10 de diciembre 2020
Carlos Pavón lleva dos años y ocho meses exigiendo justicia para su hijo, Richard Pavón Bermúdez, asesinado el 19 de abril en Tipitapa. “La Fiscalía me engavetó el caso”, asegura. Pese a esto, su casa y su familia han sido asediados en distintas ocasiones. La última fue el pasado fin de semana, un día después de que la Policía Nacional le entregara una citatoria para que se presentara “inmediatamente” a la delegación del Distrito Ocho. Pero tampoco pudo hacerlo, porque el día siguiente las autoridades cercaron su casa.
“Yo pienso que ellos lo que quieren es callarnos, querernos intimidar, querernos tener en casa”, dijo en una entrevista al programa Esta Noche. Está convencido de que actos como estos demuestran la falta de voluntad del actual sistema judicial para investigar casos como el de su hijo. “Si ellos lo hicieran, no tuviéramos esta clase de asedio contra nuestra familia”.
Richard Pavón fue asesinado el 19 de abril de 2018, en Tipitapa. Fue la primera muerte que se registró tras el estallido social, el 18 de abril. Ese día fueron asesinadas dos personas más: el policía Hilton Manzanares y Darwin Urbina. El caso de Manzanares es el único que está cerrado con unos supuestos culpables. Con respecto al de Richard Pavón, no ha habido ninguna investigación, tan solo "una mampara de querer hacerlo al inicio". Los familiares están convencidos de que la Policía sabe quiénes fueron los responsables, pues según cuentan nunca le fue dado el dictamen médico que se realizó en la morgue.
Ante este panorama desolador, Pavón asegura que guarda esperanzas para que el caso de su hijo no quede en la impunidad y se logre dar con los culpables: “En mi persona como padre, yo pienso, reafirmo y sostengo que jamás me van a callar porque lo primero que pido es justicia para mi hijo Richard Pavón”.
Asedio constante y cero investigaciones
Mientras tanto, el asedio se ha mantenido constante en la vivienda de los Pavón. El pasado cuatro de diciembre las autoridades llegaron a la casa de Carlos Pavón, en Tipitapa, con el fin de “citarlo para una entrevista”. No le dieron más razones al entregarle el documento. Al día siguiente, Pavón planeaba asistir a la cita con la abogada Yonarqui Martínez, pero desde la mañana una camioneta de la Policía con oficiales rodearon su vivienda y registraron a las personas que salían del solar. Tampoco le llevaron una orden judicial ni el por qué del cerco. “Como que todos eran mudos, se postraron ahí”, comenta.
Pavón los encaró y les dijo: “No te dolería que mataran a tu hijo y te tengan así después, o sos un paramilitar tal vez. ¡Hablen!”, pero ninguno le respondió. "A veces agachaban la cabeza, a veces no. Había un oficial que tenía la mirada diabólica”.
Este actuar de la Policía, según él, carece de lógica, porque lo citaron y luego no lo dejaron salir durante más de seis horas. Tampoco es la primera vez que la familia Pavón denuncia hostigamientos. En octubre de 2019 pasó lo mismo que este fin de semana: unos quince oficiales entraron al terreno donde habita, se quedaron ahí unas horas, tomaron fotos y les impidieron salir. En esa ocasión, la familia quería ir al cementerio municipal para colocar un retrato en la bóveda de su hijo en conmemoración de su nacimiento, el 29 de octubre.
Las autoridades se volvieron más hostiles tras la apertura del Museo de la Memoria de las Madres de Abril, según él. En este museo, que estuvo abierto al público entre octubre a diciembre de 2019, se apreciaron algunos objetos de las personas asesinadas durante las protestas de 2018, como los mazos que Richard Pavón utilizaba para tocar el tambor.
“Nosotros lo que hacemos es conmemorar un año más, ya sea de nacimiento o de su muerte, ya que eso es lo único que nos queda. No sabría decir cuál es la intensión de ellos de asediar hasta la propia tumba de nuestro hijo”, asevera.