11 de febrero 2023
Dos días después de haber sido excarcelado y desterrado de su patria, el líder estudiantil y exreo político, Max Jerez, recuerda los horrores que vivió estando encerrado en una de las cárceles de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Asegura que durante un año y siete meses vivió en "condiciones que atentaban contra la esencia de la humanidad" y lamenta que, en su momento, se le haya negado hasta "el derecho a saber" que su madre había fallecido.
En esas horas oscuras de su vida "lo más difícil fue la pérdida" de su mamá, Heidi Meza, quien falleció el 17 de septiembre de 2021 a causa de un derrame preural y neumonía. Un hecho del que Jerez se enteró hasta un mes después. Ese "fue el momento más duro, porque además estaba encerrado en una celda de castigo, aislado, y realmente fueron condiciones muy difíciles, sobre todo en ese momento particular de mi vida", relata el líder estudiantil.
Ahora, en libertad y a 5626 kilómetros de distancia de Nicaragua, Jerez afirma que "todo esto (el sacrificio) vale la pena, todo esto vale la pena porque es para el bienestar y para el futuro del pueblo nicaragüense, para la libertad del pueblo nicaragüense, la cual vamos a retomar muy pronto".
Asegura, sin embargo, que "nadie más se merece pasar" por los horrores de la dictadura y, en esta entrevista que brindó a CONFIDECIAL, apunta que esa situación solo puede terminar "cuando los nicaragüenses pongamos fin al régimen de Daniel Ortega y de Rosario Murillo en Nicaragua, cuando Nicaragua sea realmente libre, y ese momento va a llegar muy pronto".
Estuviste 583 días en prisión, ¿cómo estás, y cómo te sentís en este momento?
¡Qué puedo decirte! Muchos sentimientos encontrados, porque realmente hemos sido puestos en libertad; pero, a la misma vez se nos ha aplicado una condición arbitraria y absurda, que es despojarnos de nuestra nacionalidad como nicaragüenses. Yo creo, sin embargo, que aunque la dictadura ha dicho que esta es una condición que hemos perdido a perpetuidad, yo sostengo la firme esperanza de que no habrá una dictadura perpetua en Nicaragua, sino que pronto los nicaragüenses tendremos una Nicaragua en libertad, en justicia y en democracia. Y en este sentido, a eso nos aferramos, a que pronto cada uno de nosotros vamos a volver a nuestra patria, podremos ingresar a nuestra patria, a la patria, que nos vio nacer; y en este sentido estamos convencidos de que recuperaremos nuestros derechos civiles, nuestros derechos políticos, nuestras libertades fundamentales: la libertad de expresión, la libertad de disentir, la libertad de manifestar opinión en nuestro propio país, este derecho fundamental a estar en nuestra propia patria. La patria la llevamos en el corazón y ninguna dictadura arbitraria, ilegal no va a quitar ese derecho de sentirnos
nicaragüenses y de ser nicaragüenses. Somos nicaragüenses, y estamos comprometidos también con la libertad de todo el pueblo de Nicaragua.
¿Qué les dijeron este 9 de febrero, cuando los sacaron de las cárceles? ¿Ustedes sabían o tenían alguna expectativa de que la dictadura los iba a excarcelar junto a otros presos políticos?
No hubo ningún tipo de indicación sobre cuál era el propósito de todo este movimiento, fue realmente una sorpresa, para todos y cada uno de nosotros, encontrarnos a las puertas de un avión y de encontrarnos con la mayoría de los presos políticos que se encontraban, no solo en El Chipote, sino también en los diferentes centros penitenciarios del país, muchos de ellos con años o meses de estar sometidos a detenciones arbitrarias, a detención ilegal y a condenas absurdas.
Nosotros, desde El Chipote y las demás cárceles del país, recibíamos denuncias de torturas psicológicas, interrogatorios constantes, maltrato, tratos crueles. ¿Cuáles fueron tus condiciones en El Chipote?
