28 de febrero 2024
AA
La Policía del régimen desalojó de su vivienda en Managua a la nonagenaria Rafaela Cerda, madre del exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Rafael Solís Cerda, quien está exiliado en Costa Rica.
“Los policías le dijeron verbalmente (a la señora) que estaban ejecutando una orden de confiscación”, de acuerdo con fuentes cercanas a la familia. A la vivienda, en residencial Villa Fontana, se presentaron cuatro patrullas de la Policía, en la noche del martes 27 de febrero de 2024.
Según la fuente, Rafaela Cerda, de 93 años, “salió de su casa con la ropa que llevaba puesta, sin poder llevarse sus medicinas”.
Días atrás, la Policía allanó también las viviendas de una hermana y sobrino del exmagistrado, Ana Isabel Solís y Aldo Rapacciolli Solís, respectivamente. Ambos “no se encontraban en sus casas y no han sido detenidos”, según la fuente.
El exmagistrado Solís desertó de las filas del régimen en enero de 2019, generando un terremoto político en la cúpula del FSLN dada su cercanía con Daniel Ortega, cuya reelección promovió en una sentencia de la Sala Constitucional, que integró como parte de la bancada del Frente Sandinista en la Corte Suprema de Justicia.
Rafael Solís Cerda fue declarado traidor a la patria, desnacionalizado y confiscado en sus bienes junto con 93 personas más, el 15 de febrero de 2023.
Un mes después de confiscarles un hotel
A finales de enero de 2024, la Policía confiscó y desalojó un hotel propiedad de Rafaela Cerda, localizado en San Juan del Sur, así como otras dos casas en Villa Fontana, Managua.
El Hotel Casablanca, de 15 habitaciones, fue confiscado el lunes 29 de enero por la vía de hecho. La Policía Nacional tomó posesión del inmueble bajo el argumento de que “llegaba de parte de la Procuraduría General de Justicia (PGR)”, y desalojó a los huéspedes y a todo el personal.
La Policía a la vez tomó el terreno adyacente que servía de parqueo y donde estaban las instalaciones de Alamo-Rent A Car, que también fueron desalojadas y el restaurante frente al hotel que era arrendado a un empresario italiano.
La madre del exmagistrado había adquirido el hotel hace más de 20 años por compraventa a Solís, según fuentes vinculadas a la familia, y lo había manejado como propietaria y gerente desde el año 1999, hasta hace algunos años cuando dejó la gerencia por razones de edad y de salud.
Luego de sufrir un infarto al corazón se retiró a su casa de Managua, pero conservaba la propiedad del mismo. No ha estado involucrada en política, ni ha sido señalada objeto de confiscación en algún decreto o resolución judicial.
Policía repite el mismo patrón en confiscaciones
El inmueble que ocupa el hotel fue propiedad del doctor Francisco Urcuyo Maliaños, expresidente sucesor de Somoza en julio de 1979, confiscado en los años ochenta, a quien le fue devuelta la propiedad en 1992 y posteriormente este la vendió a su sobrino Rafael Solís Cerda el mismo año.
La confiscación a doña Rafaela Cerda no es el primer caso contra familiares de expresos políticos o de exiliados del grupo de los 94, desnacionalizados, que han sido confiscados por las vías de hecho, sin estar señalados en ninguno de los ilegales decretos confiscatorios, pero ha llamado la atención en San Juan del Sur, donde era conocida porque residió en esa ciudad turística durante más de 20 años.
La confiscación del Hotel Casablanca siguió el mismo guion observado en el robo de otras propiedades: policías —a veces acompañados por agentes de la PGR; o simplemente asegurando actuar en su nombre— se presentaron al edificio, procediendo a tomar posesión por la fuerza, sin presentar documento legal alguno que les faculte para ello.
