31 de marzo 2021
Al menos diez cuentas del aparato de propaganda del FSLN fueron suspendidas por Twitter este lunes, provocando un duro golpe a la estrategia de comunicación digital del partido sandinista. Entre las cuentas suspendidas están las dos que hacían de locomotora para la propagación del relato orteguista sobre la realidad nicaragüense: @taniasandinista con 59 026 seguidores y @ElCuervoNica con 32 283.
Otras cuentas suspendidas son: @CuadernosSandino, @TPU19J, @Nolangar91, @LuisOrg91, @HaniSa_1992, @IndiraGabriela, @MaryuriRG y @ellamararodrig.
La mañana del lunes esos usuarios fueron sorprendidos por esta red social con el aviso: “Cuenta suspendida. Twitter suspende las cuentas que incumplen las Reglas de Twitter”. La noticia se propagó todo el día en la red orteguista con lamentos, indignación, envíos de solidaridad hacia las afectadas y denuncias dirigidas hacia @TwitterLatAm, la sección de la red social que atiende a la región latinoamericana.
¿Por qué fueron suspendidas las cuentas afines al FSLN?
Todas las cuentas suspendidas pertenecen a militantes del partido rojinegro que participan en una estrategia de comunicación política que consiste en abundantes retuits con la pretensión de inflar el contenido y colocar etiquetas (hashtags) que simulen una tendencia (trending topics) en la red.
Los tuiteros prorégimen reaccionaron calificando a la red social de “pajarraco invivible”, “pajarraco de m…”. Opinan que es un ataque a su libertad de expresión. E insistieron en que “es una acción del imperio”. Algunos le echaron la culpa a sus adversarios —a quienes llaman “puchos”, repitiendo el nombre postizo que adjudicó la vicepresidenta Rosario Murillo—, la gente que simpatiza con la causa azul y blanco que denuncia los crímenes ejecutados por el régimen de Ortega y reclama democracia y libertad en el país.
Dada la cantidad y calidad de las cuentas suspendidas todo parece indicar que no hubo denuncias con la intención de botar esas cuentas orteguistas, sino una reacción de Twitter al observar el comportamiento anormal de las mismas.
Durante las semanas anteriores, en la aplicación Trendsmap aparecían las etiquetas (hashtags) prorégimen alcanzando niveles de tendencia nacional. En la más reciente, desde el 22 al 29 de marzo, hacía ver a toda Nicaragua hablando —y no es real— de #EnPazYUnidad, #PuñoEnAltoLibroAbierto, #PatriaParaTodos, #EsNuestroElPorvenir, #VeranoSeguro2021, #NicaraguaUnicaYOriginal. Todas estas etiquetas organizadas y programadas para publicación por la organización FSLN.
El problema que tiene la estrategia de comunicación del partido FSLN es de intención, objetivo y método. De intención por querer forzar el relato orteguista simulando que son muchos a favor del régimen. De finalidad por errar su objetivo, pues pretenden demostrar que Twitter se puede manipular, es decir, pretenden demostrar que todo lo dicho sobre el levantamiento popular y la matanza de abril de 2018 en Nicaragua fue una realidad manipulada por medio de esta red social. Y de método al utilizar el retuiteo (en la jerga se conoce como spameo, propagar spam) del mismo contenido de manera abundante: hemos contado hasta más de 100 retuiteos desde una misma cuenta orteguista en 12 horas, es decir, a 10 retuits por hora.
Lo que dice Twitter sobre cuentas suspendidas
La red social tiene reglas para participar y de incumplirlas te va a suspender sí o sí. En el enlace que incluyó en las cuentas afectadas se lee: “Acerca de las cuentas suspendidas. Con el fin de mantener un entorno seguro para los usuarios de Twitter, nos reservamos el derecho de suspender las cuentas que incumplan las Reglas de Twitter”. Y clasifica los motivos frecuentes de la suspensión, por ejemplo, si practica spam: Twitter suspende las cuentas que “tienen características de spam o directamente son falsas, e implican riesgos para la seguridad de Twitter y de todos nuestros usuarios”.
Cuando se entra a observar la esfera orteguista en esta red social se percibe un ambiente desesperado por hacerse notar: menciones continuas de respaldo al “comandante Daniel Ortega”, a los proyectos ejecutados por el régimen, promoción de sitios turísticos publicitados por el régimen para hacer ver que todo está normal, contenidos de apoyo a los partidos políticos que ocupan gobiernos de la comunidad Alba, entre otros. No hay referencia de contenido sobre otra cosa.
Ese contenido propagado por los usuarios del partido FSLN suele ser emitido por unas cuentas y copiado y recopiado por otras (verdaderas y falsas), de manera que entre ellos mismos viven leyendo los mismos tuits replicados una y otra vez, durante horas. Si a algún usuario fuera de la esfera sandinista le da por “seguir” a una de esas cuentas se encontrará ante la situación de un constante reclamo para aprobar las acciones del régimen: primero, un tuit alabando al régimen, después 5 o 10 u 80 retuits de otras cuentas con el mismo contenido.
Lecciones para todos en el debate público
En la esfera de la comunicación digital de los orteguistas hay que distinguir entre quienes son militantes del partido FSLN trabajando diariamente para defender el relato propagandístico del régimen; y la gente que simpatiza con el régimen. Estos últimos no participan de esta estrategia engañosa de comunicación política, se limitan a usar las redes sociales a la manera de un usuario que las aprovecha para comunicarse con su entorno y con otras comunidades.
La tremenda reacción de Twitter este lunes avanza una actitud que más vale tener en cuenta para quienes en Nicaragua están practicando la comunicación política usando las redes sociales. Por ejemplo, para los precandidatos mejor crecer orgánicamente y no pagar para conseguir seguidores, mucho menos organizar granjas de cuentas falsas para simular simpatías; para las comunidades de intereses azul y blanco: abstenerse de acusaciones sin fundamento, no parasitar tuits de otras cuentas para hacerse notar, abstenerse de organizar grupos para caer en otras cuentas pues simulará linchamiento. Para las y los usuarios en general, conocer los límites que imponen las redes sociales y seguir participando de manera espontánea.
El debate político en Nicaragua debe ser saneado por sus propios usuarios y usuarias. Si no, tendremos que aceptar que sea saneado por los algoritmos de las redes sociales. Si no somos capaces de moderar nuestra cultura política del diálogo de ideas en las redes sociales, serán las mismas redes sociales quienes modificarán este comportamiento cultural. Y así ya no seremos nicaragüenses a secas, sino nicaragüenses moldeados por los algoritmos de internet.