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Obispo Báez: “Comisión de la Verdad para investigar genocidio”

Ortega pretende limitar diálogo a temas “económicos y sociales”, Iglesia insiste en “democratización”

Feligreses nicaragüenses podrán llevar banderas azul y blanco a procesión del primero de enero

Colaboración Confidencial

Ivan Olivares | Arlen Cerda

5 de mayo 2018

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Mientras el gobierno del presidente Ortega rechazó la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA para investigar más de 40 muertes, alegando que debe esperar los resultados de “procesos internos, el obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez, declaró a CNN que debe conformarse una ‘Comisión de la Verdad’ con notables llegados del extranjero “para encontrar responsables y llevarlos ante la justicia. Ese es el punto de partida del diálogo”, porque “la sociedad exige el esclarecimiento del terrible genocidio en contra de jóvenes que reclamaban desarmados”.

El obispo, que forma marte de la Comisión Mediadora de la Conferencia Episcopal, insistió en que “la CEN aceptó mediar diciendo que hay que revisar el sistema político de Nicaragua desde su raíz, para lograr una auténtica democracia, y en esto coinciden los demás sectores, con algunas variantes y acentos. Lo importante es que nadie llegue a boicotearlo. No nos podemos perder en temas gremiales y sectoriales, aunque sí son importantes”, concedió.


Lo segundo es “sacar a Nicaragua del atolladero institucional en el que está desde hace años”, explicó.

Tal como lo advirtieran un par de veces, la CEN da “un mes de plazo. Si no se está cumpliendo, nos retiramos. No vamos a prestarnos a un juego”, advirtiendo también que este “no será un pacto de cúpulas, ni habrá acuerdos bajo la mesa. El pueblo estará informado. La democratización es el objetivo del dialogo”, remarcó.

“Todo discurso autoritario, ofensivo, que no cree armonía, obstaculiza el dialogo”, sentenció monseñor Silvio Báez, miembro de la miembro de la comisión mediadora de la Conferencia Episcopal,Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), al ser entrevistado en el programa ‘Conclusiones’ de CNN.

“Si a los jóvenes que despertaron su conciencia de forma heroica se les llama vandálicos, vampiros, chupasangre, no se puede crear un ambiente propicio para el diálogo. Lo esencial en el diálogo nacional no es confrontar a las personas, sino resolver los problemas, y el Gobierno debería colaborar un poco más en eso”, añadió.

El religioso reconoce que “el diálogo en Nicaragua es un riesgo, porque nuestro país no está acostumbrado a dialogar”, y porque “hay una parte de la sociedad que ha estado acallada y reprimida en sus derechos humanos y fundamentales”.

La CEN aceptó “este riesgo en nombre de Jesucristo, en nombre del pueblo, porque si no lo corremos, se pueden abrir horizontes de violencia y de caos”, advirtió.

No se trata de hacer un diálogo para perder el tiempo y que se enfríen las ansias de libertad y democracia. Tampoco para discutir ad eternum tantos temas que el país requiere resolver cuanto antes, por lo que define que “las partes tienen que ir de acuerdo en alcanzar un único objetivo”.

Humberto Ortega: diálogo para ver si se adelantan elecciones”

“Ortega, cada vez más solo en Nicaragua”, titula el periodista Andrés Oppenheimer, su columna en The Miami Herald, en la que cita al general en retiro Humberto Ortega hablando de los últimos acontecimientos de Nicaragua: “aquí hay un antes y un después. Este gobierno no puede regresar a como estaba antes de esta crisis, a la forma de gobierno tan monopólica y autoritaria que venía ejerciendo”.

Agregó que “la pareja presidencial (como se refieren los nicaragüenses al presidente y su poderosa esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo) no tiene perspectivas, como tampoco las tiene la oposición. La única forma de salir de esta crisis será mediante una concertación nacional que comience con el diálogo mediado por la Iglesia”.

Cuando Oppenheimer le preguntó al ex jefe del Ejército y hermano del presidente, sobre las demandas de que una comisión internacional venga al país a investigar más de 40 muertes, Ortega no quiso entrar en detalles, pero dijo: “tiene que haber una transición, un aterrizaje suave, una salida constitucional, un diálogo donde se verá si se pueden adelantar las elecciones del 2021”.

Y añadió que “el resultado de este diálogo debe ser que nadie en la historia de Nicaragua vuelva a tener el poder monopólico que tuvo este gobierno. Que nadie pueda copar el poder como lo ha copado esta pareja presidencial”.

