21 de junio 2019
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo continúa imponiendo un tranque en la negociación con la Alianza Cívica al incumplir los acuerdos firmados a finales de marzo, pero ese incumplimiento no debería pasar desapercibido para los testigos y garantes de la mesa de negociación, y también tendrá sus consecuencias, afirma la comandante guerrillera y dirigente del Movimiento Renovador Sandinista, Dora María Téllez.
En entrevista con el periodista Carlos F.Chamorro, en el programa Esta Noche, Téllez afirmó que "si el que está en la mesa de negociaciones no cumple los acuerdos, la mesa deja de tener sentido, y si además, los garantes levantan las manos y dicen que ellos no pueden hacer nada, entonces los garantes también le hacen perder sentido a la mesa de negociaciones".
Ante este escenario, la también historiadora opina que "Ortega tiene dos caminos: o se sienta en la mesa de negociaciones con toda seriedad a cumplir los acuerdos que ha tomado, y avanzar en los que hacen falta, incluyendo las elecciones adelantadas y una reforma electoral seria, que permita elecciones incluyentes y justas, y transparentes; o simplemente toma un camino del paria, es decir, que es lo que ya una gente está planteando, que es un camino de intensificar la represión, de convocar unilateralmente a un grupo de partidos políticos zancudos para una reforma electoral unilateral y tratar de mostrar eso como grandes avances".
Llegamos al 18 de junio sin que se haya liberado a todos los presos políticos, el Gobierno alega que ha liberado a los presos que estaban en una lista consensuada. La Alianza ha presentado una carta bastante contundente sobre el incumplimiento de diferentes aspectos del acuerdo, entre ellos la no liberación de 86 rehenes; y por el otro lado, los testigos, el representante de la OEA y el Vaticano, guardan silencio. ¿Cuáles son las consecuencias políticas de este impase?
Bueno, este es un momento crítico, porque una mesa de negociaciones tiene sentido cuando las partes cumplen los acuerdos, en primer lugar y, en segundo lugar, cuando los garantes pueden ejercer su papel de garantes.
Aquí lo que tenés vos es una mesa de negociaciones con dos grandes acuerdos: un acuerdo de liberación total de los presos y un acuerdo de derechos y libertades de los nicaragüenses, y Ortega no ha cumplido ninguno de los dos acuerdos: no ha liberado la totalidad de los presos, y además, ha excarcelado un parte simplemente, no han anulado los procesos; y, en segundo lugar, el acuerdo derechos y garantías está totalmente incumplido, la represión se mantiene igual.
Y, pues, si el que está en la mesa de negociaciones no cumple los acuerdos, la mesa deja de tener sentido, y si además, los garantes levantan las manos y dicen que ellos no pueden hacer nada, entonces los garantes también le hacen perder sentido a la mesa de negociaciones. Entonces, yo creo que este es un buen momento en el cual el Vaticano y el secretario general de la OEA, deberían decir claramente al régimen de Ortega, que medite profundamente si está o no en voluntad de estar sentado en una mesa de negociaciones, porque si no lo está, entonces ya se acaba, y ya no hay ese pendiente para la Alianza Cívica. La Alianza hace muy bien en no volverse a sentar a reanudar las conversaciones mientras no haya cumplimiento de los acuerdos, porque es totalmente inútil… es decir, si estás negociando es para (…) algo.
El incumplimiento del régimen es una señal de endurecimiento, ¿está Ortega trazando un camino de una posible nueva oleada de represión o de mayor cierre de los espacios políticos? Porque al abandonar prácticamente el camino de la negociación solo tiene dos opciones: o intentar una política unilateral con los partidos colaboracionistas, con la OEA, ya dijo la OEA que solamente se puede negociar en la mesa de negociación, o mas represión.
Eso es lo que tiene que dirimir Ortega, esa es su situación crítica, en realidad el que está en una posición sumamente crítica es Ortega. El pueblo nicaragüense tiene una decisión de resistencia, y la comunidad internacional tiene una decisión de sanciones y de seguir apretando y aislando al régimen.
Ortega tiene dos caminos: o se sienta en la mesa de negociaciones con toda seriedad a cumplir los acuerdos que ha tomado, y avanzar en los que hacen falta, incluyendo las elecciones adelantadas y una reforma electoral seria, que permita elecciones incluyentes y justas, y transparentes; o simplemente toma un camino del paria, es decir, que es lo que ya una gente está planteando, que es un camino de intensificar la represión, de convocar unilateralmente a un grupo de partidos políticos zancudos para una reforma electoral unilateral y tratar de mostrar eso como grandes avances. Pero, bueno, necesita cómplices, necesita partidos políticos cómplices, tiene, pero la OEA ya dijo que no va a ser cómplice de una reforma electoral unilateral, nadie va a creer esa reforma unilateral.
