24 de diciembre 2018
El asalto a las oficinas de CONFIDENCIAL y Esta Semana, ocurrido el jueves 13 de diciembre; la ocupación militar del edificio donde funciona la redacción, la noche del viernes, y la agresión de la Policía en contra de su director Carlos Fernando Chamorro y periodistas, la mañana siguiente, es parte de la escalada represiva de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que esta vez está dirigida a medios de comunicación independientes, defensores de derechos humanos y organismos no gubernamentales críticos. De acuerdo a Paulo Abrao, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la “cuarta fase de la represión” se acelera, consolidándose “un estado de excepción”.
- Asalto y toma de Confidencial viola 14 artículos de la Constitución
- Carlos F. Chamorro: “Ataques son un síntoma terminal de la dictadura”
“En Nicaragua los decretos que prohíben protestas, leyes que amenazan a los negocios privados, autorizaciones para allanamientos, actos legislativos que intentan cerrar ONG, son las nuevas acciones que vienen a sumarse al proceso de persecución y criminalización de la oposición”, expresó Abrao. “Se acelera la cuarta fase de la represión: la consolidación de un Estado de excepción con decretos policiales o actos legislativos que intentan mantener ‘apariencia de legalidad’ para medidas que restringen y afectan los contenidos esenciales de los derechos humanos”, agregó.
El secretario ejecutivo de la CIDH insistió en que la reducción de los espacios de la sociedad civil confirma que tras reprimir las protestas con brutalidad, detener arbitrariamente y criminalizar a los opositores, “se intenta oprimir y exterminar todas las voces disidentes”. “Las democracias exigen pluralidad política”, recomendó Abrao.
“Entraron como delincuentes”
Chamorro sostiene que el asalto y ocupación de las oficinas “fue un ataque dirigido” contra estos medios de comunicación, porque “la Policía sabía que estaban allanando los medios y no al Centro de Investigaciones de la Comunicación (CINCO)”, al cual la Asamblea Nacional canceló su personería jurídica, junto a otras ocho organizaciones no gubernamentales, incluyendo al Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
“No hubo equivocación, fue un asalto dirigido”, reiteró Chamorro, tras explicar que no hay ninguna relación entre los medios de comunicación y la organización no gubernamental CINCO.
El periodista detalló que los agentes policiales “entraron como delincuentes” y criticó que “En eso es lo que el dictador Daniel Ortega ha convertido a la Policía Nacional”.
En el edificio, el portón principal y las cerraduras de las diferentes oficinas fueron forzadas con violencia para sustraer equipos de computación y diversos documentos, incluyendo equipos de producción y edición de las redacciones de estos medios de comunicación e información contable y pertenencias laborales y personales.
Las oficinas fueron asaltadas ilegal y violentamente por oficiales de la Policía Nacional entre la medianoche del jueves y la madrugada del viernes. Menos de 24 horas después, la Policía volvió al edificio para ocuparlo militarmente.
“Aquí estamos”
Chamorro valoró que el asalto a las redacciones de CONFIDENCIAL, Niú y Esta Semana no es lo más grave en el incremento al brutal asedio a la prensa independiente en Nicaragua, que cuenta en su récord con el asesinato del periodista blufileño Ángel Gahona, el 21 de abril; el incendio a las instalaciones de Radio Darío en León, y el hostigamiento, persecución, encarcelamientos, golpizas y amenazas de muerte en contra de otros periodistas y directores de medios de comunicación.
A ocho días de la toma ilegal de CONFIDENCIAL, la dictadura dirigió un nuevo ataque contra el canal 100% Noticias, suspendiendo sus transmisiones, y ocupando militarmente el edificio. Además, fueron secuestrados la periodista Lucía Pineda Ubau y el director Miguel Mora, presentado la mañana del sábado en los Juzgados de Managua, para un proceso judicial por “incitar al odio y la violencia”.
Chamorro recordó que previo a esta etapa, la dictadura de Ortega y Murillo perpetró una masacre contra el pueblo de Nicaragua, que suma 325 muertos; y además ha impuesto un Estado de excepción, prohibiendo la movilización ciudadana y estableciendo una persecución política que ha encarcelado a más de 600 líderes y ciudadanos.
“Este golpe no es cuánto perdemos (por el robo de equipos), pero sí ellos creían que con esto detendremos nuestra labor de denuncia, ya fracasaron desde el momento en que esto se está denunciando por diferentes vías. Aquí estamos”, indicó Chamorro.