Ortega rechaza CIDH

A pesar de haber aceptado el diálogo nacional, este lunes el presidente Daniel Ortega afirmó que su instalación es para “tratar temas que tienen que ver con la justicia social, económica, y la seguridad de los nicaragüenses”.

Además, Ortega calló sobre la demanda nacional para que deje el poder y que su Gobierno responda a las demandas ciudadanas con la investigación independiente y creíble sobre las muertes y crímenes de abril.

El Gobierno de Nicaragua rechazó la visita urgente que le solicitó efectuar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la violencia en las protestas del país, al alegar que hay que esperar “a los procesos internos”, alegando que la Asamblea Nacional ha creado una “Comisión de la Verdad” que tiene un plazo de tres meses para investigar y rendir un informe.

El órgano autónomo de la OEA solicitó el pasado 24 de abril que se le permitiera entrar al país para evaluar lo sucedido y el 1 de mayo recibió la respuesta del Ejecutivo.

La Comisión ha decidido instalar una “sala de coordinación y respuesta oportuna integrada” para dar “especial atención a la situación de los derechos humanos en Nicaragua” y reiterado “de manera urgente su solicitud de anuencia al Estado para la realización de una visita al país”.

“A la luz del reclamo que la sociedad civil y los estudiantes han manifestado ante las propuestas del Estado, la CIDH reitera de manera categórica y urgente su solicitud de anuencia para la conducción de una visita de trabajo con el fin de verificar los hechos acontecidos”, señala la Comisión en su nota. “De acuerdo con su mandato, la CIDH observa que Nicaragua se ha cerrado al escrutinio internacional en materia de derechos humanos desde hace años”, agregó la Comisión, que exhortó al Estado de Nicaragua a “abrirse al escrutinio internacional, lo cual contribuirá al establecimiento de un diálogo constructivo en Nicaragua”.

Suárez: “conspiración pagada por EE.UU”

El diputado y secretario de Relaciones Exteriores del Frente Sandinista, Jacinto Suárez, declaró que las protestas son “una conspiración pagada por los Estados Unidos”, en una entrevista con el periodista Ismael López, para la BBC de Londres.

“Es el mismo estilo de Venezuela, es decir tumultos de vándalos, manifestaciones, un montón de muertos. Tenemos que decir que estamos ante una conspiración patrocinada y pagada por el Gobierno de Estados Unidos. No estamos viendo fantasmas, ni inventando nada”, aseguró Suárez, uno de los pocos viejos cuadros del partido que se mantiene junto a Ortega, con quien forjó una amistad durante los siete años de cárcel que compartieron celda de 1967 a 1974.

El diputado reconoció que las protestas “obviamente nos causó algún efecto porque no estábamos preparados”.

“Para ser sinceros —añadió— nos sorprendieron. Pero ahora ya estamos —como decimos en Nicaragua— en la jugada. Estamos más alerta, para entender este fenómeno y ver como lo trabajamos y lo asumimos”.

Suárez argumentó como evidencia de la supuesta conspiración “el financiamiento, los miles de dólares que manejan, lavados a través de ONGs”.

“Ya han entregado buenas cantidades de dinero a dirigentes y a grupos para que activen su trabajo. Esa es la evidencia: la cantidad de dinero que ha circulado.

Obviamente para investigar todo eso (la Asamblea Nacional) nombrará la Comisión de la Verdad y de ahí van a salir muchas cosas de eso”, dijo.

Sin embargo, el mandato de la “Comisión de la Verdad” anunciada por la Asamblea que será integrada este domingo, no es investigar una presunta conspiración, sino esclarecer las muertes de decenas de jóvenes.

Suárez añadió que efectivamente la Comisión “investigaría” los muertos, para identificar “quién mató y quién no mató. Porque hay muertos nuestros y muertos de ellos”. Acto seguido, minimizó el número al decir que no son 45 como afirma una lista del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, sino 32, y que de estos solo 18 eran estudiantes.

“Ellos tienen la mayoría de los muertos, para ser francos. Pero ¿cómo los mataron y quién los mató? Se habla mucho de francotiradores, de gente armada en las manifestaciones, otros dicen que fue la Policía. Es decir, hay que investigar quiénes son. La Fiscalía hará una investigación muerto por muerto”, aseguró.

El diputado justificó el rechazo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, alegando que “está parcializada? Ha sido ocupada contra Venezuela, Bolivia, contra Nicaragua… Pero cuando fue en Honduras donde hubo un montón de muertos se quedaron en silencio, no dijeron nada. Entonces, esa comisión, yo, personalmente, no confío en ella”, indicó.

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