Logo de Confidencial Digital

PUBLICIDAD 4D

PUBLICIDAD 5D

Samantha Jirón: “No vamos a descansar hasta que haya justicia” por Roberto Samcam

Hija del exmayor del Ejército asesinado en Costa Rica: “Lo amenazaron y siguió denunciando. Lo mataron por ser coherente”

Carlos F. Chamorro

AA
Share

La joven universitaria Samantha Jirón adoptó como su padre al mayor en retiro del Ejército de Nicaragua, Roberto Samcam, durante su exilio en Costa Rica, en 2018, cuando solo tenía 18 años de edad. 

Roberto Samcam y su esposa Claudia Vargas, psicóloga y defensora de derechos humanos, especialista en asistencia psicosocial de la Fundación Arias, en Costa Rica —ambos también refugiados en Costa Rica ese año—, acogieron a Samantha como hija, y la desaconsejaron de regresar a Nicaragua, donde eventualmente ella fue apresada noviembre de 2021, después de la farsa electoral en que el dictador Daniel Ortega se reeligió sin competencia política.

Después de permanecer más de un año en la cárcel, Samantha Jirón se convirtió en la presa política más joven de la dictadura Ortega Murillo en ser desterrada y desnacionalizada el 9 de febrero de 2023. 

En la primera fase de su nuevo exilio en Estados Unidos, en Washington DC, se reencontró con su padre Roberto Samcam, quien veló por su precaria condición mientras estuvo en la cárcel, y después de permanecer un período en San Francisco, California, con su pareja, el también excarcelado Kevin Solís, ambos se acogieron a la generosa oferta de nacionalidad de España, donde actualmente residen para continuar sus estudios universitarios.

El viernes 20 de junio de 2025, Samantha se vio forzada a regresar a San José, Costa Rica, para darle el último adiós a su padre Roberto Samcam, asesinado a tiros un día antes en su casa en Moravia, San José, como consecuencia de un asesinato político ejecutado con premeditación y alevosía. 

En una conversación en el programa Esta Semana que se transmite el domingo 22 de junio en el canal de YouTube de CONFIDENCIAL, debido a la censura televisiva en Nicaragua, Samantha Jirón habló del legado de su padre, un opositor frontal de la dictadura dinástica Ortega Murillo, también crítico del involucramiento del Ejército en la represión y de su complicidad con la dictadura, y del reclamo de justicia de su familia. 

“Nosotros no vamos a descansar hasta que pueda haber justicia por el asesinato de él y también de todos los nicaragüenses que han sido asesinados y los atentados, sino que también puedan tomar medidas para que no vuelva a ocurrir esto”, dijo Samantha Jirón, al iniciar un proceso en que la abogada española, Almudena Benabéu, directora de del Centro Guernica para la Justicia Internacional, será la representente legal de la familia. 


Samantha, mis condolencias y mi solidaridad para vos y para toda su familia ante el asesinato de tu padre, Roberto Samcam. Vos estabas en Madrid cuando se produjo este homicidio que ocurrió en la mañana del jueves en Costa Rica. ¿Cómo recibiste la noticia?

Primero, agradecerte por la denuncia, por la solidaridad, a vos y a todo el equipo de CONFIDENCIAL y también a todas las personas que han estado pendientes de toda la familia y tratando de apoyar en lo que puedan. 

Yo vivo en Madrid y estaba entrando al trabajo, llegando, trabajando en un festival de conciertos. Eran las cuatro de la tarde y me entró una llamada de una persona que me llamaba insistentemente. Yo le pongo un mensaje para decirle que estoy entrando al trabajo, no puedo hablar. Y me puso el mensaje, solo me puso: “A Roberto le dispararon”. 

Y para mí fue impactante, yo le regresé la llamada inmediatamente y lo único que me dijo es: “A Roberto le dispararon”. 

Y yo le dije: “Pero qué pasó, es que no sé todavía”. 

Todo era muy confuso porque no entendía de qué manera o cómo, en qué circunstancias. Además, sabiendo que estaba amaneciendo en Costa Rica, entonces fue doloroso, realmente me quedé en estado de shock, fue impactante. 

Confiaba, yo me imaginé que le habían disparado, pero que estaba vivo, que lo estaba atendiendo la ambulancia, que lo iban a trasladar, quizás. Pero luego habían pasado quizá 10 minutos cuando a mí me llaman nuevamente y me dicen que lo acaban de declarar muerto. Eran las ocho de la mañana.

