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Nicaragüenses son más del 12% de la fuerza laboral en el turismo de Costa Rica

Los nicas empleados en turismo son tantos como en el sector agropecuario. Viajamos a Guanacaste para conocer las historias de algunos migrantes

Más del 12% de empleados en turismo de Costa Rica son nicaragüenses

Más de 16 000 nicaragüenses trabajan en el sector turístico de Costa Rica, según datos independientes obtenidos por Nicas Migrantes, de CONFIDENCIAL. // Fotoarte: CONFIDENCIAL

Nohelia Guzmán

28 de enero 2024

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En Pueblito Sur, centro comercial de Playa del Coco, uno de los principales destinos turísticos de Guanacaste, Costa Rica, afanada, Daliana atiende a los clientes del colorido restaurante para el cual labora como mesera desde hace tres años. El buen trato al cliente es indispensable entre quienes se desempeñan en el sector del turismo en Costa Rica. En eso, la nicaragüense Daliana se lleva un cien.

A Costa Rica llegan cientos de miles de turistas, desde distintas partes del mundo. Es uno de los destinos turísticos más apetecidos del continente, gracias a su bien conservada y vasta naturaleza, y su fama de país estable, democrático y sin ejército. En 2023, solo por vía aérea, llegaron a pasear a Costa Rica –un país de cinco millones de habitantes– 2.47 millones de personas, la mayoría procedentes de Estados Unidos y Europa.


Daliana forma parte de otro tipo de “ejército”, el de decenas de miles de trabajadores que en las playas, montañas, volcanes, bosques y cataratas reciben y atienden a los turistas en una industria que representa el 4.8% del producto interno bruto (PIB) en Costa Rica.

La joven mesera es nicaragüense, la población extranjera más grande de Costa Rica, que representa entre el 10% y 15% del total de habitantes. Los nicaragüenses han llegado y se han asentado, constituyéndose como recurso humano imprescindible en distintos sectores económicos como la construcción, la cosecha de café, el servicio doméstico, la industria de la piña y también en el sector turístico, un aporte del que poco se habla en el país.

12.4% de empleados en turismo de Costa Rica son nicaragüenses

Los nicaragüenses constituyen, aproximadamente, el 12.4% del total de personas empleadas en turismo en 2023. Son más de 16 000 los nicaragüenses de un total de 132 193 trabajadores que soportan la industria turística en Costa Rica.

El dato no existe en los registros oficiales gubernamentales ni entre las cámaras de turismo. Nicas Migrantes, de CONFIDENCIAL, lo obtuvo en alianza con el investigador de la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica (UNED) Gustavo Gatica, quien lo extrajo a partir de los números de la Encuesta Continua de Empleo (ECE), del Instituto Nacional de Estadística y Censos de Costa Rica (INEC). Se trata de una cifra muy parecida a la de nicaragüenses en el sector del agro

“Tradicionalmente, se ha dicho que, en la agricultura, hay una amplia participación de la mano de obra nicaragüense, lo cual es cierto, no obstante, se ha prestado menor atención a la participación en las actividades turísticas”, confirma Gatica. “Entre 2018 y 2023, el promedio de nicaragüenses que trabajaron en este sector fue de 13.3%. Durante los mismos años, la participación de la mano de obra nicaragüense en la agricultura fue, en promedio, muy parecida, 13.8%”, explica.

Otro dato relevante extraído por Gatica es que las mujeres son mayoría en el sector, con un 76% de la fuerza laboral migrante nicaragüense en el turismo en Costa Rica.

Shirley Calvo, directora ejecutiva de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), considera que la contribución de los migrantes nicaragüenses es importante para el desarrollo del turismo y la economía costarricense. “Podemos considerar el alto nivel de encadenamientos que se derivan de la actividad turística, lo que influye en el aporte al empleo de estas personas en otras actividades económicas como la agricultura, el comercio, por ejemplo”, enfatiza. 

Calvo destaca las zonas de Costa Rica donde más se emplean nicaragüenses en el sector turístico. “La presencia de mano de obra nicaragüense está segregada en una proporción similar; sin embargo, es normal que haya una mayor concentración en zonas donde la actividad turística es más dinámica, como Guanacaste, el Pacífico Medio y regiones como La Fortuna de San Carlos o Monteverde y, desde luego, la zona más al norte del país, por su cercanía con Nicaragua”, explica. 

