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BCN solo identifica “riesgos externos” para el sistema financiero nacional

Estadísticas oficiales registran récord en acumulado de depósitos y préstamos, pero alertan sobre riesgo de desaceleración de exportaciones y remesas

Banco Central de Nicaragua

Fachada del edificio del Banco Central de Nicaragua (BCN), en Managua. Foto: Confidencial

Iván Olivares

6 de mayo 2025

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De acuerdo a las estadísticas oficiales la situación del sistema bancario y financiero (SBF), es tan buena, que el Banco Central de Nicaragua (BCN) solo identifica amenazas externas para las entidades y empresas que se dedican a la intermediación de dinero. Esas amenazas son el deterioro del crecimiento mundial, y la desaceleración de las exportaciones. El informe  no menciona el riesgo reputacional de hacer negocios en un país como Nicaragua, en el que ha colapsado el estado de derecho, con decenas de confiscaciones ilegales. 

Según el Informe de Estabilidad Financiera de marzo de 2025, al cierre del primer trimestre el desempeño de la economía nicaragüense se mantiene sólido. Cita como prueba que “la mayoría de las actividades económicas reflejan resultados positivos, la tasa de desempleo sigue estable… y la inflación continúa descendiendo, en un contexto de consolidación fiscal, estabilidad financiera y monetaria, y de mayores flujos externos”.

Dada la interrelación entre el estado general de la economía con el del sistema financiero, el informe destaca que hay condiciones para que este año se alcancen tasas de crecimiento cercanas al promedio de los últimos tres años. “Todo lo anterior está favoreciendo la estabilidad financiera y una reducción en las vulnerabilidades del Sistema Financiero Nacional (SFN)”, asegura.

Si hay un peligro, ese viene desde más allá de las fronteras, añade el informe, que no cita por su nombre al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aunque sí describe el resultado de sus políticas económicas. “A nivel externo se percibe un aumento en los riesgos y las vulnerabilidades, debido a los cambios en las políticas económicas en algunos países, en un contexto de endurecimiento de las condiciones financieras mundiales”, explica.

A continuación, detalla el riesgo de  deterioro del crecimiento mundial, “impulsado por tensiones geopolíticas y políticas económicas proteccionistas, que elevan la incertidumbre y reducen el comercio internacional”. Un párrafo después, mencionan la desaceleración de las exportaciones “como consecuencia del establecimiento generalizado de aranceles por parte de Estados Unidos al resto del mundo”.

Los autores del texto reconocen que la materialización de este riesgo podría reflejarse en el país “mediante diferentes canales, como una menor demanda de productos de exportaciones o un menor flujo de recursos externos como remesas, lo que tendría un efecto negativo sobre la posición financiera de hogares y empresas”.

Es claro que una menor actividad económica significa un riesgo para la calificación de los créditos, al aumentar la cartera en mora y en riesgo. También, que la menor actividad económica podría afectar la tasa de crecimiento del crédito y con ello, la rentabilidad de las instituciones bancarias.

Récord de depósitos

La política arancelaria de Donald Trump es un riesgo no solo para los pequeños empresarios chinos que dependen de exportar sus productos al inmenso y siempre sediento mercado estadounidense. Los banqueros nicaragüenses también pueden sufrir, si los aranceles del mandatario republicano encarecen los productos que importa  Estados Unidos -incluyendo los nicas- lo que llevaría a la reducción de su demanda.

“Esta acción podría afectar directamente a las empresas exportadoras y productoras, que verían una reducción en su ingreso. Asimismo, también podría perjudicar al consumo a través del encarecimiento de productos cuyas cadenas de suministro se vean afectadas por los aranceles”, admiten los autores del BCN.

La desaceleración de la economía estadounidense que muchos economistas pronostican, además de aumentar la cartera en riesgo, podría contraer la oferta de crédito y con ello, deteriorar la rentabilidad y amenazar la solvencia del sistema bancario. Además, “podría ralentizar los flujos de recursos externos del país, desacelerando el ritmo de crecimiento de los depósitos y, por ende, limitando las fuentes de financiamiento del sistema bancario”, advierten.

Las tarjetas y los créditos

Las estadísticas muestran que, pese a que se ha desacelerado el crecimiento de los depósitos desde el pico alcanzado a finales de 2023, estos no han parado de crecer hasta bordear el cuarto de billón de córdobas, acumulando 248 219 millones de córdobas al concluir el primer trimestre.

La cartera de crédito sí muestra retroceso, tanto en términos absolutos como relativos: aunque ambos datos decayeron al medir el consolidado del primer trimestre del año, los 218 125 millones de córdobas representan el segundo mejor acumulado de la historia.

El detalle muestra que el rubro que reflejó mayor variación fue el de créditos personales y tarjetas de crédito, lo que es un efecto palpable del crecimiento desmesurado de las remesas que recibe el país. Entre los que más crecieron se mencionan los créditos personales para adquisición de vehículos, así como los créditos comerciales e hipotecarios. Estos últimos muestran signos de recuperación, “aunque todavía creciendo a tasas moderadas comparado con resto de sectores”, detalla el informe.

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Iván Olivares

Iván Olivares

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Durante más de veinte años se ha desempeñado en CONFIDENCIAL como periodista de Economía. Antes trabajó en el semanario La Crónica, el diario La Prensa y El Nuevo Diario. Además, ha publicado en el Diario de Hoy, de El Salvador. Ha ganado en dos ocasiones el Premio a la Excelencia en Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en Nicaragua.

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