Asalto y toma viola 14 artículos de la Constitución
Al menos 14 artículos de la Constitución Política de Nicaragua fueron violados con el asalto y la posterior ocupación de la Policía Nacional a las instalaciones donde funcionan las redacciones de CONFIDENCIAL, Revista Niú, Esta Semana y Esta Noche, dirigidas por el periodista Carlos Fernando Chamorro, según los recursos de amparo interpuestos por el abogado Léster Mendoza, en los Juzgados de Managua.
Entre los artículos atropellados por la dictadura de Daniel Ortega está el artículo 5, que habla sobre los principios de libertad, justicia, respeto a la dignidad humana y pluralismo político. Además, los artículos 29, 30, 32 y 34, que establecen el derecho a la libertad de conciencia y de expresión en público.
El artículo 36, también fue violado por la Dirección de las Fuerzas Especiales de la Policía Nacional la mañana del sábado, cuando decenas de agentes agredieron a los periodistas de estas redacciones y colegas internacionales que les acompañaban. El artículo establece que “toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral”. Además, se violó el artículo 46 que establece que “toda persona tiene derecho a la protección estatal” y al respeto de sus derechos humanos.
También se violó el derecho a la propiedad privada (artículo 44), cuando el pasado jueves agentes de la Policía Nacional entraron sin orden judicial a las oficinas de Invermedia, Promedia y la consultora Cabal y sustrajeron información personal y de la empresa, que también es una infracción a la Constitución en el artículo 26. Con esta acción, también fue violentado el derecho al trabajo, artículo 57; a la información veraz y a difundir ideas por todos los medios, artículo 66; y a informar sin censura, artículo. 67.
Los recursos de amparo de las empresas Promedia e Invermedia, productoras de Esta Semana y Confidencial, ya fueron debidamente presentados y están radicados en la sala civil 1 y 2 del Tribunal de Apelaciones de Managua. Esperamos que el Tribunal resuelva apegado a derecho.
Asimismo, el artículo 97 que deja en claro que el papel de la Policía Nacional debe ser “profesional, apolítica, apartidista” y “regida en estricto apego a la Constitución Política de Nicaragua”.
Sin espacio para disentir
La relatora especial para Nicaragua de la CIDH, Antonia Urrejola, preguntó en su cuenta de Twitter: “Primero reprimieron brutalmente las protestas (325 muertos); después apresaron y procesaron sin garantías mínimas de debido proceso a líderes de movimiento estudiantil y campesino; hoy van por acallar a la prensa y a las organizaciones de derechos humanos. ¿Qué democracia es esa donde no hay espacio para disentir?”.
- Entrevista a Antonia Urrejola: "Se ha arrinconado toda expresión de disidencia"
El sábado, alrededor de dos decenas de antimotines salieron de la sede de Plaza el Sol. Eran dirigidos por un comisionado, que, rabioso, ordenaba agredir a Chamorro, su esposa Desirée Elizondo (propietaria de Cabal), y el equipo periodístico. Los policías alegaban —a punta de gritos— que estaban imponiendo una “zona de seguridad”.
Los oficiales se fueron encima de los periodistas, quienes se replegaron en la gasolinera de Plaza el Sol. Sin embargo, la Policía no se detuvo, y persiguió al equipo gritando: “Va a la verga, hijos de puta, golpistas”. La violenta reacción policial sucedió después que un comisionado de apellido Soza ingresó a la sede de Plaza el Sol a notificar sobre la presencia de Chamorro y los periodistas.
“Fuimos a plaza del Sol a demandarle a la policía la orden de asalto contra la redacción de CONFIDENCIAL. Salió el oficial Soza a dialogar. Entro a hacer consultas. 30 minutos después salió con una jauría de 50 antimotines que nos agredieron”, denunció Chamorro.
El virulento ataque físico dejó a varios periodistas de CONFIDENCIAL golpeados, entre ellos los reporteros Néstor Arce, Juan Carlos Bow y Claudia Tijerino.
Edificio bajo ocupación militar
Antes de acudir a Plaza el Sol, Chamorro y su equipo asistieron a las oficinas de CONFIDENCIAL a intentar ingresar al inmueble. Sin embargo, fue imposible porque desde la noche del viernes policías de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (DOEP) se tomaron militarmente el edificio de forma ilegal, sin siquiera presentar una orden judicial.
