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Alta costura para el pueblo: “Mrs. Harris goes to Paris”

Quizás la mejor manera de procesar esta película es como una fábula. La gente es buena, los lugares bonitos y los problemas desaparecen antes del final

Juan Carlos Ampié

14 de agosto 2022

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“La señora Harris va a París” es ficción para adultos en clave de caricatura humana. Es tan colorida y agresivamente bien intencionada, que podría confundirse con una película de dibujos animados para niños. Eso no es necesariamente malo, si quiere escapar por un rato de la realidad.

La señora Harris (Leslie Manville) necesita una escapada de esas. En la Inglaterra de los años 50, ella es una asistente doméstica que se desloma trabajando sin ver el milagro económico de la posguerra. Más bien, el conflicto se llevó a su esposo, quien a la fecha sigue reportado como desaparecido en combate. Un buen día, mientras limpia la casa de Lady Dant (Anna Chancellor) tiene una epifanía al contemplar un vestido de Christian Dior de la señora. La muy miserable nunca tiene para pagarle a tiempo, pero la belleza de la prenda la conmueve tanto, que no deja que ese detalle la distraiga. En ese momento la humilde mujer decide que tarde o temprano, de alguna manera, ella viajará a París a comprar un vestido de Dior.


Si han visto las escenas promocionales, saben lo que viene. Una serie de eventos fortuitos permiten que Harris convierta su sueño en realidad, pero no es tan prístino como uno quisiera. La Ciudad de la Luz atraviesa una huelga de recolectores de basura, y los desperdicios se acumulan en sus calles estrechas. La casa de modas está custodiada por la formidable Madame Colbert (Isabelle Huppert), una administradora ‘snob’ que no tolera que una plebeya se codee con los clientes aristócratas. Pero Harris consigue la complicidad de la modelo Natasha (Alba Baptista), el contador André (Lucas Bravo) y el marqués de Chassagne (Lambert Wilson), quien la invita como acompañante al exclusivo desfile. Aunque encuentra resistencia a la hora de ordenar, está lista para pagar en efectivo. ¡Ningún burgués puede hacer eso!

Así, la señora Harris se queda una temporada en París, acudiendo al atelier para sesiones diarias, tallándose un vestido digno de una reina. En el proceso inspirará a todos los personajes a cambiar sus vidas para bien. Encontrará algunos reveses, pero la película es tan bien intencionada, que todas las complicaciones y los desencantos vienen desprovistos de fricción. Como Forrest Gump, la señora Harris pertenece a una larga estirpe de santos inocentes. Son personajes demasiado buenos para este mundo, y al entrar en contacto con los menos iluminados, automáticamente hacen que sus vidas sean mejores. Así, nuestra heroína inspira a dos amantes renuentes a encontrase, derrite el corazón de hielo de la villana, lidera una lucha sindical y básicamente salva el negocio del bueno de Dior.

Quizás la mejor manera de procesar esta película es como una fábula. La gente es buena, los lugares son bonitos, y no hay problema que no pueda resolverse antes del final. Los modelos ‘vintage’ de Dior son apropiadamente hermosos, y contribuyen a construir la fantasía. En el fondo, tenemos una idea subversiva: el arte le pertenece a los que lo aprecian. Cuando lo convertimos en un símbolo de estatus, matamos su alma. Pero “Mrs. Harris goes to Paris” debe mantener las cosas ligeras. Con el estado actual del mundo, es difícil resentir el ánimo de esta película, pero yo esperaba algo más ambicioso. Algo mejor. Especialmente porque Manville es la protagonista.

Veterana del cine, el teatro y la televisión británica, Manville tiene la filmografía larga y variada de una actriz para la cual no hay papel pequeño. Es veterana de las películas de Mike Leigh, el avatar del realismo social contemporáneo. De la colaboración entre ellos viene quizás su mejor papel. En “Another Year” (2010) interpreta a la solitaria amiga de una pareja de bohemios acomodados. Su mayor éxito internacional vino de la mano de Paul Thomas Anderson, en la irresistible “Phantom Thread” (2017), como la hermana dominante del modisto encarnado por Daniel Day Lewis. La película le valió su primera nominación al Óscar, en la categoría de Mejor Actriz de Reparto.

En “Mrs. Harris goes to Paris” por lo menos, logra darle dimensiones a un personaje que sería insoportable en manos menos talentosas. La película está basada en el primer libro de una serie de cuatro. Si la taquilla marca los números correctos, vendrán más aventuras de la señora Harris. Espero que al disfrutar de la seguridad económica que brinda encabezar una franquicia, Manville pueda regalarnos algún trabajo interesante de vez en cuando.

“La señora Harris va a París”
(Mrs. Harris goes to Paris)
Dirección: Anthony Fabian
Duración: 1 hora, 55 minutos
Clasificación: * * (Regular)

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