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Jorge Castañeda: La encrucijada de México ante Donald Trump: migración, seguridad y aranceles

Excanciller de México: El secretario de Estado Marco Rubio visitará a los aliados de EE. UU., aunque tendrá una reunión muy compleja en Panamá

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, habla en una rueda de prensa en el Palacio Nacional en la Ciudad de México, el 23 de enero de 2025. // Foto: EFE/Isaac Esquivel

Carlos F. Chamorro

28 de enero 2025

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Por su peso predominante en la migración a Estados Unidos, por el volumen multimillonario de su intercambio comercial, y por la epidemia de la droga atribuida a los carteles mexicanos del narcotráfico en Estados Unidos, México se encuentra en la primera línea de conflicto en las nuevas relaciones de América Latina con la segunda presidencia de Donald Trump.

En una conversación con Esta Semana el excanciller de México, Jorge Castañeda, politólogo y profesor de la universidad de Nueva York, analizó la “presidencia imperial” de Donald Trump, y en particular las tensiones entre Estados Unidos con el Gobierno de México, en torno a las medidas sobre migración, seguridad, y aranceles, anunciadas por Donald Trump.

“Claramente, el tema primordial para Trump es el migratorio, él ha dicho varias veces que ganó la elección gracias al haber colocado el tema migratorio en el centro de su campaña, y es el tema que más efecto mediático puede tener, en el que es más fácil para él demostrar que está cumpliendo con sus promesas de campaña al expulsar a equis cantidad de gente”, dijo Castañeda.

“México está en condiciones de negociar con Donald Trump, pero en condiciones de resistir, yo diría que no, porque México se encuentra en condiciones de desventaja de Estados Unidos, dependemos en un 60% de nuestra electricidad de plantas de gas natural e importamos 70% del gas natural que consumimos para eso de Texas, tenemos dos días de una capacidad de almacenamiento”, advirtió.


Castañeda también se refirió a la primera visita que realizará el Secretario de Estado Marco Rubio a América Latina. Normalmente, la primera visita es a México, “por la cercanía, por el tamaño, por la historia”, recordó Castañeda, y “lo que parece sugerir este viaje es que a Estados Unidos le importan principalmente sus amigos y aliados”: Guatemala, El Salvador, Costa Rica, República Dominicana, y Panamá, aunque en Panamá tendrá “una reunión muy compleja”, por las pretensiones de Trump de “recuperar” el control del canal de Panamá

La segunda presidencia de Donald Trump, que tiene poco más de una semana, ha sido descrita por varios analistas internacionales como una “presidencia imperial” de Estados Unidos. ¿Cuáles son sus implicaciones globales?

Tiene dos tipos de implicaciones. La primera es en lo interno en Estados Unidos, que es lo que quizás nos preocupa menos a los que no vivimos en Estados Unidos y no somos norteamericanos. Es muy grave, porque lo que está sucediendo es un ataque a las libertades públicas, al Estado de derecho, a una serie de avances en la sociedad norteamericana de los últimos 50 años, que pueden terminar por ser muy dañinos, muy nocivos, para esa sociedad. Y a la larga, si eso sigue en esa dirección, sí nos va a afectar, porque finalmente todo lo que sucede dentro de Estados Unidos afecta a los demás países del mundo.

Luego están las medidas anunciadas que tienen una repercusión internacional, inmediata, directa. El tema de las deportaciones y del cierre de la frontera, la amenaza de aranceles a México, a Canadá, a China, y al mundo entero. También una serie de medidas que tienen que ver con lucha contra el crimen organizado, que pueden afectar a muchos países, entre ellos,  destacadamente a México.

Por su peso en la migración a Estados Unidos y también por el peso que tiene en la relación comercial, México es el país de América Latina que está en la primera línea de conflicto con la presidencia de Donald Trump. ¿Cuál es, en tu opinión, la prioridad de Trump entre los distintos temas que has mencionado y cómo está preparado el Gobierno de México para enfrentar ese desafío?

Claramente, el tema primordial para Trump es el migratorio, lo fue en su campaña, él ha dicho varias veces que ganó la elección gracias al haber colocado el tema migratorio en el centro de su campaña, y es el tema que más efecto mediático puede tener, en el que es más fácil para él demostrar que está cumpliendo con sus promesas de campaña al expulsar a equis cantidad de gente. Es muy difícil determinar, no tenemos cómo saber, y mucho menos los norteamericanos, si está deportando al mismo número de personas que antes, a más o menos personas que antes. Lo único que vemos son las tomas de los aviones en la televisión de Estados Unidos, aviones cargados de guatemaltecos yendo en vuelo hacia Guatemala. El tema migratorio es el más importante con México, pues es el más complejo porque nos afecta de cuatro maneras distintas.