Los oficiales estaban viendo un partido de fútbol en uno de los televisores cuando llegaron los periodistas. Los oficiales no dieron información ante las preguntas de Chamorro.
Lo único que los oficiales le dijeron a Chamorro es que las explicaciones las daban en Plaza el Sol, donde después se ejecutó la agresión física. De esta forma, los ataques contra el equipo de CONFIDENCIAL se han tornado más rabiosos.
“Es una triple agresión que está ejecutando el Estado delincuente que preside el dictador Daniel Ortega. Las tres empresas que aquí funcionan no tienen relación con CINCO”, le dijo Chamorro a los oficiales que ocupan la redacción de CONFIDENCIAL.
“Si acaso la ministra de Gobernación, el jefe de la Policía Francisco Díaz, y el jefe supremo de la Policía, alegan que están cumpliendo una resolución, es ilegal porque les permite confiscar los bienes de las ONG perseguidas, pero las empresas Promedia, Invermedia y Cabal (una consulta en temas de medio ambiente, de Elizondo) no tienen relación con las ONG. Son empresas privadas adscritas al Registro Mercantil. Es un acto violatorio a la libertad de expresión y a la libre empresa”, remarcó.
“Una venganza de Ortega-Murillo”
La escritora Gioconda Belli opinó que la escalada represiva contra CONFIDENCIAL y Carlos Fernando Chamorro es una “venganza” de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“Es un acto de venganza contra la posición limpia, íntegra de Carlos Fernando Chamorro. Es increíble que a dos personas, que son íntegras, que han estado a la par de la población toda su vida, y no de ahorita, están siendo víctimas, como es el caso de Carlos Fernando y la doctora Vilma Núñez”, dijo la escritora.
La directora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, también quiso asistir a las instalaciones del organismo que encabeza, y también permanece ocupado desde el jueves. Pero los oficiales le impidieron pasar. Le dijeron que “el Cenidh ya no existe”.
En menos de quince días, la dictadura orteguista a través de su aplanadora en la Asamblea Nacional, canceló las personerías jurídicas de nueve ONG, incluyendo el Centro de Investigaciones de la Comunicación (CINCO), con la cual Invermedia y Promedia no tienen ninguna relación jurídica, económica ni institucional.
La Cámara de Comercio Americana de Nicaragua, de la cual la empresa productora de CONFIDENCIAL (Invermedia) es miembro exigió el respeto a la propiedad privada y el derecho de asociación.
El Consejo Superior de la Empresa Privada aseguró que “reafirmamos el llamado para buscar soluciones que garanticen la estabilidad social, política y económica del país, al tiempo que exigimos el cese del Estado Policial y el respeto a las garantías y derechos constitucionales de todos los nicaragüenses”.
El doctor Manuel Ortega Hegg, presidente de la Academia de Ciencias de Nicaragua, lamentó que con la agresión a Chamorro y oenegés, Ortega y Murillo están quemando puentes, en vez de tenderlos para buscar una salida negociada a través del diálogo.
“Lo que han hecho rebasa cualquier tipo de cálculo, de medida, de sentido de sensatez. Se ha perdido totalmente el sentido de los derechos de la gente, de la comunidad, de los ciudadanos, y esto a lo único que lleva es a sumar agravios, y hace imposible una salida a través del diálogo, para que se discutan los asuntos fundamentales”, dijo Ortega Hegg.
“Síntoma terminal de la dictadura”
Los ataques son un “síntoma terminal” de la dictadura, opinó Carlos Fernando Chamorro, en una entrevista en el programa Café con Voz, dirigido por el periodista Luis Galeano, al cual asistió para denunciar que, cinco días después de ocupado el edificio de su propiedad, las autoridades no han presentado un solo documento que avalen el allanamiento. Una semana completa después, tampoco hay una respuesta.
“Es difícil saber dónde quiere llegar Daniel Ortega. Hay una profundización de la crisis. Es un síntoma terminal de la dictadura. Ahora es menos sostenible. No solo arremete contra las oenegés si no que ocupa manu militari medios de comunicación”, aseguró Chamorro.
