
2 de marzo 2025
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Directores de medios en el exilio, CONFIDENCIAL, La Prensa, 100% Noticias, y Nicaragua Investiga, convocan a seguir venciendo la censura
Imagen de un piquete de protesta, por liberación de presos políticos, en noviembre de 2019, en Managua. // Foto: CONFIDENCIAL | Archivo
Además de competir contra la desinformación, la inmediatez y el sensacionalismo, el periodismo nicaragüense en el exilio tiene el reto de vencer la censura y las amenazas del régimen en contra de aquellos ciudadanos que tienen la valentía de seguir denunciando la corrupción y las injusticias en Nicaragua para que la divulguen los medios de comunicación.
Esa es una de las principales conclusiones a las que llegaron los integrantes de un panel de periodistas conformado por Jennifer Ortiz, de Nicaragua Investiga; Juan Lorenzo Holmann, de La Prensa; y Lucía Pineda Ubau, de 100% Noticias, dirigido por Carlos Fernando Chamorro, director de CONFIDENCIAL y ESTA SEMANA, en el marco del Día Nacional del Periodismo.
La otra conclusión, tan o más importante que la primera, es aplaudir el compromiso de los ciudadanos que comparten sus opiniones o sus filtraciones con el medio de comunicación de su preferencia, confiando en el profesionalismo de los periodistas. “Todo el mundo está bajo vigilancia en Nicaragua y está claro que brindar información a medios independientes es una actividad perseguida por la dictadura. Sin embargo, los medios independientes seguimos informando y publicando filtraciones”, puntualizó Chamorro.
“La gente sigue informando porque hay cosas o situaciones que les afectan y dicen ‘no puedo callarme. No puedo dejar pasar esto’”, asevera Holmann. Añade que es necesario decir que “la voz de lo que sucede en Nicaragua [o sea, los medios] está fuera del país, pero la información viene de Nicaragua. Es importante señalar que los medios de comunicación hemos sido sumamente responsables en mantener el anonimato de las personas fuentes”, recalcó.
Ortiz complementa que el hecho que aún siga existiendo la filtración, y que aún haya medios como CONFIDENCIAL, Divergentes, Nicaragua Investiga, Artículo 66, La Prensa, 100% Noticias, etc., que sigan haciendo periodismo de investigación es “una de las grandes hazañas del periodismo”, reiterando la necesidad de hacer un reconocimiento a las fuentes.
Pineda añade que a pesar del temor que genera el despliegue de “policías voluntarios o paramilitares o empleados públicos vestidos de paramilitares”, la gente rompe ese miedo al filtrar a los medios de comunicación, “diferentes situaciones que ocurren dentro de las instituciones: los cambios, las caídas en desgracia, los pleitos internos en la lucha de poder, y la corrupción de la familia Ortega Murillo y sus secuaces”.
Por todo ello, los periodistas rindieron un homenaje a esos ciudadanos, reiterando el compromiso de mantener canales seguros para que sigan enviando información, mientras continúan trabajando para asegurar el anonimato de los informantes.
Si la tecnología permite que los medios informen a sus audiencias en donde quiera que estas están, esa misma tecnología es un peligro mayúsculo para la continuidad de los medios de comunicación que deben luchar no solo contra la zozobra del modelo tradicional de financiamiento, sino también contra un signo de este tiempo: las fake news.
Esa no es la única amenaza tecnológica. Además de las noticias falsas, el periodismo debe enfrentar a cuentas fantasma que publican desinformación, así como a influencers que toman las noticias generadas por los medios, y las reempacan para presentarlas a sus propias audiencias. El uso malintencionado de la inteligencia artificial, así como el tiempo que los ciudadanos dedican a las redes sociales, o a consumir videos graciosos de manera interminable, también representan retos a vencer.
Chamorro destaca que circulan muchas noticias falsas, e información que no es verificada. Están también los medios oficiales que publican propaganda o simple desinformación, además de “otros medios de comunicación en Nicaragua que no son oficiales, pero están cooptados y se autocensuran”.
