
3 de mayo 2025
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Anda conoce las bellezas de las áreas protegidas, mañana podría ser tarde. No te pase como a mí, que como dice Bad Bunny “debí tirar más fotos”
Fotografía de un paisaje en la Reserva Biológica Indio Maíz, tomada en diciembre de 2016, con un montaje del detalle del álbum de Bad Bunny: "Debí tirar más fotos". // CONFIDENCIAL
El miércoles 30 de abril, los operadores del régimen Ortega-Murillo en la Asamblea Nacional aprobaron la Ley de Áreas de Conservación Ambiental y de Desarrollo Sostenible. Esta normativa representa la priorización de los intereses económicos de las élites y socios del régimen por encima de los bienes naturales protegidos del país. Conviene detenernos a examinar qué implica concretamente estos acontecimientos en pleno desarrollo, y qué significarán para las próximas generaciones.
Es importante señalar que esta nueva ley modifica diversos artículos de la Ley 217, Ley General del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, y deroga por completo el Decreto Ejecutivo 01-2007, que contenía el Reglamento de Áreas Protegidas de Nicaragua. Es decir, piensen que todo lo que conocían y aprendieron sobre las áreas protegidas, desde la década de 1990 hasta la fecha podría cambiar. Viéndolo desde otra perspectiva, alrededor del 25% del territorio nacional —representado por las 75 áreas protegidas— pasará a gestionarse bajo un nuevo enfoque dictado por el régimen.
El artículo 1, que plantea el objetivo general de la ley, habla de armonizar los criterios y categorías de las áreas con el “aprovechamiento racional”, “transformando la ruta de crecimiento económico”. Es decir, ya no van a protegerse, se van a aprovechar. El artículo 21 señala lo que se puede permitir dentro de las áreas protegidas: actividades económicas, aprovechamiento de recursos geotérmicos, geológicos, minerales, hidrocarburos, entre otros. También abre la puerta a la cacería por “subsistencia”, a la construcción de infraestructura para hidrocarburos e hidráulica, así como a concesiones para la acuicultura. Adicionalmente, se permitirá el “aprovechamiento forestal” todo esto se prepara para terminar de destruir los últimos reductos de bosques que tenemos.
Los artículos 46 y 47 establecen que cada cinco años se definirán los límites cartográficos determinando la ubicación, el tamaño y los límites de estas áreas. Es decir, van a poder reducir los límites y la superficies de las áreas que tenemos actualmente en condición de protección.
El régimen aún deberá emitir y aprobar un reglamento de esta ley y diversas resoluciones ministeriales para consolidar este adefesio legal que busca ordenar el saqueo y despojo de nuestros bienes naturales.
Pero esto no termina aquí. Vas a entenderlo con mayor claridad cuando empiecen a otorgar los permisos de extracción dentro de las áreas protegidas que desde ahora pasarán a llamarse Áreas de Conservación Ambiental y de Desarrollo Sostenible (ACADS)—, según este par de sátrapas.
Si bien es cierto existen problemas actuales de deterioro ambiental dentro de las áreas protegidas, dichos problemas no son causados porque las leyes existentes son malas, a como lo quiere hacer creer el régimen; sino se derivan de la falta de voluntad política para aplicar las leyes existentes.
Con la entrada al poder del régimen, hemos tenido los mayores índices de deforestación del país en su historia, que oscilan entre 150,000 a 170,000 hectáreas anuales de deforestación, cifras incluso peores que las registradas durante la época de Somoza; además del aumento de invasión y la violencia a las comunidades indígenas y afrodescendientes.
El deterioro sistemático de los indicadores ambientales nos muestran que realmente nunca ha habido interés real en proteger nuestros bienes naturales. Si ya de por sí teníamos problemas de deterioro ambiental en estas áreas, con esta nueva ley los riesgos de su deterioro serán exponencialmente mayor. Las próximas generaciones de nicaragüenses podrían no ver ni disfrutar la belleza natural que alguna vez tuvo el país.
¿Y qué podemos hacer frente a esta ley? Si eres partidario del régimen, puedes aplaudir y agradecer al comandante y la compañera por desmantelar nuestras áreas protegidas, mientras te preparas para que te manden a sembrar (instalar) más “chayopalos”. Si eres un partidario, que no termina de encajar con lo que están haciendo, no hay problema. Sigue filtrando información, visitando las áreas protegidas, conspirando y, por supuesto, platícale al vecino sobre lo mal que va todo con los bosques y los animales.
Ahora bien, si sos un opositor al régimen que está fuera del país, puedes enojarte, llorar, pronunciarte, hacer un video diciendo que no estás de acuerdo, escribir una poesía, hacer un dibujo, platicar a tus amigos, amigas y amigues, y sumarte a la denuncia. Todo cuenta.
Y si sos un opositor que aún está dentro del país, ¿qué estás esperando? Andá y conocé las bellezas de nuestras áreas protegidas, para que cuando estés viejo le puedas contar a tus nietos que vos conociste y caminantes por esos bosques, que vistes esos paisajes —que ya para mañana podría ser tarde—. No te pase como a mí, que como dice Bad Bunny “debí tirar más fotos”.
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Defensor de los derechos humanos, biólogo, investigador y ambientalista. Preside la Fundación del Río, que desde 1990 trabaja en la conservación y el desarrollo sostenible del sureste de Nicaragua y fue cancelada por la dictadura orteguista en diciembre de 2018, por denunciar el incendio en la Reserva Biológica Indio Maíz.
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