20 de junio 2021
El Obispo Auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez, dijo este domingo que “hay pueblos que sufren tormentas dolorosas desatadas por la ambición y crueldad de los tiranos”, en un mensaje en que llamó a vencer la indiferencia, los propios miedos y a mantener la confianza en Dios cuando aumenta la represión y la injusticia.
Las palabras de Báez, quien vive en un exilio forzado por amenazas a su integridad a manos de fanáticos sandinistas, coinciden con una jornada de detenciones arbitrarias en las últimas tres semanas, lo que ha llenado al país de incertidumbre cuando faltan cinco meses para las votaciones presidenciales. Los detenidos suman ya 17 personas, entre ellos cuatro posibles competidores de Ortega, ocho líderes opositores y dos empresarios.
En su homilía, Báez hizo un análisis del pasaje bíblico en el libro de Marcos, que relata cuando Jesús y sus discípulos son sorprendidos por una tormenta, mientras se encontraban navegando en una barca. El religioso ofició la misa desde la parroquia de Santa Agatha en Miami, Florida, la cual fue transmitida por las redes sociales.
“Cuando en la barca de la sociedad arrecia la tormenta de la represión y de la injusticia —comparó el Obispo nicaragüenses—, hay que afrontar los fuertes vientos y las grandes olas. Para ello se necesitan políticos sacrificados que amen al pueblo, empresarios solidarios que antepongan el bien común a sus propios intereses, periodistas valientes que sirvan a la verdad y a la justicia, jóvenes que sueñen un mundo nuevo y contagien de confianza a los demás, personas que defienden la vida y sirven a sus hermanos”.
Álvarez: “la fuerza de la libertad es indestructible”
Igual que Báez, el Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, refiriéndose a la misma lectura bíblica de este domingo, hizo un llamado a fortalecer la fe durante su homilía y recordó que no podemos negarnos la oportunidad de construir un país para todos.
“No tengamos miedo a la fuerza de la libertad porque para ser libres, nos liberó Cristo. La fuerza de la libertad es indestructible e invencible. Cristo es nuestra paz y nuestra esperanza. Él nos libera del pecado personal y social, del pecado individual y estructural”, afirmó Álvarez, quien es considerado otro de los religiosos más críticos del sistema impuesto por el régimen de Ortega.
Durante más de una década, Báez ha denunciado los abusos de poder y las violaciones de derechos humanos, perpetrados por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ha sufrido agresiones físicas y amenazas en el contexto de la represión generalizada de 2018. Las últimas de ellas ocurrieron antes de que saliera del país por orden del Papa Francisco en 2019.
En el contexto de su análisis bíblico, Báez definió el miedo como una emoción humana que surge en algunos momentos de peligro, positiva porque nos pone alertas y negativa cuando nos dejamos dominar por ese sentimiento.
“Un salmo (el 121) enseña que Dios no duerme: ‘No duerme tu guardián, no duerme ni reposa el guardián de Israel’. Cuando Dios parece callar, nos está hablando de otra manera. Cuando Dios parece ausente, es que está presente más allá de lo que podemos comprender. Siempre está con nosotros como Jesús en la barca (…) También espera que en los momentos oscuros y dolorosos acudamos a él y le contemos lo que nos ocurre”, afirmó.
Iglesia debe navegar “a pesar de los riesgos”
El Obispo Auxiliar de Managua también se dirigió indirectamente a los sacerdotes y miembros de la Iglesia Católica. Recientemente, en un comunicado de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, publicado el 11 de junio pasado, los Obispos se pronunciaron por las libertades ciudadanas y el cese de la persecución a opositores y a medios de comunicación, mientras apoyaron un sistema democrático y recordar siempre a las víctimas de la injusticia.
“La invitación de Jesús (a adentrarse en el lago) es para la Iglesia de todos los tiempos, llamada a navegar hacia los confines y las periferias del mundo llevando el evangelio. Es también una exhortación para nosotros. Jesús no quiere que nos quedemos amarrados en la costa, ni anclados en un puerto seguro, sino que naveguemos mar adentro, aun sabiendo que pueden ocurrir tempestades peligrosas. Jesús no transmite miedo. Nos contagia de su pasión por el mar abierto, nos llama a afrontar sin temor lo nuevo y nos exhorta a no quedarnos nunca acomodados. Siempre hay horizontes nuevos que descubrir y alcanzar”, enfatizó el religioso carmelita.
Según el jerarca católico, la Iglesia es una barca “llamada a navegar en el mar de la historia”, a pesar de los riesgos que pueda enfrentar y, en ese entendido, el anuncio del evangelio no puede detenerse, alentó.