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El papa León XIV fue un “delfín” de Francisco: “Una jugada política maestra”

Prevost será un continuador del legado del Papa Francisco y estará cerca de Nicaragua, asegura el vaticanista, José Manuel Vidal

Elmer Rivas

11 de mayo 2025

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La elección del cardenal Robert Prevost como el nuevo papa León XIV “ha sorprendido a muchos, aunque no tanto a quienes siguen de cerca la política vaticana”, asegura el teólogo y periodista español, José Manuel Vidal, director del medio Religión Digital.

En una entrevista con CONFIDENCIAL y Esta Semana, sobre la elección del nuevo pontífice, Vidal asegura que el papa León XIV continuará con el legado reformista del papa Francisco, y asegura que la mayoría de los cardenales apoyaron su candidatura casi por unanimidad, lo que refleja un consenso en torno a su visión pastoral y su capacidad de liderazgo.

Agrega que la doble nacionalidad estadounidense y peruana del nuevo papa aporta una dimensión única a su pontificado. Con raíces en múltiples culturas, incluyendo la española y la francesa, asegura que el nuevo obispo de Roma es un verdadero hijo de la inmigración. “Tiene lo mejor de los dos mundos”, dice Vidal.

Desde abril de 2023, por nombramiento del papa Francisco, Prevost era prefecto del Dicasterio para los Obispos, que es el departamento de la Curia Romana de la Iglesia católica que se encarga de la selección y nombramiento de la mayoría de los nuevos obispos, y de apoyar a los obispos diocesanos en su labor de gobierno, un área que Vidal llama “la fábrica de los obispos”.

A su juicio, el nombramiento de Prevost fue “una jugada política maestra por parte del papa Francisco”, con el fin de transformar la Iglesia en una institución más sinodal y democrática. “Los cambios en la Iglesia son irreversibles”, advierte el vaticanista.

José Manuel Vidal es autor de varios libros sobre la Iglesia y el Vaticano, incluyendo Intrigas vaticanas (1999), Habemus Papam (2003)  Benedicto XVI, el Papa enigma (2005), y Francisco, el nuevo Juan XXIII (en 2013). Durante el pontificado de Francisco, Vidal se reunió en cinco ocasiones con el papa argentino. En esta entrevista también le preguntamos sobre la posición del nuevo pontífice ante las dictaduras latinoamericanas, su cercanía con Nicaragua y la postura frente a la presidencia anti inmigrante de Donald Trump.

¿La elección del cardenal Robert Prevost como el Papa León XIV, fue una sorpresa o ya se perfilaba como un candidato fuerte en las semanas previas?

Para la amplia mayoría de los medios de comunicación fue una sorpresa. Afortunadamente para nosotros no lo fue tanto. Los medios de comunicación internacionales, cuando vienen a un cónclave aquí a Roma, como normalmente no saben de este negociado, no conocen los intríngulis de la política y la diplomacia vaticana, se fían absolutamente de las grandes cabeceras de Italia. Todos estos periódicos, las radios y todas las televisiones tifaban absolutamente por un papa italiano. Italia quería recobrar el papado.

Se centraron en el cardenal Parolin, hicieron de él un papa antes del cónclave y le salió mal. Tan mal le salió que ellos mismos se dieron cuenta y en el segundo día, en la segunda votación, cambiaron de caballo, presentaron una segunda opción, que era la del cardenal Tagle, porque creían que era un cardenal manejable, que él podía estar por ahí de párroco del mundo y el cardenal Palorin se quedaría con las llaves, con el Gobierno de la Iglesia en Roma.

Esa jugada también les salió mal y en la tercera votación fue cuando la mayoría sinodal presentó la candidatura del cardenal Prevost, que arrasó. Hoy nos decía algún cardenal, no pueden decir ni cuántos votos ni ese tipo de cosas, pero hoy nos decía que había ganado casi por una unanimidad.

Un papa “hijo de la migración”

¿Qué relevancia tiene la doble nacionalidad estadounidense peruana del nuevo papa? ¿Qué elemento describen sus cualidades y sus prioridades pastorales?

