18 de julio 2021
Centenares de nicaragüenses en el exilio marcharon este domingo 18 de julio en Costa Rica bajo el lema “Nicaragua no está sola”, en demanda de la libertad de más de 130 presos políticos, justicia por los crímenes cometidos por el régimen orteguista y decir “no al circo electoral”, porque no existen las condiciones necesarias para garantizar votaciones libres, transparentes y observadas, este próximo 7 de noviembre.
La líder campesina Francisca Ramírez viajó con un grupo de 55 personas desde Upala, para participar en la manifestación azul y blanco en San José. La dirigente opositora, quien está en el exilio desde 2018, tras amenazas y persecución en su contra, explicó que el régimen orteguista habla de elecciones, pero mantiene secuestrados a 26 personas; entre líderes campesinos, opositores, y periodistas.
Agregó que “alguien que va a unas elecciones sin condiciones genera muchas dudas, y eso es lo que estamos viendo hoy en los partidos políticos”.
El Movimiento Campesino no espera que “en noviembre va haber un cambio porque todo es un circo electoral. No creemos y no vemos condiciones”, aseveró Ramírez.
La manifestación pacífica, que además convocaba a exiliados venezolanos y cubanos, para alzar una sola voz contra la dictadura de sus respectivos países, salió del parque La Sabana poco después de las diez de la mañana hacia la plaza de la Democracia.
#AHORA | "La enfermera vandálica", Ana Hernández, perseguida por atender a manifestantes en #Nicaragua, participa en la marcha "Nicaragua no está sola" pic.twitter.com/epyBnsSLiQ
— Confidencial Nicaragua (@confidencial_ni) July 18, 2021
Los asistentes lucían ataviados con camisetas de Nicaragua, banderas azul y blanco, cintillos y vuvuzelas que hacían sonar, mientras repetían las consignas de libertad y demanda de justicia que se volvieron parte de la lucha cívica de abril de 2018: “Democracia sí, dictadura no”, “el pueblo unido, jamás será vencido” “viva Nicaragua libre”, gritaban a todo pulmón.
Mientras, un grupo de cubanos, también corearon “patria y vida”, el lema de las protestas inéditas que ocurrieron el fin de semana pasado en la Isla, y fueron reprimidas por el régimen cubano.
Los exiliados también cargaban mantas con mensajes de libertad para los reos de conciencia, incluidos afiches de algunos de los rostros de los 26 rehenes políticos, que el régimen de Ortega ha capturado desde el pasado 2 de junio, cuando inició una nueva oleada de persecución contra opositores, precandidatos políticos, exguerrilleros, empresarios y periodistas.
Jeicob Felix vestía una camiseta con los rostros de las presas políticas en el país. Explicó que la marcha era una forma de demostrar que Nicaragua nunca va a estar sola, que se debe mantener la chispa de abril de 2018, y que era su forma de dar “un grito por Nicaragua”.
Nelsón Sillas, del Movimiento Campesino, aseguró que van a continuar en las calles demandando justicia para todos los secuestrados del régimen orteguista.
Señaló que actualmente no hay condiciones para retornar al país porque Nicaragua “se ha convertido en una enorme cárcel”.
Yader Valdivia, integrante del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, también participó en la manifestación. Comentó que en Nicaragua se vive una violación de las libertades fundamentales, se judicializa la participación electoral de quienes aspiran a un cambio por el país y se mantiene la criminalización del periodismo.
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La nueva jornada represiva ha generado una segunda ola de exiliados, que ya no solo ven una oportunidad de refugio en Costa Rica, sino también, en Estados Unidos, dijo Valdivia. Un reportaje de CONFIDENCIAL indicó que en lo que va de 2021, 13 515 nicaragüenses han pedido asilo en las oficinas de la Dirección General de Migración y Extranjería de Costa Rica, según datos recopilados hasta el martes 13 de julio.
En junio se triplicó el número de aplicaciones de nicaragüenses. Entre enero y mayo pasado, hubo un promedio de 1300 solicitudes mensuales, solo en junio fueron 4378, informó Migración.