13 de septiembre 2021
Una representación de la diáspora nicaragüense se manifestó este domingo 12 de septiembre por las calles del centro de San José, capital de Costa Rica, para exigir al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo la liberación de los presos políticos; mientras demandaban a la comunidad internacional desconocer el denominado proceso electoral que culminará con las votaciones del 7 de noviembre.
Al igual que en los años 70 y 80 del siglo pasado, la vecina del sur es el destino buscado por la mayor parte de los ciudadanos que se ve empujada a salir del país, sea para resguardar su vida, o buscar mejores horizontes económicos, por lo que se considera que el número de nicaragüenses habitando en ese país se acerca al medio millón de personas, y que su número crece cada día.
La marcha, que arrancó con poco más de una hora de atraso, partió de la estatua al expresidente costarricense León Cortés y recorrió todo el Paseo Colón y la Avenida Central, una distancia de 3.5 kilómetros de extensión, que no estuvo exenta de incidentes, especialmente durante la primera parte del recorrido.
En dos ocasiones, transeúntes de origen nicaragüense aprovecharon el paso de la caravana para gritar consignas en favor de Daniel Ortega, con respuestas disímiles de parte de los caminantes.
En la primera ocasión, la madre de Orlandito Córdoba, Yadira, se acercó a reclamar a una mujer que gritaba vivas a Ortega, increpándola porque “vos no sabés lo que se siente que te asesinen a un hijo”. Poco después, otros manifestantes corrieron a acuerparla, por lo que la mujer se refugió dentro de una iglesia protestante, causando un incidente de un par de minutos, en el que tuvieron que intervenir los agentes policiales que acompañaban la actividad.
Unos centenares de metros más adelante, un grupo de mujeres que ofrecía en una acera zapatos de mujer y calcetas, comenzó a gritar a los manifestantes que Ortega “es el mejor presidente que ha tenido Nicaragua”.
Ante lo que algunos consideraron una provocación, los líderes de la marcha se apresuraron a pedir a los asistentes que ignoraran a las mujeres, por lo que no se generó incidente alguno, más allá de la decisión policial de obligar a las mujeres a recoger su mercadería, y que dejaran de ofrecerla en la vía pública.
Por favor, visiten a los reos políticos
Al cierre del evento se ejecutaron bailes típicos y se entregó la bandera de Nicaragua a un grupo de Madres de Abril, así como a los periodistas, mientras se leía un comunicado en el que se señalaba que, si bien Centroamérica festejará el bicentenario de su independencia, Nicaragua “no podrá conmemorar este hecho trascendental que debería recordarnos el esfuerzo y la lucha por la libertad de los fundadores de nuestra patria”.
La razón es que, “tras dos siglos de reiteradas tiranías… que han arrebatado la vida, la libertad, y la construcción de una verdadera república, en nuestro país persiste una nueva dictadura que niega nuestros derechos y libertad. Por ello, seguiremos exigiendo a la comunidad internacional, a sus instancias políticas, humanitarias y financieras, a escuchar el clamor del pueblo nicaragüense, que cada día es asfixiado por el régimen de Ortega”.
El documento leído al final de la actividad insta “a la comunidad internacional, especialmente a la CIDH, y Naciones Unidas, a solicitar el ingreso al país, para verificar in situ la condición de los reos políticos”, a la vez que pide a la Organización Mundial -y a la Panamericana- de la Salud, ir a Nicaragua a confirmar “la grave crisis sanitaria de la pandemia de covid – 19, que sigue cobrando vidas, ante el ineficiente trabajo de la dictadura Ortega Murillo”.
Ante ese escenario, reiteraron la petición de desconocer el proceso electoral, y “declarar ilegítimo el ejercicio del poder de Daniel Ortega y Rosario Murillo, enfocado en asesinar, secuestrar, desaparecer y exiliar a toda expresión política opositora”.
La represión “ha sepultado por completo la democracia de nuestro país, por lo que exigiremos siempre, que se desconozca el próximo período presidencial autoimpuesto de Daniel Ortega, quien mantiene secuestrados –y enjuiciando- a precandidatos presidenciales, y a cientos de nicaragüenses opositores”, lee el documento.
Una equis en el rostro de los asesinos
La lucha por refundar el país “exige continuar en esta resistencia en contra del poder político y económico, que no quieren una verdadera república”. Por eso, optan por mantener la demanda ante la comunidad internacional, y por enseñar a las nuevas generaciones, que “la causa de la libertad, de la democracia, y la justicia, son estrictamente irrenunciables. No descansaremos, hasta lograr la justicia que exigen las madres de abril, porque sin justicia, no hay independencia”.
Refrendando ese pensamiento, Yadira Córdoba, madre de Orlando, el adolescente asesinado durante la Marcha del Día de las Madres, en 2018, pidió a la diáspora “unirnos para que tengamos libertad y justicia en nuestra patria para los asesinados, y libertad para todos los presos políticos, sin excepción. Todos merecen ser libres, y queremos que los saquen ya”.
Añadió que “no estamos de acuerdo con ese circo electorero. Las madres repudiamos estas boletas, con las caras de los asesinos allí plasmadas. ¡Afuera los sapos y los asesinos!, consigna que mi hijo Orlandito Córdoba la 'caminaba', y hoy la grito con mucha fuerza”.
La señora Córdoba declaró que “quisieron asesinar a nuestro hermano Joao Maldonado, pero aquí estamos presentes, dando el grito de justicia, de libertad.... Aquí está la prueba de que no nos van a callar, y de que no tenemos miedo a la represión de los Ortega Murillo. Si nos toca morir, pues vamos a darlo todo por nuestra patria”, afirmó.
El exilio tiene previsto efectuar otras dos actividades en la capital josefina, este 14 y 16 de septiembre.