Que sea norteamericano de nacimiento, pero su madre española, su padre francés, tiene ascendencia también italiana, es un auténtico hijo de la inmigración que conoce, y que como el papa Francisco, conoce y ha sufrido y ha padecido en su propia experiencia vital y la de su familia, la inmigración. Con eso conjuga el que durante 20 años estuvo en Perú, se empapó de la cultura latinoamericana, se bregó en el barro de una diócesis muy pobre y ahí se coloreó con esa cercanía, con esa pastoralidad, con ese testimonio que desprende la Iglesia latinoamericana. Tiene lo mejor de los dos mundos. Y por eso yo creo que eso fue una de las variables que más influyó en los cardenales a la hora de elegirles.

El nombre que adopta el nuevo papa puede estar asociado a mucho simbolismo y una visión particular de su misión del pontificado. ¿Cuál es el caso de León XIV? ¿Puede considerarse un continuador del proyecto reformista de Francisco?

Él lo dijo, evidentemente, los cardenales que le presentaron, le presentaron porque es uno de los delfines de Francisco. Francisco le eligió, entre muchísimos obispos que hay en el mundo. Fue a buscar a un obispo de una pequeña diócesis de Perú para traerlo al Vaticano y encargarle nada menos que la fábrica de obispos. Si la Iglesia se quiere transformar, Francisco era muy consciente de que en una institución jerárquica no es suficiente con que cambie la base, con que la base pida a gritos que se haga una Iglesia más sinodal, más participativa, más democrática. La cúpula tiene que cambiar también. Y para cambiar ese estilo de obispos, servidores y no imperiales, trajo a Prevost desde Perú al centro de la Curia y ese fue su encargo, el que hizo durante muchos años, por ejemplo, cambió la faz del episcopado peruano. Estaba intentando a hacer lo mismo con el episcopado norteamericano.

“Jugada política maestra” de Francisco

¿Hay pistas que describan esa relación personal y eclesial entre el papa Francisco y el entonces cardenal Prevost?

Muchas. Hay una relación prácticamente de intimidad. Yo creo que el cardenal Prevost era el niño bonito del papa Francisco. Al final la elección es una muestra más de la sabiduría política profunda del papa Francisco. Sin decir nada, sin señalarle directamente, resulta que lo colocó de tal forma que los cardenales no tuvieron más remedio que elegirle. Es una jugada política maestra por parte del papa Francisco, que tenía estas cosas de maestro a todos los niveles y también de maestro político.

Hay sectores que acusan al nuevo Papa de encubrir en Perú casos de abuso sexual. ¿Qué tan cierto es eso y quiénes son sus detractores dentro de la Iglesia?

Nosotros investigamos a fondo eso ya hace algún tiempo. Lo volvimos a investigar hace unos días. Estuvimos contrastando los datos que teníamos con los datos que manejan dos de los periodistas que más bregados están en este campo de los abusos, Paola Ugaz y Pedro Salinas. Y los dos nos aseguraron con total veracidad que todos habían sido pruebas inventadas, pruebas falsas, inventadas por el Sodalicio. Una especie de asociación religiosa mafiosa, una secta con abusos de poder, con abusos sexuales, que fue una de las últimas cosas que hizo el papa Francisco, suprimirla de raíz y de cuajo, porque dijo que no había carisma ni siquiera en los inicios por parte del fundador.

Si los cardenales tuviesen la más mínima sospecha de la veracidad del encubrimiento no lo elegirían, porque la lacra de los abusos, ha pasado factura a la Iglesia terrible y la Iglesia no puede permitirse el lujo de que se sospeche, de que haya alguna sospecha de encubrimiento, sobre todo en el Papa, no lo hubieran elegido si hubieran dado crédito a alguna de estas acusaciones.

Un pastor latinoamericano

Hablando de la riqueza del Papa, en su profundo conocimiento sobre América Latina, ¿cuál es su legado en Perú?

Hoy me decía un español que está de misionero en Chiclayo, si no en Iquitos, más al norte de la Amazonía: era un obispo muy querido. Cuando alguien en el que confías, te da esa definición de un obispo, es que realmente era un obispo que valía la pena. Por eso el ojo clínico de Francisco no se equivocó y le fue a buscar, porque sabía que era un obispo entregado, un obispo al servicio de su comunidad, un obispo que unas veces, como decía Francisco, estaba adelante dirigiendo el rebaño, otras veces en el medio y otras veces detrás.

