
7 de mayo 2025
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El preso político pidió autorización al gobierno cubano para visitar a su madre enferma y despedirse de ella. No hubo modo y ella falleció
Zoila Esther Chávez, la madre del preso político José Gabriel Barrenechea. Foto: Tomada de Cibercuba
José Gabriel Barrenechea Chávez es un periodista y activista cubano que fue detenido en el pueblo de Encrucijada, Las Villas, por haber protestado públicamente contra los sucesivos cortes de electricidad, en noviembre de 2024. Es uno entre miles de casos de personas que el gobierno cubano encarcela y procesa judicialmente por expresar pacíficamente la inconformidad ciudadana por la falta de libertades en la isla.
Barrenechea es conocido por reportar la situación cubana desde diversos medios independientes. Durante las protestas populares de 2021 y 2022, sus reportes fueron de gran valor para trazar una cartografía creíble del malestar ciudadano. Desde 2021 las protestas populares no han cesado en Cuba. Diversas organizaciones de derechos humanos contabilizaron cerca de setenta manifestaciones reprimidas en 2024.
En las últimas semanas, medios independientes cubanos comunicaron que la madre de Barrenechea, Zoila Esther Chávez Pérez, se encontraba grave de salud en su casa con un avanzado cáncer de vejiga. El preso político pidió autorización al gobierno cubano para visitar a su madre enferma y despedirse de ella. No hubo modo de que las autoridades de la isla transigieran y la madre del preso falleció el pasado 4 de mayo de 2025.
Lamentablemente, lo que ha sucedido este fin de semana en Cuba es una situación cada vez más común. Son constantes las quejas sobre faltas de garantías humanitarias elementales que sufren en la isla quienes se oponen pacíficamente a la ausencia de derechos civiles y políticos. Para agravar las cosas, la prensa global, cada vez más se desentiende o desconoce estos eventos que se vuelven rutinarios.
Por lo visto, tiene más sentido para esa prensa destacar que la secretaria general de Morena, Carolina Rangel Gracida, firmó un acuerdo de colaboración con el Partido Comunista de Cuba. Con motivo del relanzamiento de esa cooperación “entre fuerzas progresistas”, la dirigente mexicana señaló que “Cuba es un ejemplo vivo de que otro mundo es posible, cuando se pone al ser humano en el centro, tal y como impulsa el humanismo mexicano de la Cuarta Transformación”.
La prensa de ese humanismo mexicano, desde luego, da más importancia al acuerdo entre Morena y el PCC que a la noticia del fallecimiento de la madre de un preso político. Por su parte, la propia prensa cubana exhibe su habitual opacidad sobre cualquier noticia que desentone con el diario triunfalismo que canta las grandezas del socialismo cubano y, por estos días, relata orgullosa los detalles de la visita del presidente Miguel Díaz-Canel a San Petersburgo.
Se anuncian, otra vez, a partir de esta nueva visita oficial del jefe del Estado cubano a la Rusia de Vladimir Putin, decenas de convenios de colaboración comercial, científica y técnica. Pero luego, el tan pregonado despegue del nuevo vínculo con el Kremlin no se refleja en los grandes números de la macroeconomía cubana, que siguen mostrando una crisis sin fin.
*Artículo publicado originalmente en La Razón de México
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Historiador y ensayista cubano, residente en México. Es licenciado en Filosofía y doctor en Historia. Profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) de la Ciudad de México y profesor visitante en las universidades de Princeton, Yale, Columbia y Austin. Es autor de más de veinte libros sobre América Latina, México y Cuba.
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