En primer lugar, las deportaciones de mexicanos, de gente de nacionalidad mexicana que está en Estados Unidos y que corre el riesgo inminente de ser deportado a México. En algunos casos, gente que lleva 10, 15, 20 años viviendo allá, aunque sea sin papeles.

En segundo lugar, nos afecta por los mexicanos que van a tener que enfrentar mayores dificultades para entrar a Estados Unidos, con o sin papeles, pero sobre todo sin papeles, que ha sido tradicionalmente una válvula de escape en México y que sin duda se va a cerrar, encareciendo lo que cobran los polleros para llevar a nuestra gente a Estados Unidos.

El tercero es el de la deportación de no mexicanos desde Estados Unidos a México, lo que puede suceder, es que personas sin documentos en Estados Unidos o personas que tenían esta situación excepcional del Parole Humanitario, nicaragüenses, cubanos, venezolanos y haitianos, que sus países no los reciban o en todo caso, que haya resistencia de diverso tipo para que no los reciban sus países. Yo no sé si Daniel Ortega va a recibir aviones cargados de nicaragüenses o no, pero sí sé que si no los recibe Daniel Ortega, entonces los Estados Unidos van a tratar de mandarlos a México, argumentando que el último país donde estuvieron fue México, lo cual es cierto.

Y el cuarto frente, que es también muy complejo es que muchísimos no mexicanos, decenas de miles se encuentran en México y van a seguir llegando a México, pero van a enfrentar cada vez más obstáculos para ir a Estados Unidos. Y entonces ¿qué van a hacer? Pues se van a quedar en México y no estamos en condiciones de poder atender correctamente, de manera humanitaria, a decenas de miles o cientos de miles de guatemaltecos, salvadoreños, hondureños, cubanos, haitianos, nicaragüenses, ecuatorianos, etcétera. Por lo menos, lo que debería hacer el Gobierno de México es exigirle a Trump que él pague la factura, pague la cuenta. Que los costos de atender a toda la gente que va a quedar atrapada en México, pues que esos costos los sufrague el Gobierno de los Estados Unidos.

Jorge Castañeda, excanciller e intelectual mexicano. Foto: EFE

¿México tiene condiciones para negociar con Estados Unidos, o está en una posición de vulnerabilidad? La presidenta de Sheinbaum ya dijo que recibirá a los mexicanos deportados, pero no a los de otros países y dijo —busquen recursos para mandarlos a otra parte.

Ha dicho las dos cosas, también ha dicho que si insisten los norteamericanos, pues que México los recibirá. Entonces no sabemos exactamente qué está sucediendo.

En todo caso, México sí está en condiciones de negociar, pero en condiciones de resistir, yo diría que no, no porque este Gobierno sea más fuerte o más débil que otros, sino porque México es un país que se encuentra en condiciones de desventaja de Estados Unidos. Nosotros dependemos en un 60% de nuestra electricidad de plantas de gas natural e importamos 70% del gas natural que consumimos para eso de Texas. Tenemos una capacidad de almacenamiento de aproximadamente dos días. Con dos días de capacidad de almacenamiento, nos pueden cortar el gas natural cuando quieran, ¿cuántos días aguantamos?

El otro tema es el de los aranceles, las tarifas que Trump ha anunciado que el 1 de febrero incrementará a México y a Canadá. ¿Qué consecuencias podría tener esto? Si México hace una política de retaliación con las tarifas, ¿qué efectos económicos podría tener una escalada?

Habrá que ver el 1 de febrero si hay o no hay aranceles para productos mexicanos. Sí los hay para todos los productos mexicanos o para algunos selectivamente, no lo sabemos. Sí sabemos que la economía mexicana no resiste un arancel de 25% generalizado.

Las exportaciones mexicanas a Estados Unidos representan más o menos 30% del producto interno bruto mexicano, son exportaciones de México a Estados Unidos. Un arancel de esa magnitud a todos los productos no estaríamos en condiciones de resistirlo.

Trump en mayo de 2019 amenazó con un arancel de 25%, pero el Gobierno de México de entonces de Manuel López Obrador, inmediatamente cedió. En esta ocasión no sabemos si Trump va a amenazar y la presidenta Claudia Sheinbaum va a ceder, o si Trump va a aplicarle el arancel y condicionar su retiro a una serie de gestos, políticas, decisiones mexicanas en el futuro. Es muy difícil saberlo. Lo que yo sí estoy convencido es que México difícilmente podría resistir una medida de esa naturaleza.

Los alegatos de seguridad de Estados Unidos, ¿el tema del fentanilo y los cárteles del narcotráfico de México entran en esta negociación y transacción entre migración, aranceles y seguridad?