Una playa en la provincia de Guanacaste en Costa Rica
El turismo en Costa Rica representa el 4.8% del producto interno bruto (PIB) en el país. Las playas de Guanacaste actualmente son uno de los sectores más atractivos. // Foto: Nohelia Guzmán, para Nicas Migrantes, de CONFIDENCIAL

Los nicaragüenses que se emplean en turismo en Guanacaste 

La fuerza de trabajo migrante nicaragüense es determinante en el turismo y en la construcción en distintas provincias de Costa Rica. Ambas actividades son un motor en el desarrollo económico en Guanacaste, provincia fronteriza con Nicaragua, en la cual miles de trabajadores participan en la construcción de carreteras, hoteles, casas de lujo, en la operación y mantenimiento de restaurantes, bares y otros negocios.

En Guanacaste, viven y trabajan Daliana, Wilmer Urbina, Yeison Silva y Johana Ortega. Todos migrantes nicas. 

En la provincia residen 25 758 nicaragüenses, de los cuales 14 782 forman parte de la fuerza laboral en diferentes sectores de la región Chorotega, según datos de 2023 del INEC. Usualmente se emplean como trabajadores de la construcción, pero también como guías turísticos, meseros, ayudantes de limpieza y en actividades domésticas, detalla Esteban Barboza, investigador del Observatorio de Turismo, Migraciones y Desarrollo Sostenible de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), campus Liberia. 

Migrar a Costa Rica para “ganar” mejor

Daliana Herrera tiene 26 años, es oriunda de Managua y emigró a Playas del Coco en 2021. Desde entonces trabaja como mesera en Soda Mediterránea Cocina Gourmet y Mariscos, un restaurante con ubicación privilegiada, a escasos metros de la hermosa costa colmada de turistas.

De lunes a sábado, de 4:30 de la tarde a 10:30 de la noche, se organiza junto con sus compañeros para atender a los clientes. Siempre con una sonrisa y la mejor actitud, lleva hasta las mesas los mariscos, las pastas, las bebidas y los postres. Es un trabajo agitado que, comparte, le ha devuelto las ganas de vivir y seguir adelante. 

La joven nicaragüense emigró con la esperanza de lograr mejores condiciones salariales e independizarse de su familia. “Me sentía frustrada porque me esforcé mucho en la universidad y me dije, ‘si voy a trabajar en algo que no es mi carrera, por lo menos que me paguen bien’”. Había estudiado Licenciatura en Trabajo Social y recibió un par de cursos de inglés en Nicaragua, lo que le ayudó a encontrar empleo como mesera en Costa Rica. 

En su país natal trabajaba como asistente y su salario mensual por una jornada de tiempo completo era de 9000 córdobas, aproximadamente 245 dólares, al tipo de cambio actual, congelado en 36.62 córdobas a partir del 1 de enero de 2024.

Ahora, Daliana trabaja seis horas diarias por un salario básico de 333 000 colones (unos 643 dólares). Recibe, además, un porcentaje del servicio que varía según la temporada del año, más la propina que se distribuye de manera equitativa entre ella y sus colegas.

“Una de las cosas que más me impactó de estar aquí fue la facilidad con la que un migrante puede conseguir trabajo en temporada alta, ya sea alguien que limpie, alguien que sea jardinero, niñero. Aquí hay movimiento en temporada alta y yo justamente vine en esa temporada”, cuenta Daliana, quien se siente orgullosa de lo que ha logrado con su esfuerzo y dedicación. 

Agradece las oportunidades que ha encontrado en el país y se ha propuesto mejorar su inglés. Aunque también, reconoce que no ha sido fácil la experiencia al tener que dejar atrás a sus seres queridos en Nicaragua.

Un artista nica que decora hoteles y restaurantes

Yeison Silva es un artista de 29 años de edad, que nació en León, Nicaragua. Llegó con su madre y sus dos hermanos menores a Costa Rica en el año 2000, cuando era un niño de seis años. 

La madre de Yeison decidió separarse de su esposo alcohólico y emigró con la esperanza de encontrar mejores oportunidades para sus hijos.

Yeison concluyó sus estudios en el Colegio Técnico Profesional de Sardinal, vive en Liberia y brinda sus servicios de escultura y pintura. Desde 2015 lo contratan empresas para realizar labores de escultura y pintura en restaurantes, atractivos turísticos y hoteleros de Guanacaste. 

Esta vez lo encontramos concentrado, pintando un mural de las zonas secas y zonas húmedas de Costa Rica en el restaurante El Jardín, en Liberia. Con el pincel empapado de pintura verde, detalla unas hojas alargadas como parte del paisaje que plasma en la pared.

“La mayor inyección de dinero que me ha permitido superarme (viene del) turismo y las oportunidades dependen de cómo uno se comporta en el país”, manifiesta Yeison.

