Logo de Confidencial Digital

PUBLICIDAD 1M

PUBLICIDAD 4D

PUBLICIDAD 5D

Obispo de Danlí: "El papa difícilmente le pedirá a monseñor Álvarez salir de Nicaragua"

Obispo Álvarez "no es de doblegarse" y "hoy es una figura de resistencia internacional", afirma el obispo hondureño, José Antonio Canales

Monseñor Rolando Álvarez y papa Francisco

Monseñor Rolando Álvarez junto al Papa Francisco durante un almuerzo en el Vaticano en septiembre de 2017.

Elmer Rivas

22 de julio 2023

AA
Share

Monseñor José Antonio Canales, obispo de la Diócesis de Danlí en Honduras, tiene su sede episcopal a 35 minutos de Nicaragua, pero su cercanía con la iglesia nicaragüense perseguida es mucho más estrecha. Es uno de los obispos centroamericanos que ha levantado más fuerte su voz en demanda por la libertad de monseñor Rolando Álvarez.

En esta entrevista con Esta Noche y CONFIDENCIAL no vacila en llamar "ridículo" el proceso judicial contra monseñor Álvarez condenado a 26 años de cárcel por delitos fabricados de "traición a la patria", en venganza por rehusarse al destierro que pretende imponerle la dictadura de Daniel Ortega.


"Han catapultado la figura de monseñor Rolando Álvarez. Hoy es una figura internacional de resistencia", insiste el obispo hondureño.

Monseñor Álvarez ha sostenido que sólo aceptaría el exilio si es una solicitud o una orden del papa Francisco a quien le debe obediencia en su ministerio religioso, y el hecho de que eso aún no ha ocurrido, según el obispo hondureño, es porque el papa es muy respetuoso de la libertad de conciencia de las personas.

"Difícilmente el papa le va a dar una orden a monseñor Rolando de salir de Nicaragua. No es el papa Francisco que yo conozco el que le daría una orden de estas". Y agrega, "monseñor Álvarez mantiene sus principios, su talante y su valentía. No es de doblegarse. No aceptará la libertad fuera de Nicaragua".

El obispo de Danlí también es secretario del Secretariado del Episcopado de América Central, y cuestiona la posición del Gobierno de Xiomara Castro en Honduras, que se rehúsa a condenar las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua.

¿Qué opina de la condena de 26 años de cárcel que le impuso el régimen nicaragüense a monseñor Rolando Álvarez?

Es una situación muy ridícula. Te lo digo como abogado porque soy profesional del derecho y aquello me dejó perplejo. Para condenar a una persona a 26 años en un país civilizado donde existe el Estado de derecho puede ser un juicio de un año para llegar a esa conclusión. Todo el mundo sabe que el hecho de que él haya rechazado que lo metieran en ese avión para salir al exilio, pues al día siguiente la venganza fue justamente esa sentencia que no tiene ningún asidero jurídico.

Ellos saben que la figura de monseñor Rolando Álvarez es muy fuerte, ya no a nivel nacional, sino que ellos mismos lo han catapultado, y es una figura hoy internacional de resistencia. Entonces me preocupa que, sabiendo ellos que al cumplirse un año de este secuestro ilegal, el caso se va a comentar a nivel mundial, comiencen a presionar para sacarlo del país antes de que se cumpla esa fecha. Me preocupa que comiencen a ejercer todo tipo de presiones contra él. Incluso no descarto que estas personas que están acostumbradas a la violencia puedan ejercer incluso la violencia contra él.

Desde que monseñor Álvarez fue cercado por la Policía en su curia episcopal en Matagalpa, las pretensiones de la dictadura siempre han sido desterrarlo, incluso lo denacionalizaron. ¿Por qué tanta saña con un obispo que lo que hace es predicar el evangelio en Matagalpa y Estelí?