Conoce la realidad de Nicaragua

En agosto de 2022, siendo obispo de la Conferencia Episcopal Peruana, Prevost, suscribió un comunicado en solidaridad con la Iglesia perseguida en Nicaragua. ¿Qué se sabe sobre su posición ante las dictaduras autoritarias en América Latina?

Conoce profundamente lo que son las dictaduras latinoamericanas. Después de tantos años en Perú, está perfectamente informado de lo que puede pasar en Venezuela o de lo que puede pasar en Nicaragua. Yo creo que la situación de Nicaragua les duele especialmente. Con todos los cardenales que he hablado, todos me han dicho lo mismo, que están sumamente preocupados por la deriva tan autoritaria que está pasando en Nicaragua. Con esa persecución, porque es la única voz independiente y la única voz que puede plantar cara a la dictadura. Persecución de curas, de obispos. No tiene razón de ser.

Creo que en ese sentido León XIV va a ser claro y va a ser contundente. Creo que conoce esa realidad mejor, incluso que el papa Francisco. A Argentina le pilla muy lejos. Esto le pillaba más cerca y sabía perfectamente de qué va. Además, es Agustino, es un fraile que pertenece a una congregación religiosa que está presente en todos los países de Latinoamérica y está presente también en Nicaragua.

Relación con la Administración Trump

Se conoce también su postura crítica ante las medidas antiinmigrantes del Gobierno del presidente Donald Trump. Incluso, llegó a cuestionar públicamente al vicepresidente J. D. Vance por justificar la discriminación bajo argumentos religiosos. ¿Qué se puede esperar de su relación y su postura con la Administración Trump?

Es que lo de Vance no tenía recibo. Tuvo que salir como estuvieron tentados a salir otros muchos cardenales, porque lo que decía Vance, de que en el orden del amor, según el Evangelio, primero está tu familia y los cercanos y después están todos los demás, no se sostiene desde la sana doctrina de la Iglesia, ni desde el Evangelio. Y le contestó muy claramente el actual Papa poniendo el ejemplo del buen samaritano. El buen samaritano es el ejemplo del amor perfecto. Los católicos devotos de Estados Unidos utilizan la religión para colorear su ideología política y presentarse ante el pueblo sencillo, que no entiende demasiado estas cosas, como los mesías salvadores de norteamérica, el MAGA (Make America Great Again) y el America first y todo ese tipo de cosas.

El cardenal Prevost entiende muy bien todo esto. No hace falta que nadie se le explique porque es norteamericano, y va a saber lidiar con eso con denuncia, pero al mismo tiempo con tranquilidad, con equilibrio, para que Trump y los suyos, y los católicos, estos fanáticos, no se reboten inmediatamente y vayan a por él, y vayan a intentar machacarle, que tampoco lo harán, porque se va a convertir en un ícono nacional.

Los temas polémicos en la Iglesia

En su primer mensaje, el papa también habló de la sinodalidad, pero ¿qué hay también de las posturas en los temas más polémicos en la Iglesia, como la homosexualidad, el aborto y el rol de las mujeres en la jerarquía eclesial?

La sinodalidad, a mi juicio es un pack que lleva todo implícito. Si la Iglesia quiere cambiar y ser una Iglesia sinodal, tiene que atender a lo que ya las bases durante estos años han pedido por activa y por pasiva. Y entre las cosas que han pedido, está muy claramente una Iglesia inclusiva, una Iglesia donde los homosexuales, los transexuales, los bisexuales, los LGTBI, cualquier persona, todos tienen cabida, decía el papa Francisco, en la Iglesia católica.

La Iglesia no puede discriminar en función del género y no lo va a hacer. La otra cuestión es del acceso de la mujer. También se ha pedido que no es de recibo en pleno siglo XXI, que la mujer no sea equiparable al varón en la Iglesia católica. De hecho, es de las pocas instituciones en las que hay una desigualdad manifiesta, clarísima, no solo de puestos, sino digamos, por derecho divino malinterpretado. Cristo no dijo nada de las mujeres, al contrario. María Magdalena fue el apóstol de los apóstoles. Luego, el acceso de la mujer al altar, primero al diaconado, al sacerdocio, al episcopado, y por qué no, en un en un futuro el papado tiene que venir y venir cuanto antes.

