
13 de enero 2025
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Será en varias partes durante enero, según presidente de la Asamblea. Tres organizaciones opositoras se pronuncian contra "muerte de la la República"
El plenario de la Asamblea Nacional de Nicaragua en la inauguración del nuevo período legislativo, el 9 de enero de 2025 // Foto: Asamblea Nacional
La Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por el gobernante Frente Sandinista, aprobará a cuenta gotas en segunda legislatura la supuesta “reforma parcial” a la Constitución Política de Nicaragua. Esta, en realidad, se trata de una nueva Carta Magna a la medida de la Daniel Ortega y Rosario Murillo, para imponer su dinastía, anulando los contrapesos del poder al imponer el control de la pareja en todas las instituciones nacionales.
En sesión ordinaria, el 13 de enero de 2024, el diputado orteguista y presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras, anunció que aprobarán la “reforma parcial” de forma paulatina durante el mes de enero. Argumentó que en los próximos días llegarán otras iniciativas de ley, y por eso irán aprobando por partes.
El 20 de noviembre de 2024, la dictadura presentó una propuesta de supuesta “reforma parcial” a la Constitución Política, que en realidad cambia 148 artículos y elimina otros 37 de los 198 artículos de la Constitución vigente desde 1987, que equivale a un cambio del 93% de la Constitución.
En 48 horas, sin ningún debate real ni consulta, la Asamblea Nacional aprobó como “reforma parcial” en primera legislatura el cambio casi completo de la Constitución Política de Nicaragua, al gusto y antojo Ortega y Murillo.
En entrevista con el programa Esta Semana, el abogado constitucionalista Juan Diego Barberena, aseguró que esta nueva Constitución "significa la consumación legal del ejercicio absoluto del poder, esta vez matrimonial y familiar de los Ortega-Murillo".
"Prácticamente, vuelve ineficaz todo el catálogo de derechos fundamentales que tenía el texto constitucional nicaragüense en materia de derechos de libertad, derechos de los trabajadores, derechos familiares, en materia de la plena vigencia de los derechos humanos, en los derechos de la niñez, derecho de movilización, de expresión, de información", alertó.
Con la bautizada Constitución “Chamuca”, la dictadura destruye la endeble estructura que ha soportado la organización política y democrática de Nicaragua, que ya venía socavando con ocho reformas anteriores durante la última década.
La que será la nueva Constitución Política de Nicaragua institucionaliza un sistema de partido único y establece formalmente a Rosario Murillo como copresidenta, pavimentando el camino hacia una sucesión dinástica en el poder.
Entre los cambios más significativos destacan:
La Gran Confederación Opositora de Nicaragua (GCON) en conjunto con la Plataforma de Unidad Democrática de Nicaragua (PUDE) y Renacer Nicaragua, se pronunciaron el 13 de enero en contra de la Constitución que calificaron como "la muerte de la República".
"Esta reforma extingue cualquier vestigio de institucionalidad previa, reemplazando los cimientos del Estado con un régimen autoritario y totalitario que concentra todo el poder en el Ejecutivo, eliminando la separación de poderes y subordinando al Estado a los intereses de una sola familia", denunciaron.
Igual sostienen que "la designación de Rosario Murillo como copresidenta consolida el camino hacia una sucesión dinástica que convierte a Nicaragua en un feudo político".
"Este modelo —agregan— representa un retroceso histórico en el ámbito jurídico, abandonando su carácter de Estado Democrático para someterse completamente a la "revolución" como única fuente de legitimidad y normatividad. Con ello, Nicaragua queda transformada en un régimen autoritario, carente de legitimidad y con una estructura de poder que no merece ni debe ser reconocida por instancias internacionales, multilaterales o intergubernamentales".
Asimismo, reclaman "se eliminan las garantías democráticas, la prohibición de la tortura y se despoja a la sociedad nicaragüense de toda posibilidad de autodeterminación, soberanía y de aspiración a una democracia verdadera".
Las plataformas concluyeron su pronunciamiento con "un llamado urgente" a la comunidad internacional para "adoptar medidas contundentes" contra el régimen, incluyendo implementar sanciones, suspender relaciones económicas en beneficie del régimen y fortalecer mecanismos de apoyo humanitario y legal para las víctimas de la represión. "La presión internacional —dicen— es crucial para denunciar esta violación flagrante de los derechos humanos y exigir el restablecimiento del Estado de Derecho en Nicaragua".
Igualmente, exhortaron a los nicaragüenses dentro y fuera del país a la unidad, para "centrar los esfuerzos en una lucha conjunta contra la dictadura".
Copresidencia: La reforma introduce la figura de “copresidencia” para repartir el poder dictatorial entre Ortega y Murillo. Desde octubre de 2021, Ortega ya se había referido a Murillo como “copresidenta”, y en enero de 2023 adelantó públicamente sus intenciones de reformar la Constitución para formalizar el cargo que le dio de facto. La reforma establece que si uno de los dos fallece, el otro mantiene la Presidencia, asegurando la sucesión dinástica.
Poder absoluto: La reforma también elimina la autonomía municipal, suprime la independencia de los poderes del Estado, subordina totalmente al Ejército y la Policía, e impone al Ministerio del Interior como órgano de persecución.
Perpetuación en el poder: La reforma amplía el período presidencial de cinco a seis años, contados a partir de la toma de posesión. Con esto, Ortega y Murillo extenderían su actual mandato hasta 2027, y podrán optar a la reelección indefinida. Igual indica que los “copresidentes” podrán nombrar “vicepresidentes que desempeñarán las funciones que les asignen”.
Los policías “voluntarios” o paramilitares: La reforma crea “la Policía Voluntaria como cuerpo auxiliar de apoyo a la Policía Nacional, integrada por ciudadanos y ciudadanas nicaragüenses que prestan sus servicios de forma voluntaria”. En julio de 2018, Ortega usó por primera vez la figura de “policías voluntarios” para nombrar a los paramilitares que dispararon contra los nicaragüenses desarmados que protestaban contra el Gobierno.
“Nuevos” símbolos patrios: La reforma también incluye como símbolo patrio a la oficialista bandera rojinegra del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Con el cambio, el artículo indica que “los símbolos patrios son: el Himno Nacional, las banderas de lucha antiimperialista del General Augusto C. Sandino y de la Revolución Popular Sandinista, las banderas azul y blanco y la rojinegra, y el escudo nacional”. Además, en el preámbulo se evocan a los mártires de la revolución sandinista y líderes revolucionarios latinoamericanos como Hugo Chávez y Ernesto "Che" Guevara.
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Confidencial es un diario digital nicaragüense, de formato multimedia, fundado por Carlos F. Chamorro en junio de 1996. Inició como un semanario impreso y hoy es un medio de referencia regional con información, análisis, entrevistas, perfiles, reportajes e investigaciones sobre Nicaragua, informando desde el exilio por la persecución política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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