De manera que Ortega se enfrenta a su problema de siempre, no tiene ninguna credibilidad, y como no tiene credibilidad, la economía del país no se va a reactivar, y la crisis política no va a resolverse, y no va a poder frenar las sanciones internacionales porque no tiene credibilidad. Entonces, su única credibilidad puede ser si cumple los acuerdos estrictamente, y eso implica sacar de la cárcel a las ochenta y cuatro, ochenta y cinco personas que están ahí todavía, anular los procesos de los presos políticos, cesar a represión y cumplir los acuerdos de derecho y garantías, la devolución de propiedades, la libertad de expresión, la devolución de propiedades confiscadas a los medios de comunicación, eso es lo único que le queda, no tiene otro camino. El otro camino de Ortega es seguirse deteriorando, y ese deterioro está arrastrando a su base social.
¿Qué camino tiene, por el otro lado, el movimiento nacional Azul y Blanco, que está representado en esa mesa de negociación por la Alianza Cívica, pero que está convocando a otro tipo de reacciones de protesta? ¿Tiene capacidad de resistencia frente a este tipo de cierre de espacio político y de más represión?
Bueno, lo que nos queda es lo mismo, mantener la resistencia. Aquí la estrategia es sumamente clara, es resistir adentro y aislar afuera. ¿Cómo es la resistencia adentro? Bueno, ahora la resistencia es de piquetes, y eso, pues, es la guerra de la pulga. Que es una pulga. Sí, son millones de pulgas las que van a estar picando al orteguismo, y el orteguismo no va a tener paz, no va a recomponer su situación, no va a componer su correlación de fuerzas, al contrario, Ortega está perdiendo, incluso parte de su base social que está viendo que su intransigencia está hundiéndolos económicamente. Ya está anunciado un nuevo incremento de la energía eléctrica, ya con esto, desde diciembre, Ortega va a haber metido el diez por ciento de incremento de energía eléctrica a todos los nicaragüenses.
Entonces, pues, los propios orteguistas sufren las consecuencias de la crisis económica, que no va a mejorar mientras Ortega se mantenga en el poder y mientras Ortega no esté dispuesto a buscarle una salida negociada a la crisis actual. Entonces está perdiendo su base social. ¿Con qué va a llegar Ortega adonde quiera llegar? Con nada, solo con la familia…, va a terminar con la familia, un grupo de paramilitares que, además también algunos están desertando porque saben que la ley de amnistía no los cobija, por mucho que hayan hecho esfuerzos y, también el empresariado orteguista que siente que también están quedando en una posición sumamente debilitada económicamente. De manera que, el camino es corto para Ortega.
La gente se está viendo, sin embargo, en el espejo de Venezuela, la forma en cómo Maduro se ha atrincherado en el poder, quizás con más recursos económicos que Nicaragua, pero bueno, Ortega tiene todavía control de las finanzas públicas, puede seguir pagando la planilla del Estado, de la Policía, de los paramilitares, mantener esa relación de cooptación con el Ejército de Nicaragua. Vos estás hablando de un deterioro de su base social, ¿dónde están, digamos, las señales de ese deterioro? ¿Hay acaso alguna fractura, alguna grieta dentro del orteguismo?
Yo no creo que se vaya a abrir grieta, yo creo que lo que está sucediendo es una erosión en la periferia el orteguismo, los que se van erosionando, digamos, son las orillas del orteguismo. Grieta no va a haber, el orteguismo tiene un (cemento) de cohesión que es la corrupción y la criminalidad, entonces él tiene una cohesión en su núcleo, pero pues, hay una parte de la base social que va erosionándose naturalmente.
Ahora, como digo, el camino del orteguismo es corto, no tiene para donde correr, no tiene petróleo, como tiene maduro; no tiene reservas de oro en Londres, como tiene Venezuela, es decir, no puede…, no tiene gente que quiera prestarle dinero, como tiene Venezuela, los chinos le prestan contra petróleo, le prestan los rusos contra petróleo. Aquí no hay ni rusos ni chinos que quieran prestar un centavo, ni venezolanos que están dando un cinco; ni además, Ortega está recogiendo impuestos, es decir, su capacidad económica se va erosionando. Pero, también las empresas de los Ortega Murillo están perdiendo, y no estan perdiendo dinero, es decir, no es cierto que no están perdiendo dinero, ellos no se pueden mantenerse íntegros en un país que está completamente en crisis.
Entonces, ellos tienen que escoger cuál es el camino que van a recorrer, el camino más favorable para Nicaragua es el camino de la mesa de negociaciones, donde los acuerdos se cumplen.
