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“Si la OEA no logra demostrar que sirve para esta crisis, sus días están contados”

Exembajador Mauricio Díaz recuerda como el FSLN recurrió a la OEA en junio de 1979, para lograr la condena y suspensión de la tiranía somocista

Algunos Estados miembros en el quehacer de la OEA enarbolan la autodeterminación y no intervención cuando violan derechos y viven conflictos internos

Moisés Martínez

12 de junio 2021

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El exembajador alterno ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Mauricio Díaz, estima que la convocatoria realizada por este órgano hemisférico para abordar la represión de la dictadura orteguista en Nicaragua, rememora lo ocurrido entre 1978 y 1979, cuando este organismo pidió la salida del régimen somocista del poder y el Frente Sandinista agradeció el respaldo diplomático e incluso, le fue cedido un asiento en el Consejo Permanente para exponer los atropellos del somocismo en contra del pueblo nicaragüense.

En una entrevista al periodista Carlos Fernando Chamorro en Confidencial Radio, transmitido por Radio Corporación, Díaz opinó que ante un posible escenario de suspensión del organismo regional, la respuesta del régimen orteguista puede ser declarar una “victoria diplomática”, tildando la probable resolución de injerencista o como una represalia por la defensa de Nicaragua de su “soberanía”.

El Consejo Permanente de la OEA convocó para este martes 15 de junio a una reunión urgente para abordar la situación de Nicaragua, sobre la que el secretario general del organismo, Luis Almagro, advirtió una ruptura del orden constitucional.

“Conociendo la naturaleza de este régimen, una probable resolución de suspensión lo pueden presentar como una victoria. Pareciera que Nicaragua está anclada en el tiempo. Pareciera que llegamos a 1978-1979, que seguimos atrapados en esa lógica de guerra y confrontación, luchas intestinas y la falta de libertades de un régimen que nos quiere negar el derecho a votar”, dijo Díaz.

Mauricio Díaz

El exembajador Mauricio Díaz (extremo derecho), junto al secretario general de la OEA, Luis Almagro, en una gira del Parlamento Centroamericano, en la que participó también José Antonio Alvarado, actual aliado político de la dictadura.
Foto: Confidencial | Tomada del archivo de la OEA.


Entre 1978 y 1979, la OEA se convirtió en un sólido respaldo diplomático para el Frente Sandinista, en el contexto de la insurrección ciudadana en contra de la dictadura somocista. El Frente Sandinista recurrió al organismo en busca de una condena contra el régimen de Anastasio Somoza Debayle.

“En ese tiempo se logró que la OEA pidiera la salida inmediata del régimen y se sustituyera por lo que sería la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional. Por eso dije que pareciera que estamos anclados en ese período, porque corremos el riesgo de que volvamos a una situación similar”, añadió Díaz.

En una sesión en junio de 1979, el canciller de Panamá Antonio Tack cedió la silla de dicho país en la OEA para que el representante del Frente Sandinista, Miguel D’Escoto Brockman, denunciará las atrocidades de la tiranía somocista. Ahora, los representantes diplomáticos del régimen orteguista acusan al organismo de ser un instrumento del “imperialismo” para “socavar la independencia y libre voluntad de los pueblos”.

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“Yo tengo esperanza de que por fin se remonten el tema de los votos que se necesitan para pasar a la cláusula 21 de la Carta Democrática de la OEA. Si el secretario general decide pasar la discusión del artículo 20 y pasar al 21, es porque probablemente ya cuente con una votación calificada. De 34 Estados miembros se requiere de 23, para que logre aplicar la cláusula que implique la suspensión del Estado, no la expulsión del organismo. Se le suspende bajo la lógica de que es un esfuerzo colectivo de las democracias del continente, para evitar que Nicaragua abandone el redil de la democracia”, explicó Díaz.

El artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana indica que cuando la Asamblea General, convocada a un período extraordinario de sesiones, constate que se ha producido la ruptura del orden democrático en un Estado Miembro y que las gestiones diplomáticas han sido infructuosas, conforme a la Carta de la OEA tomará la decisión de suspender a dicho Estado del ejercicio de su derecho de participación en el organismo con el voto afirmativo de los dos tercios de los Estados miembros. La suspensión entrará en vigor de inmediato.

El reto de Luis Almagro y la OEA

Díaz dijo que la crisis sociopolítica provoca por la represión de la dictadura representa un gran reto sobre el funcionamiento de la OEA, y en lo particular un desafío para el secretario general Luis Almagro, quien ha sido señalado de no ser firme ante los atropellos del régimen orteguista.

Si la OEA no logra demostrar que sirve para esta crisis, desgraciadamente creo que sus días están contados. Este es el gran momento del secretario Almagro y de la organización para demostrar los fines para los cuales fue creada.  Existe un riesgo de que Nicaragua se convierta en la nueva Cuba del siglo XXI. En este momento, lo que le corresponde al secretario general y a la misma organización son acciones. Ya pasó la etapa de gestiones diplomáticas de buena fe y los llamados vehementes”, afirmó.

El Salvador, la incertidumbre de Centroamérica

Sobre el respaldo de los países centroamericanos, el exembajador Díaz detalló que se espera el respaldo de Costa Rica, Guatemala, Belice y Panamá. “La incógnita va a ser como va reaccionar el voto del Gobierno de Nayib Bukele y pienso que el Gobierno hondureño, se va inclinar a favor de la dictadura”, apuntó.

Pero el gran dilema ante esta transcendental votación a la que se enfrenta Nicaragua es los votos de las islas enclavadas en el Caribe latinoamericano. “Pienso que hay un cambio en la correlación de fuerzas, principalmente en los países caribeños. Cuando cayó Somoza, los 14 Estados del Caribe no estaban en la OEA y fueron los Estados Unidos de América los que pidieron la incorporación de los Estados insulares. Estos Estados han sido un problema para las democracias, por su alineamiento con régimen chavista por su dependencia del petróleo venezolano. Pero pareciera que Gran Bretaña está ejerciendo un liderazgo muy importante en el seno de estos Estados y probablemente se logre remontar hasta lograr votación calificada”, explicó Díaz.


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