Logo de Confidencial Digital

PUBLICIDAD 1M

PUBLICIDAD 4D

PUBLICIDAD 5D

De sistemas sociales y electorales

En Nicaragua estamos viviendo un 100% bajo una "Familiocracia", una dictadura de una familia capitalista que controla un Estado

Onofre Guevara López

18 de abril 2024

AA
Share

El especialista en geopolítica Lluís Bassets, citado por Guillermo Rothschuh Villanueva en su libro Las huellas de un tiempo (2022), hizo esta semejanza entre los seniles pre candidatos estadounidenses: “Biden es como Trump, pero sin Twitter”.

Así quedó reflejada la falta de diferencias entre las conductas políticas de demócratas y republicanos representados respectivamente por ambos personajes, cuando han entrado a polemizar sin pausa ni respeto desde antes de que disputaran la presidencia la primera vez.


En verdad, no cabe dudas acerca de la exactitud del símil, pero está apegado a la superficialidad, porque solo habla de las diferencias de conductas y de los caracteres personales. Pero, aparte están las causas reales de sus posiciones políticas como representantes de grandes intereses económicos y políticos estadounidenses, que es lo que realmente importa.

No se puede dejar intocables las causas de donde emanan sus criterios políticos, y reducirlo al hecho de que uno no es aficionado a utilizar las redes sociales, y que el otro, más que aficionado, es un abusador del twitter (ahora X) pues utiliza esta plataforma como su arma predilecta para mentir, defenderse y atacar.

Debajo de la inteligente superficialidad del símil, quedan los intereses con que ambos políticos –Biden y Trump— nutren su ideología, que no son otros que los de las grandes corporaciones financieras, del complejo industrial militar, de la plutocracia que maneja el sistema político y social capitalista que mandan en su país.

Además, ambos son grandes millonarios, que los hacen parte de la estructura de clase que orienta la geopolítica de su país. No importa que uno sea aficionado al Twiter y el otro no, pues da mismo a que discreparan en cuanto a que uno fuma y el otro, o en otras costumbres y vicios. Tampoco importa para definir sus actitudes políticas cuál es la diferencia entre los millones de dólares que recibe cada uno en concepto de donación para sus campañas electorales, porque igual seguirán fieles a los intereses del gran capital.

II

Tampoco importa cuántos votos puedan receptar en las urnas para ser presidente, pues sus ejecutivos de campaña se interesan más en hacer gestiones ante los “donantes” que en gestionarse los votos ante la gente de la calle. Al fin y al cabo, cualesquiera sean las cantidades de votos a favor de uno o del otro, no sirven para nada, porque la decisión final acerca de quién gana y quién pierde, podría tomarla un tal Consejo Electoral.

Eso ya le ocurrió en las elecciones del 2016, cuando Hilary Clinton obtuvo más votos, pero Trump recibió la presidencia como regalo de un llamado Consejo Electoral. Y quizás ni los votantes burlados ni los premiados, sepan cuál es el origen jurídico del mandato de este Consejo Electoral. Tampoco les debe interesar conocer el nombre de sus miembros. Pero ellos, los consejeros, sí saben a quién deben “elegir” presidente.

En el sistema electoral estadounidense, hay para todos los gustos de los “donantes”, aunque no tanto para todos los gustos ni del interés de los votantes. Casi siempre, lo que menos se toma en cuenta es el interés y el gusto de los que aportan los presupuestos electorales a través de sus impuestos, sino son otros los que determinan qué grandes empresas no paguen, o paguen pocos impuestos.

III

En Nicaragua quizás no tengamos el mejor sistema electoral, pero estamos seguros de que tenemos uno de los peores sistemas electorales. Pero, aun cuando no fuera el peor sistema electoral de todo el mundo, en ningún otro país hay un pueblo al cual le “elijan” a dos copresidentes al mismo tiempo.

Y menos que haya país que pueda tener la misma suerte de tener copresidentes que habiten en la misma casa, duerman en la misma cama y tengan los mismos hijos. Los ciudadanos de otros países, aptos para votar, llegarán a viejos, se morirán y es casi imposible que puedan llegar a tener algo semejante.

Recordando a Joan Manuel Serrat “…esos niños que hay llegado más lejos, porque salieron antes, es decir, los viejos” de muchos países de mundo, quizás morirán sin haber tenido el disgusto que aquí tenemos los viejos y los jóvenes de vivir bajo este sistema electoral.

Hay dos sistemas políticos sociales con sus respectivos sistemas electorales, según Rothschuh: la Mercadocracia se vive bajo el sistema capitalista; en la Estadocracia se vivió bajo el socialismo.