La vida de Yeison mejoró significativamente gracias a su destreza artística y a su habilidad para forjar emprendimientos, porque, además, elabora prótesis de extremidades del cuerpo humano que ha logrado vender a través de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Las piezas de las prótesis son importadas desde China y él las arma según la necesidad del paciente. Vio la oportunidad de incursionar en este trabajo gracias a su esposa, que domina el mandarín, idioma en que llegan las indicaciones de cómo armar y elaborar las prótesis.

En 2022 empezó con el emprendimiento que ayuda a que las personas que han perdido una extremidad se sientan cómodas y seguras. El precio depende de cada prótesis, pues son producidas según las necesidades e indicaciones del cliente. “Si un cliente desea una prótesis (para colocar) debajo de la rodilla, entonces le realizamos una prótesis transtibial y así con cada cliente”, explica Yeison, quien también tiene una tienda virtual llamada magazincr.com en la que vende ropa, calzado y ofrece sus pinturas.

Su meta es expandir el negocio de elaboración de prótesis que tiene junto con su esposa, con la idea de que éstas sean más accesibles.

El artista enfatiza en que quienes emigran deben enfocarse para salir adelante en el país de acogida. “El vicio es un factor muy dañino que evita que la persona progrese. La persona que viene a hacer plata, hace plata, y quien quiere sacar adelante a su familia, la saca”, dice. 

De salonero a capitán de cocina

Hace 16 años, Wilmer Urbina, oriundo de Granada, decidió viajar a San José, Costa Rica, para visitar a unos familiares. Durante su estancia trabajó como albañil en un proyecto de construcción, y se estableció en el país. 

Wilmer laboró durante un año entero en ese oficio y luego se asentó en Liberia, Guanacaste, donde se desempeñó como salonero y bartender durante dos años. Desde hace 14 años vive en Cañas, otra ciudad guanacasteca, donde actualmente trabaja como capitán de cocina en el Hotel Cañas, reconocido en la zona por su larga trayectoria. 

“Saqué bachillerato y también fui a la universidad. Además, tenía experiencia laboral en hoteles en Granada. Había trabajado en bares primero, y después ya en hoteles, que era mi especialidad”, cuenta. 

Wilmer decidió seguir sus estudios en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y se formó como barista, catador de vinos y bartender. Anteriormente, había culminado un diplomado de bartender en su país natal.

El trabajo en hotelería le ha permitido crecer profesionalmente y superarse, logró comprar una casa en Cañas y se siente feliz de trabajar en lo que le gusta. “Crecí mucho en cualquier tipo de áreas. He hecho trabajos diferentes: bartender, salonero, cocinero y como capitán”, destaca. 

Otros nicaragüenses en Costa Rica igual aprovechan la experiencia ganada en su país de origen.

Leana Icabalceta, nicaragüense profesional de marketing y publicidad, originaria de Matagalpa, laboró durante cuatro años en la zona de Tamarindo, una de las playas más populares en Guanacaste, como ayudante de cocina, hostess o anfitriona en un restaurante, y en una empresa de fotografía y video para eventos sociales, generalmente para bodas.

Leana resalta que el perfil de las personas nicaragüenses que trabajan en turismo en Costa Rica está, en muchos casos, relacionado con la preparación previa. “Hay muchas personas que llegan a trabajar en temporada alta y tienen experiencia de alguna manera: como bartender, masajista, mesero”, menciona. 

Emprendiendo a la orilla del mar 

Johana Ortega tiene 56 años y llegó a Costa Rica en 2005. Se asentó en Guanacaste sin conocer a nadie, pero con el objetivo claro de mejorar sus condiciones de vida. Hoy se dedica a la confección y venta de pulseras tejidas con abalorios.

Johana aprovecha el copioso tráfico de los turistas de todas las nacionalidades que buscan un souvenir para llevar y recordar su estancia en Costa Rica. Mientras los turistas disfrutan de la Playa del Coco y los atractivos de la zona, ella ofrece sus pulseras. 

Logró sacar adelante a sus hijos gracias a los ingresos que obtuvo de empleos en el sector turístico. Lleva 18 años en la zona y decidió dedicarse de lleno a la venta de pulseras porque asegura que no ganaba mucho cuando trabajaba como empleada doméstica. Detalla que no lograba obtener ingresos de más de 45 000 colones a la semana (unos 90 dólares). Con el negocio de las pulseras, cuenta que le va mejor.

“Si se encuentran haciendo su labor de trabajo nicaragüense, pues yo también les digo que sigan hacia adelante, para que saquen adelante a su familia”, aconseja a otros migrantes. 

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Nohelia Guzmán

Nohelia Guzmán

Periodista costarricense graduada de la Universidad Federada San Judas Tadeo. Actualmente es estudiante avanzada de Licenciatura en Comunicación de Masas. Ha escrito reportajes sobre temas sociales, desempleo, biodiversidad y salud.

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