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“Ni los más sapos esperaban” la liberación de los presos, dicen empleados públicos

Entonces, ¿qué “victoria” estaban celebrando en la marcha? “Es un fracaso porque quedaron más hundidos con lo del obispo”

Entonces

Redacción Confidencial

17 de febrero 2023

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Carlota, una jubilada de 68 años que asiste a misa cada domingo y participa con ímpetu en las actividades de su parroquia, entró en shock cuando se enteró que el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, fue condenado a 26 años y cuatro meses de cárcel.

“Dicen que monseñor no se quiso ir con los otros presos. Yo hubiese querido que se fuera, que estuviera libre, para que estuviera libre, brindando su mensaje todos los domingos. En un crimen lo que están haciendo con él. Él está preso por ser un pastor, por ser un mensajero de Dios, no es ningún criminal”, lamentó.


El jueves 9 de febrero, el gobernante Daniel Ortega explicó que había incluido al religioso en la lista de 222 desterrados a Estados Unidos, pero el jerarca católico rechazó el ofrecimiento, lo que el dictador calificó como un acto de “soberbia”. 

La decisión judicial contra Álvarez, a quien también despojaron de  su nacionalidad, es la conclusión de un proceso plagado de “acciones delictivas”, según el criterio de abogados consultados. 

La jueza Nadia Tardencilla Rodríguez lo condenó por los supuestos delitos de “conspiración” y “propagación de noticias falsas”, menos de 24 horas después que Ortega atacara públicamente a Álvarez en el contexto de la expulsión de los presos políticos.

Doña Carlota resintió cada uno de los señalamientos de la jueza y dijo que se trata de un martirio para el religioso, quien ha recibido el respaldo de distintas Conferencias Episcopales del mundo, además de las expresiones públicas de “preocupación” del papa Francisco desde el Vaticano. 

“A mí siempre me va a gustar más verlo libre, pero comprendo que él como sacerdote está listo para entregar su cuerpo a la causa de Dios, porque él se está sacrificando por todos nosotros, por su mensaje de amor y libertad. Él no ha cometido ningún crimen, como dice el Gobierno”, afirmó la señora.

La saña contra Álvarez despierta también indignación de los empleados públicos, aunque públicamente hayan participado en una marcha colorida el sábado 11 de febrero para respaldar a Ortega.

Una marcha que es un autoengaño para Ortega

En las imágenes divulgadas por los medios oficialistas, se puede ver a simpatizantes sandinistas con globos con forma de avión, para representar el viaje de los desterrados, mientras con carteles dijeron que en El Chipote se respiraba “paz”. 

Los trabajadores del Estado, consultados por CONFIDENCIAL, dicen que esto es un autoengaño de la pareja presidencial. Francisco, un empleado con años laborando para  el Gobierno, afirmó que todos están claros que se trata de una mentira.

Se encontraba en sus labores normales, cuando se sorprendió por el destierro. A diferencia de la versión estatal de que Ortega lo hizo por “dignidad”, él cree que es una respuesta cediendo a las presiones de Estados Unidos que ha sancionado a personeros del régimen, encabezados por la vicepresidenta Rosario Murillo y sus hijos.

“Ni los más sapos lo esperaron (la salida de esta gente). Entonces en la actividad del sábado andaban celebrando, ¿pero qué victoria? Más bien es un fracaso porque quedaron más hundidos con lo del obispo. Es una barbaridad lo que hicieron y en eso nadie se engaña”, añadió Francisco.

“Los miembros del FSLN no dicen mucho sobre el tema de los 94 (la lista de supuestos apátridas divulgada por el Ministerio Público el 15 de febrero de 2023). Se limitan a decir que son traidores a la patria, apoyando la decisión de los jueces de Ortega. Pero uno sabe que es injusto que apliquen estas medidas, solo por pensar distinto”, subrayó.

Orteguistas "celebran" la expulsión del país de 222 connacionales críticos del Gobierno y acusados de "traición a la patria". Foto: EFE / Jorge Torres

El respaldo de Avilés a Ortega

Marianela, de 34 años, trabaja en uno de los negocios vinculados al Ejército de Nicaragua. Ella está consciente de que el alto militar está alineado a favor del régimen orteguista, lo que fue evidente al ver en la tarima principal al general Julio César Avilés, acompañando a Ortega.

En esa comparecencia realizada al final de la tarde el 9 de febrero, Ortega se hizo acompañar de su aparato represivo, después de las que se ejecutara el destierro y las autoridades judiciales declararon a los presos políticos “traidores de la patria”, así como la pérdida de su “nacionalidad”.

“Mis compañeros y yo estábamos emocionados viendo como los presos estaban felices, abrazándose porque estaban libres. Todos sabíamos que a ellos los estaban tratando mal en la cárcel, que eran torturados, que no les permitían ver a sus hijos o sus familiares”, reaccionó Marianela.