Tengo fuentes muy serias y de las que me he dado cuenta que al día siguiente de su secuestro le ofrecieron la libertad, porque a ellos nunca les ha interesado tener preso a monseñor Rolando Álvarez en territorio nicaragüense. Ellos saben perfectamente que es fatal para su imagen a nivel internacional. Porque algo les debe importar todavía. 

Monseñor Rolando Álvarez lo conozco. He compartido con él aquí en Honduras, allá también en su curia, que la recuerdo perfectamente. No va a aceptar libertad fuera de Nicaragua. Y la saña que tienen contra él es por la figura de respeto que tiene no sólo a nivel nacional sino a nivel internacional. Es una persona que no es de doblegarse. Mantiene sus principios, su talante y su valentía. Y eso lo ha demostrado.

Su figura representa a la institución más respetada de la sociedad nicaragüense con quienes han chocado frontalmente porque saben que su forma de gobernar tiránicamente, no va con los principios y los valores cristianos de libertad, de justicia y de una paz verdadera. No la paz maquillada que la vicepresidenta trata de decir a los nicaragüenses que tienen, porque los nicaragüenses son gente muy inteligente. Pero lamentablemente la señora vicepresidenta cree que los nicaragüenses son tontos. Es que no son tontos.

¿Puede la cárcel o el destierro apagar una voz profética como la de monseñor Álvarez?

No va a callarse. No es un hombre de quedarse mudo. La situación es bastante compleja porque él quiere ser libre, pero en Nicaragua, volver a su rebaño. Monseñor Álvarez está convencido de que el Señor le tiene como pastor de la diócesis de Matagalpa y él no va a renunciar a ser pastor. Porque para nosotros este es un designio de Dios. Así lo entendemos.

Y él siente que debe volver con su rebaño. Y en este sentido no es negociable. Que él vuelva a su rebaño, porque sigue siendo obispo de Matagalpa.

En 2019, el papa Francisco ordenó al obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio José Báez, a salir del país por razones de seguridad. Pero eso no ha ocurrido con monseñor Álvarez. ¿Eso significa que el papa Francisco ha respetado hasta ahora la decisión de monseñor Álvarez de no aceptar los términos del destierro?

Siempre pienso que cada caso es diferente. En el caso de monseñor Rolando Álvarez: conozco al papa Francisco personalmente, pero también por sus ideales, por sus documentos. El papa es una persona muy respetuosa de la libertad de conciencia de las personas, y si es muy respetuoso de la libertad de conciencia de cualquier ser humano, más todavía tendrá razón de ser respetuoso y él así lo entiende. Es que lo conozco también. Él así lo entiende con respecto a un pastor, a un obispo. 

Entonces difícilmente el papa le va a dar una orden a monseñor Rolando de salir de Nicaragua. Es que no es el papa Francisco que yo conozco el que le daría una orden de estas a monseñor Rolando Álvarez.

En una entrevista con Infobae en marzo pasado, el papa Francisco pronunció su apoyo en favor de monseñor Álvarez y tildó al régimen de Daniel Ortega de ser una dictadura grosera. ¿Qué puede hacer el Vaticano, la Iglesia en Nicaragua y en el mundo para abogar por el cese de la represión y la libertad de monseñor Álvarez?

Nosotros desde nuestra fe estamos orando. En la Catedral de Danlí siempre está la figura de monseñor Rolando Álvarez. Y no es la única. Yo creo que en todo el mundo que conoce la situación de monseñor Rolando Álvarez, estamos poniendo en manos del Señor su vida, su ministerio. 

Los países tienen fronteras y aduanas, pero la Iglesia no. Somos un solo rebaño y por lo tanto lo que acontece en Nicaragua nos interesa a todo el rebaño del Señor que peregrina en este mundo. Por tanto, dice el apóstol San Pablo que donde un miembro del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, sufre, todos sufrimos con él. Entonces, esto no es cuestión de simpatías, esto es cuestión de un deber cristiano de preocuparnos por un hermano obispo, un hermano pastor que está sufriendo estas injusticias, comenzando por porque no tenga la libre expresión y el libre ejercicio de su condición de pastor, de obispo, y por un delito que en cualquier lugar del mundo civilizado no es delito.