Jennifer Ortíz identifica que “ese es el gran reto del periodismo”. Detalla cómo, en estos tiempos, la gente puede navegar en un espacio virtual donde cualquiera puede generar contenido y decir lo que quiera y cómo, en ese contexto “el valor que tiene el periodismo es precisamente que cumplimos con los estándares periodísticos tradicionales”.
Se refiere al hecho de verificar la información, de contrastar fuentes, de publicar con rigor periodístico en medio de todas las dificultades. “Eso es lo que nos hace diferentes y es lo que la gente tiene que aprender a valorar. Desafortunadamente, ahora mismo luchamos con el algoritmo, y el algoritmo no premia estos parámetros periodísticos. El algoritmo premia las fake news, el sensacionalismo, el amarillismo y la mentira”, enlistó.
Dado que los algoritmos y las fake news son un problema mundial que el periodismo no puede resolver por sí mismo, lo que corresponde a los profesionales de la comunicación es “seguir haciendo cada día mejor periodismo, y esperar que la gente identifique bien” qué noticia es real, y cuál es falsa, opina Juan Lorenzo Holmann.
Añade que, si una cuenta -sea real, o sea falsa; esté alojada en Facebook, Tik Tok, Twitter, Instagram, etc.- se equivoca, nadie saldrá a hacer una corrección. “Si Confidencial o La Prensa se equivoca, nosotros rectificamos, pero si es el canal de una persona anónima, no importa. La ‘noticia’ sigue circulando, y meses después vuelve a cobrar vida. Una noticia falsa corre como pólvora, mientras que la noticia veraz no camina tan rápido”, lamentó.
Lucía Pineda recordó cómo reaccionaron algunas personas ante la campaña rusa de desinformación dirigida en contra de la prensa y los periodistas. La comunicadora dijo que hubo lectores que verificaban con otras personas y buscaron informarse en los medios. “La gente preguntaba ¿eso es cierto, o es falso?”, recordó.
El otro lado de la moneda tecnológica, es la posibilidad de seguir reporteando Nicaragua desde el exilio, y que la gente que vive en la censura y en el riesgo de represalias por parte del régimen, pueda seguir conociendo la verdad de lo que pasa en el país. “La gente se entera que cayó Horacio Rocha, por medios independientes o que la canasta básica sigue subiendo de precio por estas informaciones que no leen en ningún medio de comunicación oficial”, recordó Chamorro.
Gracias a eso, los medios pueden decir con orgullo que continúan sirviendo a esa población cautiva que sigue viviendo en Nicaragua. Datos presentados por los cuatro integrantes del panel, muestran que el 67% de la audiencia de Nicaragua Investiga está dentro del país. El 60% de los que acuden a La Prensa y a 100% Noticias, también se mantiene en el territorio nacional, así como el 50% de quienes se informan a través de CONFIDENCIAL.
El resto está principalmente en Estados Unidos y Costa Rica, aunque también hay seguidores en México, Panamá, España, y otros países de Centro, Latinoamérica, y Europa.
Dado que el periodismo nicaragüense se ha abstenido de recurrir a los muros de pago (o sea, a que la gente tenga que pagar para consumir los contenidos que se ofrecen en línea), los integrantes del panel abogaron por que los internautas hagan click en los videos, y permanezcan mucho tiempo en el sitio web. Y que compartan aquello que les haya gustado o impresionado.
“Eso ayuda a la monetización, y a la sostenibilidad”, recuerda Pineda. Los periodistas recuerdan que investigar, redactar y publicar noticias tiene un costo, y que ese costo es alto, “pero la información que generamos se entrega de forma libre, para que la gente la pueda leer, compartir y hacer viral”, dijo la directora de 100% Noticias.
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Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Durante más de veinte años se ha desempeñado en CONFIDENCIAL como periodista de Economía. Antes trabajó en el semanario La Crónica, el diario La Prensa y El Nuevo Diario. Además, ha publicado en el Diario de Hoy, de El Salvador. Ha ganado en dos ocasiones el Premio a la Excelencia en Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en Nicaragua.
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