21 de diciembre 2024
La Policía Nacional, brazo represor de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, continúa prohibiendo a los sacerdotes realizar actividades de “piedad popular” fuera de sus templos, pero ahora “se cuida” de no dejar evidencias de la represión contra la Iglesia católica, reveló la sexta edición del informe Nicaragua: ¿Una Iglesia Perseguida?, elaborado por la investigadora Martha Patricia Molina.
“La dictadura nunca deja un documento oficial que diga que la actividad de piedad popular se ha prohibido, sino que dejan que los sacerdotes asuman esa responsabilidad para hacer creer a la comunidad internacional y a los laicos que no se realizó por gusto del sacerdote, y no por la intervención directa de la Policía”, aseguró la abogada.
Molina agregó que en las últimas prohibiciones “ni siquiera han permitido a los religiosos que pongan en su página de Facebook que las actividades se realizarán intramuros. “La palabra intramuro está prohibida en los religiosos porque si la ponen puede ocasionar mayor presencia policial”, destacó.
Desde 2019 a diciembre de 2024, la Policía ha prohibido al menos 11 763 actividades de la Iglesia católica, según el estudio presentado este viernes 20 de diciembre de 2024.
En la sistematización se contabilizan también 971 “hostilidades” cometidas contra la Iglesia católica desde 2018. El 66.9% de estas, equivalentes a 321, ocurrieron en 2023. Este 2024, se reportan 177. Sin embargo, el subregistro es mayor por la censura impuesta ante el incremento de la represión.
Iglesia católica “calla” ante saña
“2024 se muestra un aparente descenso de hostilidades, pero ha sido peor que 2023. (La aparente reducción) se debe a que los religiosos ya no denunciaron todos los atropellos que recibieron por el miedo que ha implantado la dictadura en ellos”, apuntó el estudio.
Esto incluye la denuncia de robos y profanaciones. Según la investigadora, en los últimos meses hubo un incremento de hurtos, pero por temor los religiosos ya no los denuncian públicamente, ni tampoco en las delegaciones policiales.
“Varios religiosos han dicho que las veces que se presentaban a las delegaciones, los policías les decían que ‘el primer sospechoso del robo es el sacerdote’; los ofendían, les decían palabras soeces, entonces el sacerdote mejor se iba antes que lo echaron preso”, subrayó.
La dictadura ha confiscado también unas 19 propiedades de la Iglesia católica, a pesar que la Constitución Política de Nicaragua vigente, no lo permite. La abogada afirmó que, en estos casos, también existe un subregistro por temor a denunciar.
A raíz de la represión unos 266 religiosos y religiosas han salido obligados de Nicaragua. De estos, 51 han sido desterrados, 96 expulsados (86 religiosas y 10 religiosos), a 48 se les ha prohibido el ingreso al país y otros 71 religiosos se han exiliado por la persecución política.
La dictadura ha despojado de la nacionalidad a dos obispos, catorce sacerdotes, un diácono, dos seminaristas y 12 laicos. Todos han sido desterrados a diferentes países, entre ellos Estados Unidos, Roma y Guatemala.
Proyectos sociales abandonados
La experta recordó que al menos 14 congregaciones religiosas católicas se han ido de Nicaragua y los proyectos sociales que estaban a su cargo han desaparecido.
Relató el caso de una congregación que atendía un asilo de ancianos, en el cual había dos señores que “necesitaban atención profesional todo el tiempo, porque tenían discapacidades mentales”, por lo que las religiosas intentaron que fueran admitidos por otros asilos, pero no los recibieron por falta de capacidad. Entonces, le pidieron al Hospital Psiquiátrico de Managua que los recibiera, pero también se negaron.
“Déjenlos en la calle, no podemos hacer nada”, les respondieron a las religiosas, resaltó Molina.
En los últimos años, la dictadura ha cerrado 74 organizaciones vinculadas a la Iglesia católica que incluyen cuatro universidades católicas, una de ellas con cuatro sedes en todo el país, dos institutos, veinticuatro medios de comunicación y 44 Organizaciones Sin Fines de Lucro (OSFL).
El papa Francisco se ha pronunciado en 16 ocasiones desde que inició la crisis sociopolítica de Nicaragua. Siendo 2024, el año en que más se ha dirigido a este país. Su antepenúltima intervención ocurrió el pasado 2 diciembre, cuando dirigió una carta pastoral para los fieles nicaragüenses.
Sin embargo, “la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y los diferentes cleros han quedado en silencio y al menos públicamente no se han pronunciado” porque de hacerlo, “sería motivo para que la dictadura sandinista continúe expulsándolos”, lamentó Molina.