Y así todas las demás cuestiones, el celibato opcional, los “viri probati”, los divorciados vueltos a casar, todo ese tipo de cosas tienen que plasmarse en una Iglesia sinodal. Incluso cosas más, digamos, más pequeñas, pero que se van a notar más, por ejemplo, los consejos pastorales en las parroquias. Hasta ahora las parroquias funcionan y las parroquias, el párroco es el dueño y señor, y en la parroquia se hace lo que decide el párroco. Pues oiga, no. Si la parroquia tiene un consejo pastoral, tiene que ser decisorio. Ya hay un consejo de pastoral también en cada diócesis que tiene que ser de decisorio.

Futuro: “el cambio en la iglesia es irreversible”

En algunos artículos, usted ha hablado de la eficacia organizativa estadounidense y la sensibilidad pastoral latinoamericana del nuevo Papa. ¿Cuáles son los principales desafíos en la Curia Romana para impulsar su proyecto pastoral?

Por un lado, la sinodalidad. Eso tiene que concretarse. Eso tiene un calendario ya marcado, que no ha dicho que no vaya a respetar, que yo creo que va a respetar, que va a desembocar en el año 2028 con una magna asamblea, pero no solo de obispos, como pasaba hasta ahora. Va a ser todo el santo pueblo de Dios el que va a participar en esa magna asamblea. Y ahí se van a concretar todo este tipo de cosas que va a cambiar en mucho la faz, el rostro de la Iglesia. Y por otro lado, con todos esos problemas adyancentes que decíamos de la mujer y de todo lo demás, la moral sexual hay que revisarla. Si queremos atraer a los jóvenes a la Iglesia y sin jóvenes no hay futuro, hay que revisar la moral sexual y que no esté basada solo en el pecado. La moral sexual es mucho más que todo eso.

Y hay que revisar también la cuestión financiera. No solo la de Roma, que es urgente, la del Vaticano es urgente, sino la de muchísimas parroquias, muchísimas diócesis. En España hay muchísimas parroquias que están en quiebra. La gente cada vez practica menos, cada vez va menos a misa y cada vez echa menos, echa unas monedillas. No se paga. En todo el mundo está pasando esto mismo. En Holanda hay cantidad de iglesias que se tienen que vender, que se tienen que desafectar del culto religioso, porque no hay gente que vaya.

La Iglesia está viviendo dos gobiernos consecutivos, dos papados que impulsan reformas profundas en la Iglesia. Usted decía, ahora el nuevo papa nombrará a los nuevos obispos, nombrará a los nuevos cardenales. ¿Es irreversible el cambio en la Iglesia o hay resistencia? ¿Cuál es el futuro de la Iglesia?

Yo creo que es irreversible, aunque resistencias las ha habido y las va a continuar habiendo. Es decir, hay todo una rama de rigorismo instalado en la Iglesia que le va a costar mucho asumir todos estos cambios. La Iglesia Sinodal es una Iglesia democrática, es una Iglesia en la que ya no se mide a la gente en función del sacramento en el orden que jerarquiza todo de arriba abajo en forma de pirámide, el papa, los obispos, los cardenales, las monjitas y después allí abajo el pueblo que no pinta nada, que asiste, paga y poco más. No. Esto está cambiando.

Estamos yendo a una Iglesia poliédrica o circular, donde lo que nos iguala a todos es el sacramento del bautismo y eso nos hace a todos hermanos, nos hace a todos iguales. Todos tenemos la misma dignidad. Y por lo tanto, partiendo de ahí, todo va a cambiar. La Iglesia no va a ser la misma. Ese es el proyecto, los raíles por los que el papa Francisco encarriló al enorme tren de la Iglesia, que le cuesta muchísimo cambiar, es verdad. El cardenal Martínez de feliz memoria, decía que llevamos 200 años de retraso y no me extraña, yo creo que sí.

Pero una vez que se empista, una vez que que se cogen los raíles, no hay posibilidad de marcha atrás. Yo creo que el cambio es irreversible, aunque algunos seguirán haciendo mucho ruido, son pocos, pero hacen mucho ruido porque tienen mucho dinero y están conectados con el Yunque, con Steve Banon, con todos los grandes capitales de Estados Unidos, pero al final se va a imponer el santo pueblo de Dios que decía Francisco.

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Elmer Rivas

Elmer Rivas

Periodista y productor general de los programas Esta Semana, Esta Noche y Confidencial Radio, dirigidos por Carlos F. Chamorro. Exiliado en Costa Rica desde junio de 2021.

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