15 de abril 2022
Una multitud de fieles católicos participó en el tradicional viacrucis de Viernes Santo, que partió desde la plaza de Las Victorias hacia la Catedral Metropolitana de Managua, en un recorrido más corto de lo habitual y luego de dos años de ausencia de fieles debido a la pandemia de la covid-19.
Esta vez los devotos cargaron sobre sus hombros un cuadro con una pintura de la imagen de la Sangre de Cristo, y a sus pies, en una urna de vidrio, la reliquia de esa imagen calcinada el 31 de julio de 2020 en su capilla en la Catedral de Managua en un incendio que la Iglesia católica calificó como un acto terrorista, pero que las autoridades determinaron que habría sido accidental.
Monseñor Miguel Mántica, de la Arquidiócesis de Managua, explicó que el viacrucis penitencial de este Viernes Santo fue ofrecido por "la paz basada en la justicia en nuestro país", así como el fin de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Mántica también celebró la participación masiva del pueblo católico a pesar de la pandemia del coronavirus y el estado de incertidumbre que vive la población nicaragüense debido a la crisis sociopolítica.
"Nos esperábamos una gran confluencia de personas, pero lo que hemos visto ha superado nuestras expectativas", manifestó Mántica. "Hay un desborde del pueblo católico que viene a encontrar a Cristo Jesús en esa imagen venerada, en esa imagen consagrada que ahora se encuentra calcinada, pero que está aquí en esa urna", agregó.
Durante el recorrido, los sacerdotes de la Arquidiócesis de Managua pidieron por las familias nicaragüenses que se encuentran rotas debido a la migración o porque tienen parientes en la cárcel.
"Oremos por todos esos migrantes, oremos también por todos los desempleados, por las familias que no logran llevar el pan de cada día a su hogar porque ni papá ni mamá tienen un trabajo digno. Pidamos también por las familias que tienen familiares en la cárcel privados de libertad porque han sido condenados justamente o —quizá—han sido condenados injustamente, sin haber cometido ningún delito", dijo un sacerdote a la entrada de la catedral.
Mientras tanto, el cardenal Leopoldo Brenes —quien rezó la última estación del viacrucis— instó a los asistentes a perdonar y amar al enemigo. "Consuela Señor el dolor de quienes sufren, da acierto a las decisiones de quienes gobiernan los países del mundo, toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Danos a todos el don de la conversión, el don del perdón", dijo.
Migración, salud y fortaleza
La procesión —que rememora el calvario de Jesucristo antes de ser crucificado— fue custodiada por cientos de policías y durante el recorrido, de un kilómetro aproximadamente, los fieles caminaron descalzos sobre el pavimento ardiente, otros marcharon de rodillas, otros avanzaron con sus ojos vendados y andando de espaldas, y hubo quienes cargaron cruces o se vistieron con túnicas similares a la del Nazareno.
#Nicaragua | Con los restos calcinados del rostro de la imagen de la Sangre Cristo, cientos de nicaragüenses se toman las calles de Managua para rezar el viacrucis tras la pausa por la covid-19. https://t.co/5iW9Mdwlfu pic.twitter.com/wN6fiTGXz3
— Confidencial Nicaragua (@confidencial_ni) April 15, 2022
Devotos como Katherine Soza, que hizo el recorrido de rodillas, dijo que pidió al Señor "un mejor trabajo" para su esposo, quien migró hacia Estados Unidos, en medio de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril de 2018.
"Yo pago promesa por mi mamá, que la tengo bien enferma, y el Señor es el que me la vive cuidando, entonces le doy gracias a Él que me la tiene con vida", dijo María Jesús Rodríguez, otra promesante que iba con sus ojos vendados y caminando de espaldas hacia la Catedral de Managua y de frente a la pintura con la imagen de la Sangre de Cristo.
Luisa del Carmen Chavarría, otra promesante, se vendó los ojos y caminó descalza por un kilómetro, y una vez en el templo, lo hizo de rodillas.
"Estoy empezando a pagar promesa el día de hoy por el eterno descanso de mi papá, que tiene cinco días de fallecido, y para que el Señor me le dé la fortaleza a mi madre para salir adelante y a nuestra familia", explicó.
Primera vez sin la imagen de la Sangre de Cristo
El cardenal Brenes decidió que la mayor parte de la reliquia de la antiquísima imagen de la Sangre de Cristo se quedara en la Catedral de Managua para conservarla intacta.
"Esta pintura no viene a sustituir a nuestra imagen histórica calcinada por el odio", dijo Brenes, también arzobispo de Managua, el viernes pasado durante la consagración de la nueva imagen.
Cientos de Católicos llegan a la Catedral Metropolitana de Managua, tras el rezo del viacrucis de este Viernes Santo. Los asistentes han hecho un llamado por la paz y pedido por los que -al igual que Cristo- pagan condenas injustas. https://t.co/9QGRE3DSIf pic.twitter.com/s2zI2yr4fs
— Confidencial Nicaragua (@confidencial_ni) April 15, 2022
La quema de la imagen de la Sangre de Cristo, con 383 años de historia y que representa a Jesús crucificado, estuvo precedida de una ola de profanaciones contra templos católicos en Nicaragua, lo cual despertó sospechas en los jerarcas y con ello se abrió otro capítulo de desencuentros con el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Traída desde Guatemala un 4 de julio de 1638, la imagen de la Sangre de Cristo, hecha de madera policromada y que fue enaltecida en un inicio como "El Señor de los Milagros", fue venerada por San Juan Pablo II en 1996, cuando se arrodilló y oró a sus pies, durante su segunda visita a este país de mayoría católica.
Con información de Efe.