremento en el bono y recalcó que este sólo será entregado a los alumnos que aprueben su quinto año de secundaria. Sin embargo, la maestra Karla, asegura que “es una forma de camuflar las promociones automáticas” de los jóvenes.
“Los directores exigen pasar a todos (los estudiantes) para que así reciban su bono y congraciarse con la población. Aunque los chavalos asistan tres veces al mes no podés reprobarlos, tienen que pasar y optar a una universidad con una preparación sin calidad educativa”, cuestiona la docente.
La calidad del sistema de educación pública ha sido criticada en múltiples ocasiones por expertos, que aseguran un grave deterioro impulsado por el régimen orteguista, imponiendo el adoctrinamiento político.
Las escuelas, según docentes consultados en reportajes anteriores por CONFIDENCIAL, se han vuelto espacios donde no hay cabida para la crítica, y quienes se atreven hacerlo, sufren represalias que van desde traslados a otras escuelas, recorte de carga horaria o despidos sin certeza del pago de liquidación.
