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¿Dónde están los doctores? Nicaragua es uno de los países con menos personal médico

La contratación de personal de Salud ha sido “inestable” en los últimos diez años. “Hay despidos, renuncias”, “siempre somos pocos”, afirman médicos

Nicaragua personal médico

Ilustración: CONFIDENCIAL

Redacción Confidencial

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Nicaragua es uno de los tres países de todo el continente americano con menos personal médico, incluidas enfermeras y parteras, para atender las necesidades de salud de su población. Según la meta estándar de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se requieren al menos 44.5 trabajadores de la Salud por cada 10 000 habitantes. Nicaragua escasamente se acerca a la mitad de la meta. ¿Qué influye en ese bajo promedio, que se traduce en menores atenciones o servicios deficientes, pese a la promesa gubernamental de salud gratuita?

Rubén, un médico nicaragüense en el sur del país, asegura que los despidos, los citatorios y amenazas, la vigilancia, el cierre de organizaciones médicas y la falta de contratación de personal es el día a día de los médicos en Nicaragua.

“Es una realidad que cualquier persona que va a un centro de salud o un hospital de Nicaragua puede comprobar que no somos suficientes para atender a los pacientes y eso es evidente”, destaca.

La situación ha sido la misma “durante años”, valora el médico que lleva más de diez años laborando para el Ministerio de Salud (Minsa). Sin embargo, considera que desde 2018 “la hostilidad y las presiones han aumentado”.

“Ha habido muchos despidos de personal que protestó o ayudó a manifestantes considerados opositores, también muchas renuncias de gente cansada y la realidad es que siempre seguimos siendo pocos, aunque resolvamos”, lamenta.

Nicaragua estancada en contrataciones

A finales de abril de 2025, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó un informe titulado: “La fuerza de trabajo en salud en las Américas: datos e indicadores regionales”. El estudio examina los datos de 39 países y territorios que integran la OPS, sobre ocho ocupaciones clave en el personal de Salud: medicina, enfermería, partería, odontología, farmacia, fisioterapia, psicología y trabajadores comunitarios.

Los investigadores analizaron los últimos datos disponibles por cada país en el período comprendido entre 2017 y 2021 y alertan que, “sin intervenciones inmediatas”, las Américas podrían enfrentar un déficit de entre 600 000 y 2 millones de trabajadores de Salud para 2030.

“El personal de Salud es la columna vertebral de nuestros sistemas sanitarios; sin ellos simplemente no es posible hablar de acceso ni de cobertura universal”, declaró el director de la OPS, Jarbas Barbosa, al presentar el estudio.

“Este informe nos proporciona datos concretos para orientar la inversión en formación, retención y condiciones laborales dignas, asegurando que la salud llegue a todos”, precisó el jefe del organismo.

Pero la situación de Nicaragua no ha variado después de la fecha analizada en el estudio. Al menos tomando como referencia los datos en el sector público. De enero de 2015 a marzo de 2025, el promedio de trabajadores de la Salud solamente ha aumentado en 2021 personas, según cifras oficiales publicadas por el Banco Central de Nicaragua (BCN) y analizadas por CONFIDENCIAL.

Mientras en 2015 el promedio anual de personal de la Salud en el sector público fue de 18 446, el promedio en el primer trimestre de 2025 aumentó a 20 467.

El análisis de las estadísticas oficiales también revela que, a pesar de que la cifra de personal ha aumentado desde 2015, ha habido años como 2020 y 2023 en que el promedio anual de trabajadores de la Salud ha disminuido con respecto al año anterior. Y el promedio también volvió a disminuir en el primer trimestre de 2025.

Nicaragua personal médico

Sector de Salud con mucho por mejorar

Los únicos dos países que están por debajo de Nicaragua en el promedio de trabajadores de la Salud son Honduras y Haití.

El estudio indica que el promedio de trabajadores de la Salud en las Américas es de 66.57 por cada 10 000 habitantes, pero los investigadores señalan que hay grandes desigualdades en la región.

Por un lado, Cuba, Estados Unidos y Canadá casi cuadruplican la meta. Mientras, Bolivia, San Cristóbal y Nieves, Jamaica, Belice, Guatemala, Venezuela, Santa Lucía, Colombia, República Dominicana, Perú y Surinam completan la lista de los países con menos personal médico. Según el informe, 14 de 39 países y territorios que integran la OPS están por debajo de la meta.

OPS personal médico
Gráfico tomado de la OPS

El estudio de la OPS sostiene que, si no hay inversiones estratégicas en formación, regulación, condiciones laborales y distribución del personal, no será posible avanzar hacia sistemas de Salud “verdaderamente universales, equitativos y resilientes”.