Te tengo que decir, que las condiciones, eran condiciones que atentaban contra la esencia de la humanidad de las personas, no había oportunidad de tener acceso a algo tan básico como la lectura, algo tan básico como el esparcimiento, como la comunicación fluida, era realmente un sistema que te buscaba tener aislado del
exterior, aislado de tu familia, aislado de noticias, aislado de la noción del tiempo.
¿Qué ha sido lo más difícil, para vos, en este tiempo?
Para mí lo más difícil fue la pérdida de mi mamá, no tuve derecho a saber que mi mamá había fallecido en su momento, no pude ver a mi mamá en su última etapa, todo esto realmente me afectó muchísimo. Creo que fue el momento más duro, porque además estaba encerrado en una celda de castigo, aislado, y realmente fueron condiciones muy difíciles, sobre todo en ese momento particular de mi vida. Y sin embargo, yo te digo, y puedo afirmar con toda franqueza, que creo que todo esto vale la pena, todo esto vale la pena porque es para el bienestar y para el futuro del pueblo nicaragüense, para la libertad del pueblo nicaragüense, la cual vamos a retomar muy pronto.
¿Cómo te enteraste del fallecimiento de tu mamá, y cómo lo enfrentaste?
Me di cuenta casi un mes después de su fallecimiento en una visita familiar, porque la visita o los procesos de visita nunca estaban debidamente especificados, había veces en que las visitas eran tal vez un mes, dos meses, tres meses, a veces llegamos a tener casi tres meses sin una visita familiar, sin poder ver a nuestros familiares, y en este momento particular me di cuenta esta noticia, hasta que pude tener una pequeña visita, y ya había pasado un mes del fallecimiento de mi mamá; y en este sentido, realmente fue fundamental el apoyo de otros de mis compañeros presos políticos y el ánimo que mis compañeros de celda, en algún momento me daban, en ese momento difícil que me tocó vivir, sobre todo en esas condiciones arbitrarias e ilegales.
Estados Unidos anunció, que les ofrecerá una estadía temporal de dos años bajo el programa humanitario conocido como parole. ¿Pensás quedarte ahora en Estados Unidos?
Este momento, como ha sido una decisión bastante imprevista, estamos cumpliendo con los trámites de este proceso; y lo que nos prepara el futuro realmente en este momento…, es muy reciente, no te puedo compartir realmente una decisión específica que haya tomado. Pero sí te puedo decir, que pueden contar conmigo para seguir denunciando las arbitrariedades, para seguir hablando en pro del pueblo Nicaragua. Porque realmente una de las cosas que yo creo es que nadie debe ser sometido, ni un nicaragüense más debe ser sometido a una cosa como la que a mí y a mis compañeros presos políticos, que ahora nos encontramos fuera de Nicaragua, nos ha tocado vivir. Nadie más se merece pasar por eso, y eso solo puede terminar cuando, de una vez por todas, las nicaragüenses pongamos fin al régimen de Daniel Ortega y de Rosario Murillo en Nicaragua, cuando Nicaragua sea realmente libre, y ese momento va a llegar muy pronto.
La mañana de este viernes 10 de febrero el Gobierno de España ofreció la nacionalidad a todos los excarcelados políticos, ¿vos lo considerarías?
Me ha parecido realmente un gesto valioso, de solidaridad, del pueblo español, del Gobierno español, manifestar esta muestra de apoyo a los prisioneros políticos de Nicaragua. En mi caso particular, no he tomado ninguna decisión específica, y creo que muchos de mis compañeros presos políticos lo van a considerar, pero también es una decisión muy reciente, y sin embargo nos alegra, porque la solidaridad de los pueblos democráticos alrededor del mundo, y la solidaridad de estos pueblos con Nicaragua ha sido grande, en particular por la liberación de todos y cada uno de nosotros, de todos y cada uno de los prisioneros políticos de Nicaragua, y eso ha sido fundamental. Sin el apoyo del pueblo nicaragüense, y sin la solidaridad de todos los pueblos democráticos en el mundo no hubiéramos podido hacer que la dictadura liberara a todos y cada uno de nuestros hermanos presos políticos.