Estos familiares fueron los que documentaron los abusos: la mala alimentación, la privación de sueño, los interrogatorios constantes en procesos judiciales, desprovistos de garantías como el derecho a la defensa que han desnudado  al régimen a nivel nacional e internacional.

Marianela afirma también que el régimen de Ortega y Murillo salió “perdiendo”. “Es evidente que los que están a favor del Gobierno están golpeados, pero quieren hacerse los fuertes”, añadió.

La emociones encontradas de felicidad e impotencia  de Marianela por la excarcelación y destierro de los 222 presos políticos, se transformaron en estupor, ante el anuncio del Ministerio Público de declarar apátridas a 94 nicaragüenses y condenarlos por “traidores a la patria” por las vías de hecho. 

Marianela, quien trabaja sobre temas legales, es tajante en señalar la arbitrariedad jurídica que se está haciendo con estos 94 nicaragüenses. “Cualquiera que conozca de Derecho sabe que eso que están haciendo no tiene pies, ni cabeza, legalmente. Me parece mentira ver a jueces y magistrados prestándose a eso. Lo que pienso es que lo están haciendo para animar a sus bases, para aparentar fuerza, porque de verdad quedaron golpeados con la salida de los presos políticos”, opinó.

Roberto: “acusaciones son falsas y todo es político”

Roberto, de 35 años, es un ingeniero informático en el sector privado y también es católico. Fue testigo de que el párroco de su iglesia, un extranjero, decidió dejar el país después de la escalada represiva del régimen contra la fe católica que tiene en Álvarez el ejemplo más destacable.

En su calidad de católico y profesional, Roberto se adelanta a ver el futuro de la situación adversa contra monseñor Álvarez. “Lo que el Gobierno no sabe es que al final la Iglesia va a prevalecer, pese a todos sus actos en su contra. Monseñor Álvarez es un pastor y decidió sacrificarse por las causas cristianas. Todos aquí en Nicaragua sabemos que esos crímenes de los que acusan a monseñor son falsos, y que todo es político. Ya nadie cree en lo que dice el presidente sobre las acusaciones contra los sacerdotes”, expresó.

El jurista internacional Jared Genser, especialista en derechos humanos, calificó el caso de Álvarez como una “desviación de la justicia en Nicaragua” y una “violación de derecho internacional”, mientras horas antes se conoció por fuentes de la Iglesia católica que el obispo se encuentra en una celda de máxima seguridad en la prisión La Modelo, ubicada en Tipitapa al norte de Managua.

Según un estudio de la abogada Martha Patricia Molina, entre abril de 2018 y octubre de 2022, la Iglesia católica fue objeto de 396 ataques con un incremento considerable el año pasado con 127 hasta ese momento, mientras se reportó el encarcelamiento de sacerdotes, el destierro de otros y la vigilancia a la que eran sometidos en sus parroquias. 

La lista de agravios es grande: emisoras de radio cerradas, expulsiones de religiosos como el nuncio apostólico Waldemar Stanislaw en marzo de 2022, también en julio de 18 monjitas de la orden de Madre Teresa de Calcuta y la prohibición de celebraciones religiosas.

La Policía ha impedido incluso las mismas actividades religiosas, devolviendo a los feligreses cuando ya habían salido a las calles, o a las puertas de las parroquias cuando estaban por hacerlo.

Ortega ha promovido un discurso de odio contra los religiosos. Los ha señalado de participar en un golpe de Estado en 2018, porque los sacerdotes salieron en defensa de la ciudadanía, masacrada por el Estado.

Álvarez se ha destacado por su prédica del evangelio, su defensa de los derechos fundamentales y su denuncia de los abusos del poder. La Policía inició a hostigarlo en Managua cuando se movilizaba a finales de mayo de 2022 y finalmente el cuatro de agosto le montaron un cerco de oficiales en la Curia de Matagalpa para impedir su movilización.

Permaneció rodeado durante 15 días. Se mantuvo en oración, rodeado de sacerdotes, seminaristas, diáconos y laicos que fueron trasladados con violencia a El Chipote cuando las tropas policiales asaltaron la curia el 19 de agosto de 2022. Esos mismos religiosos salieron en la lista de desterrados el jueves 9 de febrero.

“Fue triste ver esas fotos de monseñor Álvarez en los Juzgados. Después, cuando supe que lo condenaron a 26 años de cárcel, no lo podía creer. Me parecía mentira. Pero él va a salir pronto de todo esto. Su sacrificio es un ejemplo de fe para todos, de que al final, la luz va vencer a la oscuridad”, reflexionó Roberto.


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Confidencial es un diario digital nicaragüense, de formato multimedia, fundado por Carlos F. Chamorro en junio de 1996. Inició como un semanario impreso y hoy es un medio de referencia regional con información, análisis, entrevistas, perfiles, reportajes e investigaciones sobre Nicaragua, informando desde el exilio por la persecución política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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