“El desafío no es solo contar con más profesionales de salud, sino asegurarse de que estén donde más se los necesita y cuenten con las capacidades adecuadas para responder a las demandas de la población”, insiste el director de la OPS.

El informe menciona que la pandemia de covid-19 puso de manifiesto a nivel global problemas en el sector Salud como “déficit de personal, la dificultad de retención, las inequidades en la distribución y las inversiones insuficientes en formación, que limitan el desarrollo de sistemas de salud resilientes, con capacidad de respuesta ante emergencias”.

Además, la pandemia expuso la “falta de información para una adecuada planificación de la fuerza de trabajo en salud en muchos países de la región”.

El estudio indica, por ejemplo, que en Nicaragua, Dominica, Bahamas, República Dominicana, Granada, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador y Guatemala no existen datos del personal de partería.

Trabajadores de Salud en Nicaragua: “Estamos vigilados”

Byron es un trabajador del Minsa desde hace más de dos décadas y afirma que varias veces ha estado a punto de renunciar. “No lo hago porque no tengo otra cosa que hacer y porque me iría prácticamente sin nada desde que redujeron las indemnizaciones por antigüedad a todos los empleados públicos”, lamenta.

En noviembre de 2023, el Gobierno aprobó en Nicaragua una ley que recorta drásticamente las indemnizaciones por antigüedad para los trabajadores del Estado que renuncien. Así, solo tendrán derecho a una indemnización aquellos con tres años o más de servicio continuo, a diferencia de la ley anterior que lo concedía desde el primer año. La normativa también establece que los empleados con tres a diez años de servicio solamente recibirán un mes de salario; de 10 a 15 años: dos meses; de 15 a 20 años: tres meses, y solo quienes superen los 20 años continuos obtendrían cinco meses de sueldo.

Byron también explica que, desde 2018 y después de la pandemia de covid-19, los trabajadores de la Salud en Nicaragua han tenido que guardarse sus críticas sobre la administración pública y condiciones laborales. “Nos amarramos la boca para no decir ni una crítica al Gobierno”, asegura.

“He visto a muchos compañeros de trabajo —agrega— ser despedidos por haber hecho críticas mínimas, por quejarse por falta de alguna medicina, e incluso por sospechar que han dado información a periodistas independientes”.

Detalla que el personal médico “va rotando, corren, contratan y vuelven a correr”, pero en cantidad son “prácticamente los mismos”.

Para Byron irse al sector privado tampoco ha sido una opción porque “no está creciendo a un gran nivel y los que renuncian mejor se dedican a otra cosa”.

“Bajos salarios y a sumisión partidaria”

Ana Quirós es especialista en Salud Pública y fue desterrada de Nicaragua en 2018, por participar en las protestas de la Rebelión de Abril. En Costa Rica ha continuado su labor entre la comunidad de nicaragüenses migrantes y exiliados. Quirós valora que en Nicaragua las contrataciones y el personal médico existente están sometidos a “bajos salarios y a sumisión partidaria”.

“Se somete a los profesionales de la Salud a decisiones arbitrarias, que van desde participar en manifestaciones en las que no tienen interés de participar, hasta cumplir con órdenes, como la de dejar de atender a las personas por su simpatía o antipatía política”, explica. 

Los empleados públicos han denunciado que se consideran “rehenes” de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que ha radicalizado la vigilancia política y el control partidario en contra de los trabajadores del Estado.

Ana Quirós

Experta en Salud Pública

Hay una fuga profesionales de la Salud hacia otros países, porque muchas veces prefieren dejar Nicaragua, aunque sea para ir a trabajar de cualquier cosa, que quedarse con las limitaciones que existen en el sector público”.

Algunas de las presiones que reciben son: exigencia de participar en marchas, aportes obligatorios al partido de Gobierno, voto obligatorio y comprobado en comicios electorales, autocensura, adoctrinamiento y prohibiciones de salir del país. 

Quirós considera que en Nicaragua el sistema público tiene “un problema serio de dependencia política-partidaria” que provoca que muchos profesionales “han sido corridos, marginados, castigados por decir lo que piensan o tienen que callar sistemáticamente”. 

La fuga de trabajadores 

Para Quirós, Nicaragua nunca ha logrado llegar a la cantidad de personal sanitario recomendado por la OMS, por múltiples razones: por un lado, la formación que hay no es suficiente para cubrir la demanda; y por otro, no hay una política adecuada de contrataciones. 

La especialista en Salud Pública advierte que por eso hay una “fuga” de trabajadores y donde es más grave es en el área de Enfermería “que son una pieza clave del sistema sanitario”. 

“Las enfermeras y los enfermeros tienen bastantes posibilidades de ubicarse en otros países —asegura—, aunque no sea directamente prestando servicios de salud, pero sí en cuido de niños, niñas, personas de la tercera edad o con discapacidad, que son labores muy demandadas en otros países”. 