En esa mesa de negociación, que en este momento está en crisis, hay un punto intermedio, puede nacer de una propuesta. Vos estabas mencionando al secretario general de la OEA, al papa Francisco del Vaticano, cuyos representantes está absolutamente mudos. Hay una posición intermedia para que las partes puedan volver a negociar, cumplir el acuerdo, y retomar los temas que no se han discutido, sobre el adelanto de elecciones y reforma política,
Bueno, es que nada avanza si no hay cumplimiento de acuerdos, esa es la realidad. Por eso es que yo digo que el papa y el secretario general Almagro tienen que decir algo, porque si no quedan pintados en la pared, ahí, decorativos completamente pues, no sé si el Vaticano va a querer quedar como instancia decorativa o el secretario general de la OEA va a querer quedar como garante decorativo. Creo que no. Ellos tienen que decir algo, y lo que tienen que decir es – señor, cumpla los acuerdos-. Es decir, cuando vos estás en relación con una parte, y firmás un contrato, el contrato, hay un parte que no lo cumple, simplemente fracasó ese negocio, y fracasó esa negociación. Entonces, la mesa de negociaciones no tiene ningún sentido si una de las partes no cumple los acuerdos.
¿Cuál es lo intermedio para que cumpla los acuerdos? Que cumpla los acuerdos. No hay nada más que hacer. Que saque hoy los ochenta y cinco presos que están ahí, y que Ortega le dé orden a los jueces que procedan a anular los juicios, porque estamos en este punto, esta es una dictadura, Ortega la da órdenes a los jueces para que suspendan los juicios y no para que cumplan la anulación de juicios. Pero bueno, que haga eso, que cumpla los acuerdos, que haya libertad de movilización, que haya libertad de expresión, que cese la represión.
Fíjate bien que el acuerdo de derechos de los nicaragüenses, la última línea decía que comenzaba a aplicarse desde el momento de la firma. ¿Cuánto tiempo ha pasado después de esa firma de los Ortega Murillo sobre ese acuerdo? Han pasado varios meses. Entonces, pues, yo creo que aquí no estamos para estarle dando a Ortega tiempo para que respire.
Estas describiendo el mejor escenario que ya debió haberse puesto en práctica tres meses atrás, pero la realidad es que estamos frente a una dictadura que está aferrada al poder. Pero vamos, en el hipotético caso que se habrá esa posibilidad de la reforma política, y cumplir con el restablecimiento de las libertades democráticas. ¿Tiene la Alianza Cívica, el movimiento político Azul y Blanco, una propuesta concreta de reforma electoral, de reforma a la ley de partidos políticos, para despejar el gran tranque de las elecciones anticipadas y poder formar una coalición política nacional?
Sí, hay varias propuestas de reforma, la Alianza tiene una, la Unidad Azul y Blanco tiene una, nosotros tenemos una, hay, es decir… pero, ¿Cuál es la diferencia entre una propuesta y otra? Es casi ninguna diferencia, porque todo el mundo sabe por dónde tiene que arrancar una reforma electoral.
Hay que limpiar el Consejo Supremo Electoral, no se puede hacer elecciones con esos magistrados que se han robado varias elecciones, es básico; en segundo lugar, hay que desorteguizar todas las instancias electorales departamentales y municipales; hay que eliminar los cargos que fueron inventados, esos coordinadores de centros de votación; hay que someter a sorteo la integración de las juntas receptoras de votos; hay que garantizar una acreditación de los fiscales adecuada; hay que tener un padrón limpio, actualizado, verificado, en el que se eliminen las dieciocho, veinte, treinta cédulas que ha repartido Daniel Ortega a sus simpatizantes; hay que establecer un mecanismo de transferencia de la información de las actas y conteo del voto que sea eficiente, que sea ágil, que sea en tiempo real, que los resultados sean en tiempo real…. Esas son cosas que están clarísimas.
La ley de partidos políticos tiene que ser reformada si el día de mañana se quiere hacer una coalición nacional ¿Cuáles son las bases para hacerlo? ¿son los partidos políticos existentes? ¿se puede abrir, digamos, el sistema político?
Bueno, uno de los temas más importantes de la Ley Electoral, porque no hay ley de partidos políticos, es la participación política, y aquí la cosa es bien simple, si queremos unas elecciones transparentes, incluyentes, eso significa que hay que abrir las puertas de par en par a las posibilidades de participación de la ciudadanía en estas elecciones, y arranco yo por la suscripción popular en todos los niveles: suscripción popular municipal, suscripción popular regional, suscripción popular departamental, suscripción popular nacional.
¿Se podría ser una alianza nacional, una coalición nacional, basada en el principio de la suscripción popular?
Perfectamente, puede ser una gran coalición nacional que se inscriba como un movimiento de suscripción popular. Pero también la reforma tiene que tomar en consideración la posibilidad de que se construyan alianzas que tengan su propio nombre, su propia bandera. La ley electoral actual no lo permite. Y también la ley debe establecer la posibilidad de que formen partidos políticos, los que quieran formar partidos políticos, con facilidad, porque la ley actual lo que… te convierte en enorme calvario formar un partido político, para después quedar en manos de los bandoleros que han estado en el Consejo Supremo Electoral.
Es decir, yo creo que la reforma, para ser incluyente, tiene que ampliarse, desde una conformación fácil de partidos políticos, hasta la suscripción popular que permita organizar una gran coalición de fuerzas, que sea democrática, que sea incluyente, y que convoque a todos los nicaragüenses para enfrentar a los Ortega Murillo en una elección limpia, transparente, y correctamente organizada.