25 de junio 2019
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La dictadura orteguista benefició con el régimen de convivencia familiar a tres presas comunes, que el pasado 17 de mayo atacaron a las entonces prisioneras políticas Irlanda Jerez, Kenia Gutiérrez Gómez, Jeysi Lagos y Olesia Muñoz Pavón.
Gutiérrez indicó a CONFIDENCIAL que las presas comunes beneficiadas fueron Tirsa Hernández, María Mercedes Hernández e Ileana Ocón, excarceladas el pasado viernes 21 de junio.
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La excarcelada política explicó que María Mercedes Hernández tenía una condena de 20 años por narcotráfico e intento de asesinato, pero solo había cumplido tres años.
El abogado Julio Montenegro aseguró que es “anormal” que un juez otorgue la convivencia familiar por ese tipo de casos, ya que se consideran delitos contra la sociedad.
Además, en el caso mencionado todavía no aplicaba el beneficio de un día trabajado son dos cumplidos en prisión.
El ataque en La Esperanza
En una reciente entrevista con el programa Esta Semana, Gutiérrez señaló que durante el ataque de las presas comunes, las custodias de La Esperanza, no intervinieron para proteger la integridad de las prisioneras políticas.
“Después de la visita familiar, estábamos agarrando nuestras cosas, cuando una presa común me echo un bidón de lodo encima. Olesia trató de defenderme, pero la mujer la agredió y le tiró el bidón vacío en el pecho”, dijo la excarcelada política.
Gutiérrez y Jeysi Lagos sacaron del salón a Jerez y Muñoz, pero ellas quedaron atrapadas. “Las funcionarias no hicieron nada. Un grupo de presas comunes me estaban golpeando, pero ellas no se metían. Fue un ataque dirigido hacia mí”, mencionó la expresa.
Pese a la agresión, Gutiérrez afirmó que la mayoría de población carcelaria siempre las apoyó y estuvo de su lado. Sin embargo, había un grupo de presas comunes que “les ofrecieron supuestamente amnistía, mejores condiciones y beneficios”, a cambio de que las golpearan.