Rubén, que ha trabajado como médico en varias ciudades de Nicaragua, admite que la cantidad de personal depende del lugar.

“Hay lugares donde los médicos y las medicinas son más escasas y la atención es mucho más básica”, admite. 

“La concentración de personal en Managua y las grandes ciudades es muy distinta a las áreas rurales, y son muchas las personas que deben viajar largas distancias para recibir una atención especializada”, insiste Rubén.

El gran problema—valora Quirós— es que no se está preparando la cantidad suficiente de nuevo personal, lo que se ha agravado con “el despido de una cantidad enorme de docentes”, por lo que no se esperan grandes cambios en los próximos años. 

Rubén agrega que el cierre de organizaciones médicas que se encargaban de “apoyar la actualización y la preparación profesional de especialistas” es un problema que “no se ha visto como un problema”.

Un análisis de datos de CONFIDENCIAL basado en la cancelación de personerías jurídicas de organizaciones no gubernamentales estima que unas 218 asociaciones de Salud han sido canceladas desde 2018 a inicios de 2025. 

Despedidos por pensar diferente

En Nicaragua, se calcula que al menos 686 médicos fueron despedidos por el Minsa, principalmente por manifestarse en 2018 y por expresar sus opiniones científicas o protestar por la mala gestión de la crisis sanitaria derivada de la pandemia de covid-19 por parte del régimen.

La Unidad Médica Nicaragüense, integrada por doctores despedidos, alertó que muchos fueron cesados por brindar atención sanitaria a los heridos durante las protestas civiles de 2018, reprimidas por la fuerza por fuerzas policiales y paramilitares enviadas por la dictadura.

El Ministerio de Salud también ha sido señalado por organismos de derechos humanos nacionales e internacionales como un actor en las “graves violaciones a los derechos humanos”, al limitar la atención a víctimas de la represión estatal durante las protestas de 2018. Este actuar provocó la muerte de muchos manifestantes debido a la falta de atención médica. Uno de los casos más conocidos fue la muerte del adolescente, Álvaro Conrado, en abril de 2018.

Debido a esa ola represiva, cientos de médicos se exiliaron y otros demandaron —sin éxito— su reintegro laboral.

Según documentó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), entre abril y septiembre de 2018, hubo al menos 300 despidos de médicos que trabajaban en hospitales públicos de Managua, León, Masaya y Estelí.

Dos años después, en 2020, cuando se desató la pandemia, el Minsa despidió sin ninguna justificación a personal de algunos hospitales como el Manolo Morales, Bertha Calderón y Antonio Lenin Fonseca.

Entre estos había médicos especialistas que tenían décadas trabajando para el sector público y que durante la pandemia dieron entrevistas o firmaron pronunciamientos públicos donde exigieron equipos de protección personal.

Muchos de los trabajadores públicos despedidos han denunciado que no han recibido el pago de sus liquidaciones aún años después de renunciar o de ser despedidos sin explicación alguna.

Muerte de personal médico por negligencia 

Tan solo cuatro días antes que el Ministerio de Salud (Minsa) informó sobre el primer caso de covid-19, en marzo de 2020, la dictadura obligó a los trabajadores públicos a participar en la marcha “Amor en tiempos del covid-19”, atentando contra su salud, cuando el mundo iniciaba cuarentenas para evitar la propagación del virus. También prohibió la implementación de medidas de prevención, como el uso de mascarillas o caretas, aduciendo que no podían crear alarma entre la población.

Debido a la actitud negligente del régimen, Nicaragua se convirtió en uno de los países de América en el que más personal médico contagiado por covid-19 falleció con más de 200 muertes, según reveló un reportaje de CONFIDENCIAL

Nicaragua fue uno de los países que no cumplió con la sugerencia de la OMS, de que el personal de Salud de primera línea debía ser vacunado en los primeros cien días de 2021. La vacunación a este sector inició hasta después y no fue masiva en un primer momento. 

Los médicos que trabajan por cuenta propia en clínicas o consultorios privados, que atienden pacientes con síntomas de covid-19, tampoco fueron incluidos como prioridad.

Durante toda la pandemia, los sanitarios denunciaron que no recibían el equipo de protección necesario y el personal estaba sobrecargado. Muchos fueron despedidos o amenazados por eso. Hoy nadie se atreve a quejarse de las difíciles condiciones bajo las que siguen laborando.

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Redacción Confidencial

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Confidencial es un diario digital nicaragüense, de formato multimedia, fundado por Carlos F. Chamorro en junio de 1996. Inició como un semanario impreso y hoy es un medio de referencia regional con información, análisis, entrevistas, perfiles, reportajes e investigaciones sobre Nicaragua, informando desde el exilio por la persecución política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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