¿Cómo ve las reacciones de los Gobiernos de Centroamérica ante esta situación? ¿El Gobierno de Honduras respalda las peticiones por la libertad de monseñor Álvarez?

Nosotros hemos criticado mucho que el Gobierno de Honduras, en algunos foros internacionales, se abstiene, por ejemplo, de una condena contra el régimen de Nicaragua y se ha comportado bastante tibio en ese sentido.

Sabemos que el actual Gobierno de Honduras se siente comprometido por los acontecimientos dolorosos, que ocurrieron en 2009, cuando el Gobierno del esposo de la actual mandataria fue defenestrado por los militares. Entonces el Gobierno de Nicaragua en ese momento, que también era del señor Ortega, se puso bastante parcializado, con el defenestrado presidente. Yo creo que nadie quería en Honduras un golpe de Estado, lamentablemente ocurrió y eso ha hecho que el actual Gobierno hondureño se sienta comprometido con estas personas que gobiernan ilegalmente Nicaragua en este momento.

Las procesiones religiosas en Nicaragua están prohibidas, el régimen ha expulsado del país a más de 80 entre sacerdotes y religiosas desde 2018, ha ilegalizado la labor social de la Iglesia a través de Cáritas. ¿Qué impacto tiene eso en la vida de los feligreses y de los más pobres?

Arrancarle a la gente la fe es una cosa que históricamente nunca fue posible. Al contrario, cuanto más la gente se siente atacada, atacado sus valores espirituales, más profundiza en ellos y se van consolidando. Eso ha ocurrido por 2000 años. La persecución de la primitiva comunidad cristiana, todo lo que pensaban que iba a desaparecer, fue totalmente contrario. La iglesia se fortaleció. Entonces, nunca va a pasar esto. La gente, los más pobres en Nicaragua, la gente del pueblo, como decimos aquí en Honduras, va a profundizar en su fe, y la fe va a ser más sólida. 

En los años ochenta el régimen de la Unión Soviética quiso aplastar el catolicismo de Polonia, y mira, resultó todo lo contrario. El catolicismo en Polonia es hoy uno de los más fuertes del mundo y la Unión Soviética quiso eliminarlo, pero la gente profundizó en la fe y se hizo más fuerte.

¿Qué le diría a los obispos y sacerdotes en Nicaragua y a toda la feligresía que vive bajo persecución y estado policial?

A mis hermanos obispos que continúen allá con su misión. A mis hermanos sacerdotes igual que mantenga en lo alto su ánimo, su espíritu. A los laicos, catequistas, delegados de la Palabra: dicen que por muy oscura que sea la noche, siempre amanece.

Y para nosotros podemos traducirlo de la siguiente manera: por muy duro que sea el viacrucis del Viernes Santo, siempre habrá Domingo de Resurrección. Y ese es mensaje para mi Iglesia querida que está apenas a 35 minutos de donde estoy sentado hoy aquí. Sólo 35 minutos y estaría en Nicaragua. No olviden,  cuando hay un Viernes Santo como el que están pasando ustedes hoy, ese viacrucis, no olviden que habrá Domingo de Resurrección. Esa es nuestra fe.

PUBLICIDAD 3M


Tu aporte nos permite informar desde el exilio.

La dictadura nos obligó a salir de Nicaragua y pretende censurarnos. Tu aporte económico garantiza nuestra cobertura en un sitio web abierto y gratuito, sin muros de pago.



Elmer Rivas

Elmer Rivas

Periodista y productor general de los programas Esta Semana, Esta Noche y Confidencial Radio, dirigidos por Carlos F. Chamorro. Exiliado en Costa Rica desde junio de 2021.

PUBLICIDAD 3D