13 de diciembre 2018
Unos 400 líderes empresariales se reunieron en la sede del Incae para recalcar que el país continúa con el rumbo fijo a la debacle, si no se llega pronto a un acuerdo político que permita recuperar la gobernabilidad para pasar entonces, a ver cómo se resuelve la economía.
El día comenzó con la divulgación de la carta que el sector privado unificado remitió a Daniel Ortega en la que le reiteran la posición asumida en su misiva del 29 de mayo, donde pedían regreso al diálogo, elecciones adelantadas, y renovación del Consejo Supremo Electoral.
Aunque la carta no menciona directamente a la Conferencia Episcopal como mediador de ese diálogo, José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), expresó que “mantenemos el respaldo a nuestra Conferencia Episcopal”.
Si bien las conclusiones a las que llegaron los representantes del sector privado no son nuevas, sí lo son dos elementos: el señalamiento de que 2019 será peor, con caídas del PIB que pueden llegar hasta el 11%, y la decisión de pasar a los hechos, al decidir que pedirán permiso policial para marchar en una fecha aún no determinada.
La reunión de los empresarios ocurrió un día después que el Congreso de Estados Unidos terminara de aprobar la NICA Act, que promueve sanciones contra funcionarios y miembros del régimen, y en el mismo día en que el Grupo de Trabajo de la OEA para Nicaragua leía su tercer informe. Además, al mismo tiempo en la Asamblea Nacional, controlada por el orteguismo, se cancelaba la personalidad jurídica del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y el organismo Hagamos Democracia.
Mientras los empresarios insistían en la necesidad de llamar a elecciones vigiladas y anticipadas -retomando el trabajo que en ese sentido ya había avanzado la OEA- nombrando un Consejo Supremo Electoral creíble, en la Asamblea Nacional, la aplanadora oficialista confiscaba las personerías jurídicas de Hagamos Democracia y el Cenidh.
“Quiero comenzar expresando nuestra solidaridad con Cisas, el Ieepp, Cenidh y Hagamos Democracia, porque vemos que así como se cerraron los espacios de manifestación ciudadana, se están cerrando los espacios de organización”, dijo José Adán Aguerri, presidente del Cosep.
Sin fecha para elecciones
Si en algún momento se llegó a señalar a finales de marzo de 2019 como un momento propicio para realizar elecciones adelantadas, en el presente, los empresarios no tienen una fecha establecida “porque eso sería llegar al diálogo con una posición cerrada”, dijo Aguerri.
Para el economista Mario Arana, lo que va a marcar los tiempos, “además de la voluntad política”, es qué tanto ha avanzado la OEA en sus propuestas sobre ese proceso; qué tanto se requiere para montar todo el sistema desde el punto de vista técnico; para organizar la observación internacional, y lograr que sean realmente libres, y genuinamente organizadas para que no haya posibilidades de fraude.
De producirse el peor escenario –el que lleva a una caída de -11% en 2019- el país estaría viviendo una brecha de 20 casi puntos porcentuales entre el crecimiento esperado y el real en el bienio 2018 – 2019.
“Tenemos que parar eso, y la manera de hacerlo es aprovechar este llamado que se está haciendo, montarse sobre esa ola, y entrar a una negociación que nos lleve a buen puerto”, opinó Arana, al ser entrevistado en el programa de televisión Esta Noche, que se transmite por Canal 12.
“Si esto no cambia en los próximos días, en 2019 tendremos una situación bien complicada”, reiteró Aguerri en la conferencia, pensando no solo en la dinámica natural que ha seguido el país: crisis política – crisis económica – crisis social, sino también lo que significarán la aplicación de las sanciones contenidas en la NICA Act.
Esa ley “tiene un efecto devastador en la inversión privada”, que se retiró de Nicaragua, igual que los turistas, aseguró el también economista Pedro Belli. “Si alguien en Estados Unidos estaba pensando que tal vez las cosas se estaban arreglando acá, esa ilusión se acaba con la aprobación de la NICA Act.
A Belli no le parece extraño que la banca estadounidense haya comenzado a informar a sus bancos aliados en Nicaragua que les cesaría las corresponsalías, en primer lugar porque ven que Nicaragua es un país muy pequeño con un gran riesgo, por el que no vale la pena molestarse.
Llamarán a marcha
Al informar la decisión de convocar a una marcha que ayude a refrescar la memoria de quienes desde el Gobierno creen que ‘todo está normal’, pero también para seguir abogando por la liberación de los presos políticos, Aguerri dijo que se le indicó al equipo legal del Cosep que comience a preparar el escrito que se presentará ente la autoridad policial.
En paralelo, cursarán invitación a las juntas directivas de AmCham y de Funides, para que se sumen a la iniciativa y presentar una solicitud y convocatoria tripartita, por lo que en este momento no se sabe la fecha prevista para la marcha, ni su recorrido probable.
Aunque la gremialidad está perfectamente clara que Ortega tiene pocos alicientes para regresar a la mesa de diálogo, el presidente del Cosep expresó que el sector tiene “fe” y “esperanza” en que sí lo hará.
El economista Arana apuesta porque Ortega “asuma un papel de estadista… como ya lo hizo en los años 80”, añadiendo que “a un estadista le debería preocupar su legado”. Arana asevera que en este momento, el mandatario tiene una oportunidad única de mejorar el legado que se ha construido hasta este momento.
También “los sandinistas deben decidir entre ellos, y todo el país debatir si no es esta la oportunidad de construir un futuro a largo plazo para que no volvamos a caer en estos ciclos recurrentes de conflictos políticos que nos llevan a la muerte de ciudadanos nicaragüenses”, señaló.
En todo caso, cree que el mandatario debe renunciar a la idea de perpetuarse en el poder, no solo porque “ese modelo ya caducó”, sino porque el sector privado está unido alrededor de una postura firme. No podemos construir algo sostenible, si no se fortalece la institucionalidad y la democracia, “y el Gobierno tiene que escuchar”, sentenció Arana.