10 de abril 2024
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La dictadura de Daniel Ortega sumó recientemente a Ecuador a su corta lista de países con relaciones diplomáticas rotas: Holanda y Taiwán. Mientras, también, mantiene “suspendidos” sus lazos con el Vaticano.
Los motivos de las rupturas o suspensiones son variados. Van desde el malestar por el no financiamiento de un hospital —Holanda—, el restablecimiento de las relaciones con “la verdadera China” —Taiwán—, la defensa de la “dignidad” mexicana —Ecuador—, o hasta el enojo porque llamaron “dictadura hitleriana” al Gobierno orteguista —Vaticano—.
Además, Daniel Ortega ha tenido múltiples roces con la comunidad internacional, entre estos: Colombia, Chile, Argentina y otros de la Unión Europea que han rechazado enfáticamente la gestión de Ortega en el poder. También mantiene una tensión diplomática con Panamá, por el asilo político al exmandatario condenado por corrupción, Ricardo Martinelli. Aunque con estas naciones aún no ha dado los pasos para fracturar su relación diplomática.
CONFIDENCIAL hace un recuento de cómo Ortega aniquila las relaciones diplomáticas con países que no apoyan sus caprichos.
Ecuador, la ruptura diplomática más reciente
La irrupción de la Policía ecuatoriana, el 5 de abril de 2024, en la Embajada de México en Quito, para capturar al asilado político y exvicepresidente de ese país, Jorge Glas, provocó que la dictadura confirmara la ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos países el 6 de abril, a través de una nota de prensa divulgada en medios oficialistas.
El Gobierno de Nicaragua catalogó como “insólita” la acción de captura mandatada por el presidente Daniel Noboa, quien según la dictadura utilizó una acción “repudiable” con las fuerzas policiales y por eso mostraban “contundente, enfática e irrevocable repulsa” que impulsó la decisión de la ruptura diplomática, informó la nota de prensa.
La ruptura se dio en “apoyo y solidaridad” al Gobierno de México, presidido por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien le agradeció al Gobierno de Nicaragua por hacerlo “sin que se lo pidiera (…) porque nobleza obliga, y vamos a continuar”, aseguró el 8 de abril en conferencia de prensa.
López Obrador es uno de los presidentes de la región que callan sobre las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua, de los que Daniel Ortega es el principal ejecutor.
En diferentes ruedas de prensa, periodistas mexicanos han increpado al mandatario sobre diversas facetas represivas en Nicaragua, como el destierro de los 222 presos políticos a quienes desterraron en febrero de 2023 y la posibilidad de brindarles nacionalidad. La respuesta fue evadida con una invitación a un desayuno y que después contestaba sobre ese tema.
En ese mismo año, exjefes de Estado y de Gobierno integrantes de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) denunciaron el silencio del presidente de México ante el destierro de los opositores.
En su protesta contra Ecuador, Ortega omitió que, en abril de 2022, ordenó el allanamiento y confiscación de las oficinas de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que anunció su salida, y que meses antes también había confiscado la embajada de Taiwán.
Holanda, la rabieta porque no le dieron un hospital
Daniel Ortega anunció la ruptura de relaciones diplomáticas entre Nicaragua y Holanda, durante el 43 aniversario de la Policía en septiembre de 2022. Las razones dadas por el dictador especificaban que Holanda no financiaría un centro de atención médica en la Costa Caribe, que dijo: significaba un acto de “miseria humana” para el país.
Holanda negó el apoyo por la falta de transparencia en el proyecto, un manejo inadecuado de los fondos y la situación de vulneración de los derechos humanos en contra de los nicaragüenses. El Gobierno holandés ha mantenido una crítica y condena por las violaciones a los DD. HH. en Nicaragua.
Horas después de los señalamientos de Ortega, el Ministerio de Relaciones Exteriores confirmó la decisión de “descontinuar inmediatamente las relaciones diplomáticas” con Holanda, país al que llaman “proimperial”.
Marie-Christine Theodore Therese Pirenne fungía como embajadora concurrente de Holanda para Centroamérica desde Costa Rica, fue considerada como una funcionaria “nada diplomática” por la Cancillería de Nicaragua, que “violentaba la Convención de Viena”, por las “amenazas y suspensiones de obras de bien común”.
Taiwán: Daniel Ortega da la espalda a su fiel cooperante
El régimen de Daniel Ortega rompió relaciones diplomáticas con Taiwán en diciembre de 2021. El país asiático era uno de sus principales cooperantes, sin embargo, le dio la espalda para reconocer a China como “único Gobierno legítimo”.
Esta fue la segunda vez que un Gobierno de Ortega rompió relaciones con Taiwán. La primera fue en 1985, durante su primer mandato.
“El Gobierno de la República de Nicaragua declara que reconoce que en el mundo solo existe una sola China. La República Popular China es el único Gobierno legítimo que representa a toda China, y Taiwán es parte inalienable del territorio chino”, dictaba el comunicado del régimen, leído por el canciller Denis Moncada Colindres.
Los bienes que pertenecían a Taiwán, que luego de la arremetida orteguista el país decidió donarlos a la Iglesia católica de Nicaragua, fueron arrebatados y entregados a China “con absoluta e irrestricta propiedad de dominio”.
La Procuraduría General nicaragüense, en una nota de prensa indicaba que "el reconocimiento de parte de un Estado, de la realidad de una sola China, como ocurrió en el caso de Nicaragua el 9 de diciembre de 2021, implica el inmediato registro de todos los bienes inmuebles, muebles, equipos y medios, a favor del Estado reconocido, la República Popular China”.
Las relaciones “suspendidas” con El Vaticano
La dictadura de Daniel Ortega ha dirigido una persecución sin precedentes contra la Iglesia católica en Nicaragua, que ha incluido la expulsión del nuncio apostólico Waldemar Stanisław Sommertag, el congelamiento de sus cuentas bancarias, el cierre y confiscación de centros educativos (incluidas universidades), persecución, asedio, cárcel y destierro de dos obispos, decenas de sacerdotes y varios feligreses.
En marzo de 2023, en una entrevista con el medio argentino Infobae, el papa Francisco catalogó al Gobierno de Nicaragua como una “dictadura hitleriana” y afirmó que Ortega padece “un desequilibrio mental”. Días después, Ortega mandó a suspender relaciones diplomáticas con la Santa Sede.
En ese entonces la Cancillería de Nicaragua expresó en un comunicado que “entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas”.
No obstante, el Vaticano aclaró que la medida fue una acción unilateral del régimen, que solicitó a la Santa Sede cerrar las instalaciones diplomáticas en Managua y la embajada en la Ciudad del Vaticano.
Desde septiembre de 2021 Nicaragua no cuenta con un embajador dentro de la Santa Sede, cuando se descartó a Elliette Ortega Sotomayor como representante. Antes de ella, el representante fue el exsubdirector de la Policía Nacional, excomisionado general en retiro Francisco Bautista Lara.
Desde la expulsión del nuncio apostólico, en marzo de 2022, se arreció la cacería contra la Iglesia católica y sus sacerdotes, a los cuales Ortega ha calificado de “mafia” y “terroristas”.