Entonces, ¿cuál es este sistema en que nosotros vivimos? Como aquí tenemos un 50% de Estadocracia y el otro 50% en Mercadocracia, significa que estamos viviendo un 100% bajo una Familiocracia. Definiendo la Familiocracia, resulta ser una dictadura de una familia capitalista que controla un Estado.

IV

Decíamos que aquí tenemos el peor sistema, confirmado por estos porcentajes “electocráticos”. Pero son necesarias las aclaraciones. Primero, reconozcamos que lo peor no lo será nunca para quienes les va mejor con el sistema, sino para las víctimas del sistema, que formamos la mayoría.

En segundo lugar, hay que decir algo sobre cómo funciona. Aquí el presidente, o la copresidenta, o los dos juntos, o quizás solo uno, o una (aunque lo acostumbrado es que sea una) elige a los miembros del Consejo Electoral para que luego estos los elijan a ellos.

Algo similar ocurre con los parlamentarios, diputados o delegados. Veamos: a estos los escogen los copresidentes, después, los diputados son bautizados por los del Consejo Electoral elegido por los copresidentes. Más tarde, ya en funciones, los diputados reeligen a los copresidentes cuanto a estos les da la gana. Perdón no es cierto. No es cuando les da la gana, sino cada seis años.

Lo que hacen los diputados, cuando les da la gana a los copresidentes, es reformar la Constitución Política, o dictar cualquier ley que a ellos les convenga. De las otras estructuras del Estado, es decir, el resto de los cuatro Poderes que operan bajo el mandato de un solo poder, del Ejecutivo de los copresidentes; el resto, forman el ejército de la burocracia.

La burocracia del Ejército, existe también. Pero hay una radical diferencia: al ejército de la burocracia los nombran sin darles garantía de continuidad en sus funciones (es decir, los purgan cuando quieren), mientras que a la burocracia del Ejército la reeligen tanto como ellos se reeligen, porque es su mejor carta de garantía para la continuidad de la Familiocracia.

Así son las cosas en la Familiocracia. Se reparten entre ellos tantas garantías, que… ¡a los ciudadanos filiodescraciados ya nos les queda ninguna garantía en su vida!

(Si conociéramos la dirección de los exencarcelados, exiliados, exciudadanizados, expropiados, o sea, la generación E+X de los nicaragüenses, se las daría para que ellos se los confirmara)

Al margen de estas cuartillas

*Un ensayo de encuesta sobre el abecedario geopolítico americano (americano de toda América, no “americano” de los Estados Unidos)…

*Para saber qué imaginan, cuando se escucha el nombre de cada país americano, es la siguiente…

*Argentina: Carlos Gardel, el Ché Guevara y los Perón (Juan Domingo y Evita…

*Belice: el caribe guatemalteco…

*Brasil: la Amazonía, Pelé, Roberto Carlos, Cristo del Corcovado y Lula da Silva…

*Colombia: Gabriel García Márquez, los narcotraficantes y las guerrillas…

*Chile: Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Salvador Allende y los terremotos…

*Cuba: José Martí, Fidel Castro, Benny Moré, Silvio Rodríguez, Milanés y la Sonora Matancera…

*Dominicana República: el merengue, Leónidas Trujillo y Juan Bosh…  

*Ecuador: las Islas Galápagos y Osvaldo Guayasamín (a última hora Noboa, es decir, no Boa la serpiente contrictora, sino Noboa asaltante del águila azteca)…

*El Salvador: Farabundo Martí, Roque Dalton y las pupusas…

*Estados Unidos: los Apaches, los vaqueros más rápidos del Oeste, los dólares, James Monroe y Marilyn Monroe…

*Guatemala: el 15 de septiembre 1821, Jacobo Árbenz y el quetzal…

*Guyana: los colonialismos británico y holandés…

*Haití: los colonialismo francés y estadounidense, Duvalier y la miseria…

*Honduras: El Chaparral, Tiburcio Carías, la Banda Blanca y sus honduras…

*México: Pancho Villa, Emiliano Zapata, Cantinflas, los Mariachis y el tequila… *Nicaragua: seis apellidos: Darío, Sandino, Zelaya, Chamorro, Somoza, Ortega y tres dictaduras.

PUBLICIDAD 3M


Tu aporte nos permite informar desde el exilio.

La dictadura nos obligó a salir de Nicaragua y pretende censurarnos. Tu aporte económico garantiza nuestra cobertura en un sitio web abierto y gratuito, sin muros de pago.



Onofre Guevara López

Onofre Guevara López

Fue líder sindical y periodista de oficio. Exmiembro del Partido Socialista Nicaragüense, y exdiputado ante la Asamblea Nacional. Escribió en los diarios Barricada y El Nuevo Diario. Autor de la columna de crítica satírica “Don Procopio y Doña Procopia”.

PUBLICIDAD 3D