25 de junio 2023
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Ana Verónica Sánchez, Francisco Chavarría y Juan Vicente Terán son tres jóvenes nicaragüenses que migraron a Costa Rica en búsqueda de oportunidades para cultivar su pasión por la música. Hoy, los tres están cumpliendo sus sueños artísticos en suelo costarricense.
CONFIDENCIAL conversó con ellos sobre sus inicios en la música, los retos en el nuevo país, y sus proyectos musicales.
Ana Verónica, violinista y cantante
“Tengo la suerte que mi familia es amante de la cultura”, expresa con orgullo Ana Verónica Sánchez, violinista y cantante originaria de Managua. Desde pequeña iba con su familia a las actividades patronales de Masaya y disfrutaba con el tradicional “Baile de Negras”, una de las piezas más famosas del folclore nicaragüense. “Siento que de ahí me vino el gusto por la música”, afirma.
A los diez años, su madre la inscribió en clases de música en el Centro Cultural de Batahola Norte en Managua. Esa fue la primera vez que vio un violín. “No sabía qué era, ni cómo sonaba, pero cuando miré el violín, dije que ‘quería ese’”, relata entre risas Ana Verónica, de 30 años.
Desde ese momento se enamoró del arte y la música. “Me pareció fascinante, porque era la primera vez que sentía que mi cuerpo y mi mente se involucraron en algo”.
El Conservatorio de Música, de la entonces Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI), le otorgó a sus quince años una beca para profesionalizarse en canto y violín. Tras culminar el bachillerato, Ana Verónica se dedicó a continuar perfeccionando sus dotes musicales y culminar su licenciatura en Filología.
En 2016, con 23 años, fue admitida en la Escuela de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica (UCR). “Tengo varias amistades del Conservatorio que estudiaron música aquí y me decían que tenía todas las posibilidades para ingresar”, comenta. “El ambiente musical de Costa Rica, en general, me pareció muchísimo más amplio y muy internacional”, continúa.
Ana Verónica ha cosechado diversos logros durante sus años de estudios musicales en la UCR. Entre ellos, representar a la universidad en festivales internacionales de música, y ser parte de varias agrupaciones artísticas como, Merlot y Duendes, una banda de flamenco experimental, y Zéfiro, un grupo de música antigua latinoamericana. También es profesora de violín.
Francisco Chavarría, guitarrista y profesor de música
Francisco Chavarría se crió en una familia amante de la música clásica. Un gusto que heredó de su madre y abuelo materno. Desde temprana edad, manifestó su interés por la música: “había una guitarra vieja en mi casa, ni siquiera tenía las cuerdas completas, pero yo la agarraba y cantaba el Feliz Cumpleaños”, recuerda.
Fue hasta los catorce años que recibió sus primeras clases de música. “Convencí a mi mamá para que me comprara una guitarra. Recuerdo que era negra y fue así como empecé a tocar mis primeros acordes en una escuelita de música cerca de mi casa”.
Meses después, inició sus estudios de guitarra en el Conservatorio de Música de la UPOLI y cuatro años después, en 2011, fue admitido en la Universidad de Costa Rica para estudiar Música con énfasis en guitarra. Además, estudió el bachillerato en Música con énfasis en Dirección Orquestal.
“Me percaté de que había mucho más auge de la guitarra clásica aquí, y también a nivel técnico había muchas diferencias. Había muchas más oportunidades para desempeñarse en la música que en Nicaragua”, destaca Francisco.
Luego de graduarse, trabajó como director de la Orquesta Intermedia de Guitarras, de la Orquesta Sinfónica de la UCR.
En 2019, junto con su esposa fundó su propia academia de enseñanza musical “Shalala Music Academy”, que ofrece clases de guitarra, ukelele y canto.
“Nuestra academia está enfocada en la música popular y en que las personas disfruten, siempre desde una experiencia de personas profesionales guiándolas”, resalta.
Juan Vicente Navas, productor musical
Creció mirando en la televisión los videos del artista estadounidense Michael Jackson. “Desde pequeño supe que quería ser músico”, recuerda Juan Vicente Navas Terán. Pero no fue hasta después de bachillerarse, en 2018, que decidió ir tras su sueño de producir su propia música.
Se mudó a Costa Rica en enero de 2019, y en 2020, durante la pandemia, se inscribió en un curso virtual de Producción Musical en DJ Lab, una escuela especializada en formar DJs y productores musicales de Centroamérica.
“En Nicaragua lamentablemente no hay una industria musical y era imposible empezar desde cero. Tenía que venirme a Costa Rica”, explica el joven de 22 años, quien trabaja como asistente virtual en una empresa costarricense.
Ese mismo año, produjo sus primeras composiciones musicales electrónicas, incluídas “Guachipelín” y “Ansiedad”, ambas disponibles en la plataforma de streaming Spotify. “Empecé a experimentar con otros géneros y también comencé a experimentar con mi voz”, comenta Juan Vicente, quien desde hace dos años, toma clases de canto profesional.
En los próximos meses, el joven —conocido artísticamente como JUANVI— realizará su debut como productor musical y cantante. “Decidí que tenía que trabajar por mis metas, y he invertido cada segundo, para sacar adelante mi proyecto”, afirma.
Aspiran “potencializar” la música nica
Ana, Francisco y Juan Vicente han superado muchos obstáculos personales, económicos y culturales para triunfar en Costa Rica. “A nivel cultural, aunque es un país vecino, es muy diferente. Entonces, hay que adaptarse, como en cualquier parte del mundo”, reflexiona Francisco.
Para Ana, lo más duro ha sido estar lejos de la cultura en la que creció. “Me hizo mucha falta el ambiente de Managua, estaba aprendiendo, pero sí extrañaba algunas cosas”, asegura.
“Es extremadamente difícil si uno no está completamente enfocado en lo que quiere hacer”, afirma Juan Vicente. “Ha sido extremadamente difícil aprender canto y producción musical desde cero”, expresa.
Los tres aspiran a continuar formándose musicalmente, para contribuir a potencializar la música nica. Ana Verónica trabaja en la elaboración de un archivo histórico de música nicaragüense. “He dedicado los últimos años a recolectar y organizar partituras de compositores nicaragüenses, y me parece que eso es muy importante”, expresa.
Juan Vicente espera en un futuro poder introducir a la industria musical latinoamericana un son nica moderno. “Eso me encantaría”, afirma.