La confiscación ilegal de empresas privadas y la anulación de personerías jurídicas a oenegés criticas vienen a sumarse al nefasto saldo de la represión: más de 325 muertos, miles de heridos, al menos 565 presos políticos identificados, y un éxodo de alrededor de650 000 personas que se refugian en Costa Rica. Es la nueva etapa de la represión que es motivada, a juicio de Chamorro, por las sanciones impuestas por Estados Unidos.
“La crisis actual no es sostenible. La economía colapsa y seguirá colapsando. Estas acciones son defensivas sanciones debido a las sanciones estadounidenses”, expuso el periodista.
Chamorro dijo que el esquema de “fichas de negociación” que Ortega pueda estarse plantearse tampoco funcionaría. Es decir, aunque ofrezca liberar a los presos políticos y ceder a otras demandas ciudadanas, esperando un acuerdo bilateral, por ejemplo con los empresarios, no le resultará. “¿Para qué va ir soltando fichas si nadie le cree? Todos los candados se le cerraron”, afirmó.
En esta nueva etapa de la represión, Chamorro augura un escalamiento de la violencia de parte de la dictadura de El Carmen. Es la fase de reprimir medios de comunicación y empresas, lacerando, sobre todo, la ya bastante golpeada economía. “De hecho, Ortega planteó en un discurso una “economía de subsistencia, de gallo pinto”, recordó.
“Mi compromiso es aquí”
Ante las preguntas de Luis Galeano sobre si el exilio es una posibilidad, el director de CONFIDENCIAL respondió que su “responsabilidad está aquí, en lo que pueda hacer en mi redacción”.
Por ahora, la redacción de CONFIDENCIAL y los programas de televisión no tienen un espacio físico establecido. Sin embargo, estos medios de comunicación continúan en funcionamiento.
“La dictadura quiere que nos vayamos todos. No estoy criticando a las personas que han tenido que salir al exilio, porque nadie quiere dejar su país. Estaré aquí hasta donde sea posible. Mi compromiso es por Nicaragua… es lo menos que podemos hacer como ciudadanos y periodistas ante un pueblo que lo ha dado todo”, dijo Chamorro.
El periodista agregó que “esto no tiene vuelta atrás. La gente merece que los periodistas independientes estemos al pie del cañón. ¿Qué le vamos a decir a los presos políticos, que nos robaron computadoras y por eso nos fuimos?”.
“CONFIDENCIAL está en el alma y cerebro de sus periodistas”
Director de CONFIDENCIAL y Esta Semana afirma: “Si el Gobierno nos impide seguir trabajando, buscaremos la forma de hacerlo”
El periodista y director de CONFIDENCIAL y Esta Semana, Carlos Fernando Chamorro, reconoció ante el asalto y toma ilegal de sus oficinas, que todos los nicaragüenses están expuestos a que la dictadura fabrique cargos para censurarlos y convertirlos en presos políticos, pero sostuvo que aún sin un espacio para la Redacción, los medios de comunicación que dirige seguirán informando.
“El lugar físico no es lo más importante. Hemos seguido trabajando y ahí está el testimonio, en nuestras ediciones y en los programas de televisión que hemos realizado. Si el Gobierno nos impide seguir trabajando, buscaremos la forma de cómo hacerlo”, aseguró Chamorro, en las afueras de los Juzgados de Managua, donde la tarde de este lunes se presentaron dos recursos de amparo.
“No estamos solos, estamos acompañados por los ciudadanos que son los depositarios de la libertad de expresión”, añadió el periodista.
Chamorro valoró que “si actualmente hay presos políticos, dentro de los planes del régimen podrían haber muchos más”, pues estima que “aquí nadie está protegido”, porque no hay Estado de derecho.
“Yo vengo aquí blindando, vengo blindado por la moral de mis padres, Pedro Joaquín Chamorro y Violeta Barrios de Chamorro, eso es lo que me protege a mí para estar aquí, esos valores, esa herencia con la que los nicaragüenses tenemos que ser consecuentes. Mi padre respondió lo que todos los nicaragüenses debemos responder: cada quien es dueño de su propio miedo, todos los ciudadanos tenemos que administrar el miedo y vencerlo y demostrar que las ideas no se pueden matar y tampoco se pueden matar las ideas matando periodistas”, manifestó.
Chamorro declaró que “la sala de redacción de CONFIDENCIAL está en el alma, en el cerebro de los periodistas”, más allá de un espacio físico que permanece asaltado y ocupado militarmente de forma ilegal.