Durante todos estos años en que Roberto estuvo aquí exiliado y refugiado en Costa Rica, en 2018, cuando vos te encontraste con él y posteriormente después que vos saliste de la cárcel en 2023, ¿temía él en relación a la posibilidad de un atentado? ¿Se sentía que estaba en peligro? ¿Te comentó sobre eso alguna vez?

Sí, él ya había recibido amenazas anteriormente. De hecho, él siempre estaba pendiente de dónde estaba, de personas que se pudieran acercar. Él sabía que existía esa posibilidad, no solo en el año pasado (2024), sino desde que él vino aquí a Costa Rica. Él siempre trató de manejarse con cautela, porque él sabía que su vida estaba en riesgo. Y lo que hace también más admirable es continuara la denuncia hacia la dictadura, incluso un día antes de su muerte.

Roberto era un exmilitar que mantenía una posición como opositor frontal de la dictadura. Apoyó también las protestas de abril en Carazo, en 2018. Después se exilió y seguía siendo un analista político, también en temas de seguridad y defensa de derechos humanos. Pero no era un hombre violento. ¿A qué atribuyes que lo hayan mandado a asesinar en Costa Rica?

A que él siempre era coherente con lo que decía y también fue coherente con sus acciones. Él no solo estaba denunciando las violaciones a los derechos humanos y la falta de libertad en Nicaragua desde el 2018 hasta la fecha. Él, desde antes, incluso desde años atrás, él hablaba y denunciaba y no apoyó las farsas electorales de 2016 ni tampoco de 2012, lo denunció. Y de eso hay constancia y pruebas en las redes sociales, eso es algo muy importante.

O sea que él no se convierte opositor en 2018, él ya tiene una trayectoria de defensa de los derechos humanos. Siempre lo hizo de manera pacífica. Siempre estuvo y fue coherente con su discurso, llamó a la democracia, a una transición pacífica. 

Nunca optó por llamar a las armas ni a un levantamiento violento. Al contrario, él dijo que nosotros teníamos que aprender a hacer las cosas de manera distinta. Y personalmente, era una persona muy capciosa, muy coherente. Quienes lo conocieron, estuvieron de cerca de él, quienes convivieron con él, pueden dar testimonio y lo saben. Más los jóvenes también en el exilio, siempre les apoyó, siempre les aconsejó, siempre los motivaba.

Roberto era un crítico de la participación del Ejército en las acciones de represión después de las protestas de abril y las labores que el Ejército seguía realizando de complicidad con la dictadura Ortega y Murillo. ¿Qué le dirías vos a los excompañeros de armas de tu padre?

Que vean que mal le paga el diablo a quien bien le sirve, que ellos tienen que reaccionar y tomar medidas y no seguir apoyando a una dictadura criminal, que al final ellos no valoran absolutamente nada de nadie, de las personas que pueden ser más leales, que la violencia nunca va a ser el camino. Violencia va a generar mucha más violencia y todos vamos a ser víctimas de esto al final.

En este momento, en Costa Rica, se vive un clima de mucha incertidumbre y temor entre la comunidad de refugiados después del asesinato de tu padre. Las autoridades de Costa Rica están haciendo una investigación a través del Organismo de Investigación Judicial, el OIJ, para esclarecer el crimen. ¿Qué expectativas tienen vos y tu familia sobre esa investigación?

Como dijo Claudia, su esposa, su viuda, confiamos en la justicia de Costa Rica y también hacemos la petición, no solo como personas cercanas a él, como familia, sino también como nicaragüenses, como exiliados, que por favor tomen cartas en el asunto, que lleguen hasta el final, que busquen a los responsables, no solo materiales, sino que puedan investigar muy bien quién dio la orden, porque nosotros queremos claridad. 

Y no solo para que podamos conseguir justicia. Nosotros no vamos a descansar hasta que pueda haber justicia por el asesinato de él y también de todos los nicaragüenses que han sido asesinados y los atentados, sino que también puedan tomar medidas para que no vuelva a ocurrir esto, que nos llena de dolor, que nos enluta y que destruye el hogar y la tranquilidad que como exiliadoa se busca cuando te mueves a un país como Costa Rica. 

Yo confío en la democracia de Costa Rica y agradezco también, pero sí puedo hacer esa petición de que, por favor, esto no quede archivado, que se investigue. Él confiaba mucho en la democracia, en la justicia de Costa Rica. Igual que él, nosotros también confiamos en que puedan hacer algo, investigar y llegar hasta los autores.

Este viernes, Claudia Vargas, la viuda de Roberto Samcam, anunció que la abogada española, Almudena Bernabéu, experta internacional en defensa de derechos humanos y que ha litigado en casos de crímenes perpetrados por dictaduras, será su representante legal en la investigación y en la búsqueda de justicia. ¿Tienen ustedes esperanza que se pueda hacer justicia sobre el asesinato de Roberto?