Si entran, porque Trump ha dicho que entran y que uno de los criterios principales que él utilizará para ver si México coopera con Estados Unidos es que se reduzcan los envíos de fentanilo de una manera drástica, significativa. Y para eso, puede pedir Trump, no lo sabemos, puede ser que ya haya sucedido, puede pedir Trump que México acepte una presencia norteamericana, por ejemplo, en los puertos de Manzanillo y de Lázaro Cárdenas, en Sinaloa, donde se fabrica el fentanilo y de donde se envía, o en algunas carreteras y las vías férreas que van de Sinaloa a hacia a Estados Unidos, principalmente al cruce fronterizo de Nogales. Todo eso no sabemos si lo ha pedido o no, lo que sí sabemos es que ha dicho que uno de sus criterios es reducir de manera dramática el volumen de fentanilo que va de México a Estados Unidos. ¿Cómo comprobar eso? ¿Cómo lograrlo? Pues la verdad, nadie sabe.

El secretario de Estado, Marco Rubio, ha anunciado su primer viaje a América Latina en los próximos días. No visitará a ninguno de los grandes países de la región, únicamente sus aliados entre los Gobiernos del SICA, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá y República Dominicana, excluyendo a Nicaragua y Honduras. ¿Cuál es el objetivo y el mensaje de Estados Unidos y del Secretario de Estado en esta gira?

Es difícil saber porque no han dado mayor explicación de por qué van a estos países y por ejemplo, no a México, que normalmente el primer secretario de Relaciones recibido por el nuevo secretario de Relaciones de Estado en Estados Unidos es el de México, por la cercanía, por el tamaño, por la historia. Lo que parece sugerir este viaje es que le importa principalmente sus amigos. Eso es lo que más le importa a Marco Rubio. Y eso es lo que va a hacer y a demostrar claramente con la exclusión de México, pero sobre todo la exclusión de Honduras. Se entiende lo de Nicaragua, y lo de Venezuela. Con Honduras, hay una situación compleja con la presidenta Xiomara Castro ha dicho algunas cosas, que quizás ha provocado malestar en Estados Unidos, lo de eliminar las bases (militares).

Pero de cualquier manera da la impresión que Rubio tiene muy claramente pensado con quién quiere ser amigo y con quiénes no, y con quienes va a tocar los temas, que si los tocara con los otros serían muy delicados. El tema de Venezuela, de Cuba, de Haití con República Dominicana, que es fundamental para Estados Unidos, el tema de la OEA, el próximo secretario general de la OEA, que tengo entendido se va a elegir en la primera la primera quincena de marzo, que es un tema importante. ¿Quién va a ser y a quién va a apoyar Estados Unidos y a quién van a apoyar estos países que mencionaste? Estamos pendientes en México de saber cuándo habrá una reunión entre el Secretario de Relaciones Exteriores Mexicano y (Marco) Rubio.

Entre estos aliados que serán visitados por Marco Rubio, está Panamá con el que Trump está provocando una situación conflictiva. ¿Cómo ves la pretensión de Trump de recuperar el Canal de Panamá y su impacto en América Latina? Panamá ha dicho que está dispuesta a dialogar, pero no a negociar el Tratado y la soberanía del canal.

En efecto, es una visita delicada, muy compleja la de Rubio a Panamá, porque si bien el presidente Mulino había sido proclive a una relación más estrecha con Estados Unidos, ni él puede aceptar la exigencia de Trump de que se devuelva el canal, y Rubio se va a ver obligado a plantear el tema porque su presidente lo plantea prácticamente todos los días. No sé exactamente cómo vaya a desarrollarse esa reunión, en condiciones normales pues no tendría lugar esa reunión, porque no tiene mucho sentido.

Pero con la excepción de Panamá, por lo menos Rubio escogió cuatro o cinco países donde no tendrá roces, donde más bien habrá acuerdos en materia migratoria. Guatemala prácticamente ya aceptó ser “tercer país seguro” y no le queda de otra. Con El Salvador hay muy buena relación, con República Dominicana, va a haber buena relación.

Hay un tema muy importante pendiente con Dominicana, que es la décima Cumbre de las Américas, que se va a celebrar en Punta Cana en diciembre de este año. ¿Va a ir Trump, va a ir Rubio, va a ir Venezuela, va a ir Cuba, va a ir Cuba con Rubio? ¿Cómo va a ser eso? ¿Díaz-Canel con Trump? ¿Maduro con Trump?, pues son temas muy complicados en la agenda con Dominicana. Entonces, va a ser un viaje interesante que habrá que seguir muy de cerca.

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Carlos F. Chamorro

Carlos F. Chamorro

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Fundador y director de Confidencial y Esta Semana. Miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo. Ha sido Knight Fellow en la Universidad de Stanford (1997-1998) y profesor visitante en la Maestría de Periodismo de la Universidad de Berkeley, California (1998-1999). En mayo 2009, obtuvo el Premio a la Libertad de Expresión en Iberoamérica, de Casa América Cataluña (España). En octubre de 2010 recibió el Premio Maria Moors Cabot de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York. En 2021 obtuvo el Premio Ortega y Gasset por su trayectoria periodística.

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