9 de julio 2022
El juez séptimo penal de audiencias de Managua, Abelardo Alvir Ramos, a petición de la Fiscalía, decretó 90 días de detención para investigar a los dos conductores del diario La Prensa secuestrados por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo el pasado miércoles 6 de julio.
"El fiscal que lleva el caso es Manuel Rugama, el mismo que estuvo a cargo de la acusación contra la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), en cuyo proceso interrogó a decenas de periodistas", indicó el medio de comunicación.
Además afirman que ambos trabajadores de La Prensa permanecen en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) conocida como El Chipote y "se desconoce de qué los acusan".
"La audiencia de tutela de garantías para los dos conductores del diario, cuyos nombres omitimos a petición de sus familias, se realizó el viernes 8 de julio a las 5:00 p.m.; y en ella decretaron 90 días de detención judicial para seguir investigando. Ante la ausencia de pruebas para armar una acusación, el Ministerio Público amplió el plazo de la investigación para poder armar un caso contra los detenidos", explicó La Prensa en su página web.
Detallan que como ha ocurrido en las audiencias de tutela de todos los presos políticos, tampoco se permitió el ingreso de defensores. "Se supone que a ambos reos los acompañaron abogados de la Defensoría Pública", señala la publicación.
Cacería contra La Prensa
Ambos trabajadores son víctimas de una cacería que el régimen Ortega Murillo desató desde el pasado miércoles 6 de julio contra los trabajadores de La Prensa, luego que un equipo diera cobertura a la expulsión hacia Costa Rica de 18 monjas de la orden de Misioneras de la Caridad, fundada por Madre Teresa de Calcuta.
“El conductor que movilizó al equipo periodístico fue secuestrado de la casa de su familia al caer la noche del miércoles 6 de julio. El otro conductor del diario, que no estuvo involucrado en la cobertura, también fue detenido por policías alrededor de la medianoche”, mencionó el diario tras el secuestro.
Posteriormente, patrullas policiales llegaron a la casa de la reportera que cubrió la expulsión de las religiosas y la vivienda de un fotógrafo también fue allanada durante la madrugada.
"La Prensa exige el respeto a las leyes, la liberación de los detenidos y el cese de la persecución del personal del diario que únicamente realiza su trabajo, sin cometer delito alguno", insistió este sábado el medio de comunicación.