23 de agosto 2023
Cuatro días tardó la orteguista Ramona Rodríguez Pérez en desdecirse sobre una “gratuidad” completa en la universidad estatal Casimiro Sotelo, instalada en la confiscada Universidad Centroamericana (UCA). De acuerdo con la presidenta del Consejo Nacional de Universidades (CNU), los estudiantes pagarán un “valor simbólico” por la prematrícula y matrícula.
Solamente los estudiantes de posgrados, maestrías, doctorados y cursos libres pagarán aranceles, porque estos son planes de estudios “autofinanciados”, dijo Rodríguez durante una entrevista con el oficialista Canal 4.
Según la funcionaria, la universidad estatal seguirá el mismo modelo de la UNAN-Managua. En ese centro “los estudiantes aportan 200 córdobas por matrícula semestral del curso regular y sabatinos, de profesionalización aportan 100 córdobas por semestre”. Más otros 350 córdobas de la prematrícula.
El nuevo ofrecimiento de Rodríguez responde a una campaña del Frente Sandinista, que intenta justificar el robo de la UCA como un “beneficio” de la población. Un “compromiso con la restitución de derecho a la educación” superior, dicen.
“Les anunciamos que esta universidad del pueblo es gratuita para garantizar la formación y el futuro de los jóvenes, hombres y mujeres. No habrá ningún arancel o pago”, afirmó Rodríguez el viernes 18 de agosto de 2023, cuando impusieron a las nuevas autoridades.
La Casimiro Sotelo sería la única, de las cinco nuevas universidades, que no cobraría aranceles. Estas se crearon para agrupar a los casi 43 000 estudiantes de las 27 universidades cancelados de diciembre de 2021 a agosto de 2023.
CNU no explica cómo darán gratuidad
Rodríguez, quien desde 2018 ha encabezado la represión en las universidades de Nicaragua, no explicó cómo harán para asumir el gasto de la universidad sustituta. La UCA no recibía, desde marzo de 2022, su partida por el 6% constitucional.
Entre 2018 y 2022, a la UCA le redujeron la partida estatal hasta en 99%, al pasar de 251 millones a únicamente 250 000 córdobas.
La partida estatal de 2023 destinada a las universidades ya está repartida y en ejecución entre las once entidades educativas, que son miembros del CNU y la Secretaría Técnica de este órgano rector. Según las autoridades, este presupuesto es “escaso”, por lo que cobran matrículas, aranceles y otros gastos académicos en todas las nuevas universidades.
Aunque reciben fondos del 6% constitucional, al año reciben unos 9.25 millones de dólares solo en cobro de aranceles, que se elevan hasta en 22.4 millones al sumarle la partida estatal, según cálculos de CONFIDENCIAL.
La titular del CNU aseguró que, en 2022, el cobro en estas nuevas universidades era para “garantizar el pago de docentes y gastos administrativos”.
Estrategia para la Casimiro Sotelo
Sin embargo, con el reemplazo de la UCA proyectan otro discurso y ejecutan una estrategia diferente al del resto de las canceladas. A la universidad jesuita la inmovilizaron, acusaron y cancelaron en menos de una semana. En dos días crearon la universidad Casimiro Sotelo, mientras estudiantes de otras universidades eliminadas, como la Universidad Rubén Darío, no han podido retomar sus estudios.
La rapidez de la operación con la UCA fue acompañada de una intensa campaña en redes sociales de “restitución de derechos y gratuidad” promovida por las granjas digitales orteguistas.
Esta fue reforzada por el CNU y las autoridades impuestas en la Casimiro Sotelo, por propagandistas y operadores políticos, quienes acusan a los jesuitas de “hacer negocio” con la educación y alimentan un discurso de odio y de clases sociales.
“Antes del 15 de agosto para entrar en la UCA, había que ser hijo de la oligarquía o ser de clase social media alta”, escribió en Facebook el fanático sandinista Carlos Escorcia.
El orteguista olvida que en la universidad jesuita estudiaron hijos de la pareja dictatorial, diputados sandinistas, así como otros familiares y operadores políticos del régimen.
Nuevo rector “urge” instalar UNEN y sindicatos sandinistas
Autoridades del CNU aseguraron que el personal y los estudiantes son libres de decidir si continúan en la nueva universidad o se van. Sin embargo, la Universidad Americana canceló la matrícula a más de 600 estudiantes de la UCA, que se trasladaron a la UAM para evitar estudiar en la "Casimiro Sotelo".
Fuentes universitarias indicaron a CONFIDENCIAL que la medida fue “una orden” de la vicepresidenta Rosario Murillo, para obligar a los estudiantes a quedarse en la universidad orteguista.
Alejandro Genet Cruz, rector de la Casimiro Sotelo, aseguró que en la UCA había unos 3400 estudiantes matriculados y esperan que esta semana se sume el resto.
Enfatizó que urge la instalación de los sindicatos sandinistas y de la Unión Nacional de Estudiantes Universitarios (UNEN). “Allí lo único que existía era la Federación de Trabajadores Universitarios (FESITUN), no existe FEPDES (Federación de Profesionales Docentes de la Educación Superior). Esas son cosas inmediatas”, dijo.
El “aporte” del CNU en la Casimiro Sotelo se reduce a la imposición de siete efemérides sandinistas:
- Jornada Leonel Rugama.
- Jornada general Augusto C. Sandino.
- Natalicio a la inmortalidad del comandante Tomás Borge (sic).
- Jornada comandante Carlos Fonseca Amador.
- Aniversario de la Revolución Popular Sandinista.
- Jornada Rigoberto López Pérez.
- Tránsito a la inmortalidad de Casimiro Sotelo Montenegro.