Sí, estamos muy agradecidos con ella. Claudia está muy agradecida de que ella haya tomado la iniciativa de defenderlo, para que pueda tener una abogada de prestigio y de mucha experiencia, que es muy acorde al caso de él. 

Confiamos en que pueda llegar hasta las últimas instancias. Sabemos que el camino de la justicia internacional es muy largo y muy delicado también, pero estamos dispuestos, y ella también está dispuesta a agotar todas las vías y llegar hasta las últimas consecuencias, aunque esto lleve años, para poder conseguir justicia de las personas que perpetaron este asesinato de manera cobarde.

¿Cómo vives en este momento la ausencia de tu padre, Roberto, para vos y para tu familia?

Yo todavía no puedo creerlo, es algo que no aceptó. Me parece increíble que haya terminado así. O sea, que sus últimos momentos hayan sido de una manera violenta. No merecía él eso, era una gran persona, un gran mentor, un gran amigo de quienes estaban cerca y una persona con muchos valores y ética. Es doloroso, creo que va a costar poder sobrellevar que ya no está.

Y también ya no vivir con el cariño de él, el amor y su apoyo emocional. A todos nos tiene impactados. No lo esperamos. Que nos despertemos un día tan temprano con una noticia tan desgarradora, tan injusta también. 

Me llena de muchísima rabia que estas cosas ocurran, pero mucha más rabia me da que quede en impunidad. Así que yo personalmente voy a hacer todo lo que esté en mis manos y pueda hacer para que su legado pueda persistir, para que no manchen su imagen, como mucha gente del régimen lo ha querido hacer, diciendo que él estaba involucrado en negocios ilícitos, en drogas. Eso es totalmente falso.

El OIJ, el Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica, dijo que él no tenía ninguna investigación, que no se le estaba dando ningún seguimiento de una fuente oficial. Está claro que nada de esto era cierto.

Y lo quiero decir para que quede claro, y no quieran transformar un asesinato político en algo común. Eso es absolutamente falso. Son tan cobardes que quieren manchar su imagen después de la muerte, pero eso nosotros no lo vamos a permitir porque sabemos. Sabemos que el móvil eran sus ideas, era su escritura, tiene tres libros publicados, Que pasó en Nicaragua, Ortega el Calvario, y Editoriales, que era el último, y escribía en su blog. 

Aparte que siempre estuvo activo, hablando y denunciando, y eso fue lo que molestó. Sus posiciones, su coherencia, la verdad, y también sus análisis respecto al futuro de la dictadura.

Vos te encontraste con Roberto y te uniste con él en el exilio en Costa Rica y te acompañó mientras regresaste a Nicaragua, estuviste presa, saliste de la cárcel y mantenías esa relación fraternal, esa relación de amor, de familia con él. ¿Qué deja su legado para ti?

Yo le agradezco que cuando yo vine aquí, estaba sola y era una niña, estaba muy joven. Han pasado ya muchos años, aunque no parece, de haberme recibido en su familia con mucho amor. 

No es un padre de sangre, pero yo lo consideraba así, de haberme dado tantos consejos y de haberme protegido también acá. A Claudia, de ser una familia y un hogar para mí en un momento muy difícil de mi vida también. Y estar en todos los momentos más difíciles también, como la cárcel. Siempre lo voy a recordar con mucho amor, con mucho cariño, con mucha alegría. Una persona bromista, muy tranquilo, que le apasionaba ver los partidos del Barcelona, era muy fan del Barcelona y estaba muy emocionado, ilusionado de poder ir a España, llegar allá y compartir.

Gracias, Samantha. Te deseamos paz y que se haga justicia.

PUBLICIDAD 3M


Tu aporte es anónimo y seguro.

Apóyanos para que podamos seguir haciendo periodismo independiente en el exilio. Tu contribución económica garantiza que todas las personas tengan acceso gratuito a nuestras publicaciones.



Carlos F. Chamorro

Carlos F. Chamorro

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Fundador y director de Confidencial y Esta Semana. Miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo. Ha sido Knight Fellow en la Universidad de Stanford (1997-1998) y profesor visitante en la Maestría de Periodismo de la Universidad de Berkeley, California (1998-1999). En mayo 2009, obtuvo el Premio a la Libertad de Expresión en Iberoamérica, de Casa América Cataluña (España). En octubre de 2010 recibió el Premio Maria Moors Cabot de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York. En 2021 obtuvo el Premio Ortega y Gasset por su trayectoria periodística.

PUBLICIDAD 3D