22 de abril 2019
Los representantes de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia pedirán una cita previa a los Testigos y Acompañantes Internacionales de la Mesa de Negociación, para evaluar si vale la pena acudir a la reunión de mañana martes 23 de abril en el Incae.
El 12 de abril pasado se conoció una nota suscrita por el nuncio apostólico en Nicaragua monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, y Luis Ángel Rosadilla, representante de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la que invitaban a una cita en esa reconocida casa internacional de estudios.
El objetivo de la cita es “conversar sobre las condiciones que permitan en forma efectiva y oportuna avanzar en la implementación de los acuerdos suscritos los días 27 y 29 de marzo de 2019”. Aunque el documento no lo dice, los miembros de la Alianza leen entre líneas lo que el religioso y el político quieren decir en clave diplomática.
“Los testigos y acompañantes presentarán una propuesta de implementación este martes, porque están claros que los acuerdos no se han cumplido”, dijo a Confidencial el abogado José Pallais, miembro del equipo negociador de la Alianza.
Antes que llegue la fecha de la cita, los negociadores de la Alianza pedirán una reunión privada a los Testigos y Acompañantes “para ver de qué se trata, y evaluar de previo en qué consiste, antes de decidir, porque la situación, en vez de mejorar, empeora”, graficó.
Mario Arana, también integrante del equipo negociador, confirmó a Confidencial que pedirán esa cita previa, aprovechando su reunión estratégica de este lunes. “Estamos preocupados por el disfraz, la manipulación; tenemos poca confianza en la intención de cumplimiento de este gobierno”.
“No estamos en disposición de hacerle el juego a una negociación que no va a ningún lado. Deben demostrar seriedad para cumplir, pero lo que vemos es poca disposición de parte de este gobierno. Nosotros queremos seguir haciendo algo serio por este país, pero no vamos a seguir siendo payasos de nadie”, aseveró Arana.
La también integrante del equipo negociador, Azahalea Solís, fue más tajante al advertir que “la Alianza no se sienta. Tenemos reunión entre nosotros, para tomar decisiones”, matizó.
En la reunión estratégica de este lunes, los negociadores de la Alianza van a revisar el recuento pormenorizado de los incumplimientos, que han acumulado en lo que va del mes, “y tenemos que verlo antes de decidir” qué van a hacer.
Una de las opciones es presentar ese recuento a los Testigos y Acompañantes, quienes deben “velar por el cumplimiento de los acuerdos, donde ellos son parte importante, porque firmaron como testigos. Se requiere que tomen un rol más beligerante para que haya confianza en lo firmado”, aseveró Pallais.
Al respecto, Arana enlistó que “hay una serie de acuerdos que ya fueron firmados, compromisos que deben ser cumplidos, esquemas de seguimiento que deben ser observados. Hay un compromiso para devolver los medios de comunicación, y eso requiere un protocolo, un cronograma, ¿quién los devolverá? Hay que operativizar las mesas de implementación”, defendió.
Junto con lo que ya está firmado –y siempre incumplido- está la lista de temas torales que deben ser abordados si se quiere encontrar soluciones reales al problema que aqueja a Nicaragua. “Tenemos que buscar soluciones de fondo a los problemas políticos que tenemos”, recordó Arana.
¿Por qué seguir?
En las redes sociales hierve una tesis: la Alianza debe levantarse de la mesa de negociaciones, y dejar de oxigenar a un Gobierno que no tiene intención alguna de cumplir, y solo está ganando tiempo para evitar sanciones.
La realidad, como suele suceder, es más compleja que eso. Para empezar, porque la estrategia de ganar tiempo no funcionó: Estados Unidos igual impuso sanciones al BanCorp, así como a Laureano Ortega Murillo, operador político y de negocios de la pareja presidencial, y según Estados Unidos, entrenado para dar continuidad al régimen de sus padres.
Arana considera que la Alianza debe encontrar la forma de lograr que se reactive la Mesa de Negociación, no solo para demandar el cumplimiento de los acuerdos ya firmados, sino para comenzar a hablar de “Justicia y Democracia, que siguen pendientes”.
“Hay una expectativa de lograr la democratización de Nicaragua, que es lo que le dará una respuesta de fondo al problema de Nicaragua. Sin democracia, no cambiamos nada. Por ello tenemos que lograr unas reformas electorales que garanticen elecciones justas y transparentes, con observación nacional e internacional”, sentenció.
Al respecto, recordó que “la OEA ya tiene su programa, que le interesa discutir con la Mesa. Son elementos estratégicos que tienen que verse”.
Efectivamente, la invitación del 12 de abril señala que la cita es “para presentarles a su consideración, revisión y aprobación, la propuesta de implementación de los puntos previamente aprobados”.
“¿Por qué creer que cumplirán los nuevos acuerdos, si no han cumplido nada? No podemos seguir adelante con cumplimientos a medias, o sin cumplimientos”, pregunta Arana
“El Acuerdo de Garantía Ciudadana decía que era de inmediato cumplimiento, y nada se ha cumplido. Se mantiene un esquema de represión de baja intensidad. No es como en otros momentos, pero continúa”, señaló.
Todo ello lleva a que “el país esté emotivo, dolido, porque sigue la represión, el hostigamiento, la intimidación… y así, para la gente es bien difícil digerir que sigamos sentados a la mesa de negociación.