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Docentes despedidos de la confiscada Upoli sufrieron “maltratos y chantaje político”

Maestros reciben amenazas verbales y escritas para obligarlos a participar en las actividades partidarias del FSLN dentro del recinto

Alejandra Padilla

24 de octubre 2023

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Amenazas, vigilancia y maltratos son algunos de los abusos que sufrieron profesores de la Universidad Nacional Politécnica (UNP)  —que sustituyó a la confiscada Upoli—, antes de ser despedidos arbitrariamente, relataron dos docentes universitarios a CONFIDENCIAL.

Los ceses masivos de trabajadores en la institución educativa comenzaron en abril de 2022, cuando la nueva administración despidió a más de 30 colaboradores de distintas áreas de la casa de estudios, tras su confiscación en febrero de ese año.


El pasado 11 de octubre, al menos otras 70 personas, entre cuerpo docente y administrativo, fueron relegadas de sus cargos sin previo aviso ni justificación, según fuentes de la institución.

“Luisa” trabajó por más de cinco años como docente en la Upoli. El pasado 12 de octubre recibió una carta donde las “nuevas autoridades” le notificaron que daban por terminado su contrato laboral.

“Me despidieron porque, según ellos, tenían que hacer limpieza de las personas que no se ajustaran al ‘nuevo modelo’ de funcionamiento de la universidad. Solicité que me mostraran escrito el nuevo modelo, pero no obtuve respuesta”, relató la docente, quien solicitó permanecer bajo anonimato por temor a sufrir represalias.

Una de las cartas de despido entregadas a colaboradores de la extinta Upoli, ahora UNP // Foto: Tomada de La Prensa.

Las cartas de despido fueron firmadas por la directora de Recursos Humanos, María Giselle Herrera González, en las que no se detalla ningún argumento que justifique la decisión, simplemente citan el artículo 45 del Código del Trabajo. Este establece que “cuando el empleador rescinda el contrato de trabajo por tiempo indeterminado y con causa justa pagará al trabajador una indemnización equivalente a un mes de salario por cada uno de los primeros tres años de trabajo, veinte días de salario por cada año de trabajar a partir del cuarto año”.

“Siempre cumplí con el trabajo que me correspondía. Mi prioridad como docente durante todo estos años, siempre fue que mis alumnos aprendieran”, resaltó “Luisa”. Sin embargo, las presiones para que renunciara, iniciaron cuando el Consejo Nacional de Universidades (CNU) pasó a controlar la universidad.

Obligados a participar en actividades del FSLN

La maestra señaló que recibió amenazas verbales y escritas —entre ellas “despido e incluso cárcel”— para obligarla a participar de las actividades partidarias del FSLN dentro del recinto.

“Ninguna institución puede prestar un buen servicio cuando su personal es amenazado constantemente, pero no decíamos nada por temor”, expresó.

Dijo que participó en cuatro actividades partidarias por temor a represalias. En múltiples ocasiones se excusó porque debía impartir clases, pero esto “no agradó” a las nuevas autoridades universitarias. “Me tacharon de altanera e indisciplinada”.

Además de las amenazas, la obligaban a realizar labores que no le correspondían, forzándola a “limpiar con machete” terrenos desocupados dentro del recinto.

“Me gritaban que me pusiera a limpiar la oficina también, porque la suciedad les molestaba. Esto lo hacían con la mayoría de las compañeras”.

Incumplimiento de obligaciones laborales

“Sebastián” trabajó como docente en la Upoli por casi 15 años. En abril de 2022, tres meses después de la clausura de la universidad, fue despedido bajo el argumento de que tenían la orientación de renovar personal. Al igual que “Luisa”, sufrió amenazas y maltratos antes de ser cesado.

“Querían convertir a la Upoli en una extensión de la UNAN-Managua. Llegaba gente de la UNAN a querer controlar y manejar la universidad. Desde ese momento empezaron a obligarnos a participar de las actividades partidarias y vinieron los despidos masivos”, comentó el docente.

Además, las autoridades de la UNP han pagado “a su manera” las liquidaciones a los docentes.

“Sebastián” ha recibido el pago de su liquidación a “cuentagotas”, aunque conoce casos de excompañeros de trabajo que no han recibido nada.

“Luisa” aún no ha recibido “ninguna instrucción” al respecto.

Están "destrozando” la educación en Nicaragua

“Luisa” y “Sebastián” lamentaron el rumbo que ha tomado la educación superior en el país, tras las confiscaciones de más de 27 universidades.

“La confiscación fue lo peor que le pudo pasar a la Upoli. La nueva administración descalifica toda labor sobre planificación docente y curricular. Para ser docente, ahora, solo basta con tener el carné del partido”, comentó “Luisa”.

“Ser despedidos fue el premio que nos dieron a quienes fuimos evaluados satisfactoriamente por los estudiantes”, opinió.

“Quieren borrar la memoria histórica de las universidades. La educación está tomando un rumbo desastroso. Las nuevas generaciones necesitan aprender a pensar libremente”, destacó “Sebastián”. 

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Alejandra Padilla

Alejandra Padilla

Periodista y productora audiovisual nicaragüense. Licenciada en Ciencias Políticas. Cofundadora de varias organizaciones de sociedad civil vinculadas a la lucha por los derechos de la comunidad estudiantil en Nicaragua. También se ha desempaño en proyectos de transformación digital para empresas y organizaciones.

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